sábado, 29 de diciembre de 2007

Sparklers / Luces de Bengala


English

As I said, I really don’t like the big noisy fire crackers that scare the birds and dogs, but a sparkler in the hands of an eight-year-old can be beautiful.

Español


Como dije, no me gustan los fuegos artificiales ruidosos que asustan a los perros y los pájaros. Pero las luces de Bengala en manos de un niño de ocho años son hermosas.

martes, 25 de diciembre de 2007

viernes, 21 de diciembre de 2007

More about Good News / Más sobre las buenas nuevas

English



There are good things that happen in the world:

1. The Japanese will stop hunting the hunchback whales.
2. They gave Al Gore the Nobel Peace Prize.
3. Ralph Nader published an interesting book list, most of which are concerned with positive solutions (see: http://www.commondreams.org/archive/2007/12/18/5882/).
4. The New York police will use electric motorbikes to avoid carbon emissions.
5. The constitutional Reform in Venezuela was rejected.

Nevertheless, when I Googled "good news" all I found were pages written by the extreme Right and the Christian movements. And the topics could have been published in any Sunday supplement: successful diets, how to overcome emotional crises, how to interpret the emotions of the cats....

It seems that Left has assumed the obligation of denouncing evil. There are explanations for this. On one hand the Right is in control – almost throughout the entire world, and the role of the Left is to challenge this power. On the other hand, the Left defines good news according to its own criteria, that is to say, the Left would consider that the “downward” redistribution of resources and power is good, while the right applauds stock-market success, or the growth of mega-conglomerates.

It is important to have easy and generalized access (critical and non-propagandistic) to information about successful programs that promote social justice. I think that it would be useful to know about advances in health, education, housing and fraternal economic systems. If we had access to this type of message we would not be so vulnerable to empty promises. For example, what do we know about the successful administration of the health care in Canada?

Photos: The first one, the hug, arrived as an email attachment a long time ago and I can't attribute it to any known source. It just seems to me that hugs are fraternal acts, and thus it is appropiate here. The second photo was taken as part of an urban recuperation project that I participated in.

Español



Hay cosas buenas que ocurren en el mundo:

1. Los japoneses dejarán de cazar las ballenas jorobadas.
2, Le dieron a Al Gore el Premio Nóbel de paz.
3. Ralph Nader publicó una lista de libros interesantes, la mayoría de los cuales hablan de soluciones positivas
(ver: http://www.commondreams.org/archive/2007/12/18/5882/ ).
4. La policía de Nueva York usará motos eléctricas para ahorrar emisiones nocivas.
5. La Reforma constitucional en Venezuela fue rechazada.

Sin embargo, cuando busqué "good news" (buenas nuevas) en Google lo que encontré eran páginas de la derecha extrema y los movimientos cristianos. Y lo que conseguí allí eran trivialidades como: dietas exitosas, cómo superar las crisis emocionales, cómo interpretar las emociones de los gatos….

Parece que la Izquierda ha asumido la responsabilidad de denunciar la maldad.

Hay explicaciones para esto. Por un lado la Derecha está en control –casi en el mundo entero- y el papel de la Izquierda es contestar y oponerse a este poder. Por otro, la Izquierda define las buenas nuevas según sus propios criterios, es decir, consideraría que la redistribución de recursos y potestad “hacia abajo” es bueno, mientras la Derecha aplaude las ganancias en la bolsa o el desarrollo de mega conglomerados.

Es importante tener acceso (crítico y no propagandístico) a programas exitosos que promuevan la justicia social. Pienso que sería de gran provecho poder leer información y reflexiones sobre adelantos en sistemas de salud, educación, vivienda y la economía que promuevan la solidaridad. Si tuviéramos acceso fácil, extensivo y corriente a este tipo de mensaje no estaríamos tan vulnerables a promesas vacías al respecto. Por ejemplo, ¿Qué sabemos sobre la administración exitosa de la salud en Canadá?

Fotos: La primera foto del abrazo me llegó en algún momento como un adjunto a un correo electrónico y no la puedo citar. Sólo que los abrazos me parecen solidarios y por ende el imagen es apropiado aquí. La segunda foto, la de los niños, fue tomado como parte de un proyecto de la recuperación de un espacio urbano.

jueves, 20 de diciembre de 2007

Peace on earth / Paz en la tierra



English

I heard the bells on Christmas day.
Their old familiar carol play,
And wild and sweet the words repeat
Of peace on earth, good will to men.

And in despair I bowed my head:
There is no peace on earth', I said,
For hate is strong, and mocks the song
Of peace on earth, good will to men!

Then pealed the bells more loud and deep:
God is not dead, nor doth He sleep;
The wrong shall fail, the right prevail,
With peace on earth, good will to men.

Henry Longfellow, 1864

Español



Oí las campanas en Navidad.
Villancico, de vieja cristiandad
Repetición tan tosca y dulce
De paz en tierra, buena voluntad

Y dolido, bajé la cabeza:
En la tierra, sólo hay bajeza…
La inquina se burla del himno
De paz en tierra, buena voluntad.

Pero tronaron más hondas, sonoras
Dios vive, fe apaciguadora;
El mal fallará, el bien vivirá,
De paz en tierra, buena voluntad

Traducción mía

lunes, 17 de diciembre de 2007

Barenboim and good news / Barenboim y buenas nuevas


English

Today was sunny, but the night has brought rain and enough cold so that sweaters aren’t enough. I had to plug in a little electric heater next to my computer. A friend told me she would send a wood stove next time she visits her family in the States (they don’t make them here in Venezuela).

But Daniel Barenboim is playing the Beethoven sonatas to sweeten up the evening. My desire to avoid the sad, destructive and coarse hasn’t kept me from the news, but I’d still like to transmit good news.

And here’s one: In the San Francisco Chronicle, Hill Tucker describes a movement in California in which people are trying to finance projects in Afghanistan that reconstruct rather than devastate.

I’ve noticed a linguistic signpost in the word “unfortunately”. Every time I hear it I start to run alarmed by what’s sure to follow. It goes like this:

-Unfortunately we have to protect ourselves against the theives (terrorists, beggars…)
-Unfortunately the Moslem countries only understand violence….
-Unfortunately green technologies are expensive (impracticable, inefficient….)


Ms. Tucker's article doesn't use the "u" word even once.

References:
Article by Tucker: http://www.sfgate.com/cgi-bin/article.cgi?f=/c/a/2007/12/16/BA4ATVGU9.DTL
Pictures of Daniel Barenboim: http://www.danielbarenboim.com/images/photofile/db139.htm


Español

Ha sido un día de sol pero la noche ha traído lluvia y tanto frío que los suéteres no bastan y tuve que enchufar un pequeño radiador eléctrico al lado de la computadora. Una amiga me dice que me va a mandar una estufa para leña la próxima vez que visita su familia en los Estados Unidos (aquí en Venezuela no hay).

Pero Daniel Barenboim toca las sonatas de Beethoven para dulcificar las sombras. Mi deseo de alejarme de lo triste, destructivo y rudo no ha podido separarme de las noticias, pero sigo con el afán de transmitir buenas nuevas.

Y aquí hay una. En el San Francisco Chronicle, Hill Tucker describe un movimiento en California para resolver los problemas de Afganistán por medio del financiamiento de proyectos destinados a reconstruir la cultura, la educación y los sistemas de salud, en vez de bombas.

He notado un señuelo lingüístico que emplea la gente que promueve respuestas de destrucción y violencia: la palabra “lamentablemente”, cada vez que la escucho como preámbulo, huyo. Es así:

-Lamentablemente hay que blindarse contra los ladrones (terroristas, pordioseros…)
-Lamentablemente los países musulmanes sólo entienden la violencia…..
-Lamentablemente las tecnologías verdes son costosos (imprácticas, ineficientes, inatractivas….)


El artículo escrito por la Sra. Tucker no emplea esta palabra ni una sola vez.

Referencias:
Artículo de Tucker: http://www.sfgate.com/cgi-bin/article.cgi?f=/c/a/2007/12/16/BA4ATVGU9.DTL

Foto de Daniel Barenboim: http://www.danielbarenboim.com/images/photofile/db139.htm

sábado, 15 de diciembre de 2007

Escapism / El escapismo



English

It is a cold, foggy, drizzly afternoon here in these costal foothills. I need a heavy sweater over a sweatshirt even indoors. This picture was taken from the patio next to my kitchen door, and normally the view includes the mountain beyond.

This morning I responsibly perused the alternative blogs like "Antiwar.com", "Common Dreams" and "The Raw Story". And I felt a potent, escapist desire to run away to an ecumenical monastery on a frozen peak in the Indian Himalayas (with a nice wood stove in the corner of my cell). It would have to be close to Yeti territory (the Bigfoot people) where neither electricity nor the GPS locating system have yet arrived. I need to move away from torture revelations, the arms-industry’s wealth and power, the Blackwater tragedies, the ubiquitous military-dictator repressions and global warming.

I want to see and hear only good news!

Has the Spirit of Christmas descended on me?

My Christmas angel / El angel sobre mi árbol de Navidad


Taken from: http://ngm.nationalgeographic.com/ngm/0401/feature5/zoom3.html


Taken from: http://www.panoramio.com/photo/711281

Español



Es un oscuro día de frío, neblina y llovizna en esta cordillera baja de la costa. Tomé la foto desde el patio frente a mi cocina.

Esta mañana recorrí responsablemente las noticias en los blogs alternativos como “Antiwar.com”, “Common Dreams” y “The Raw Story”. Y sentí el deseo escapista de irme a un pico helado en las Himalayas de la India para meditar en un monasterio ecuménico (pero con una estufa caliente en un rincón de mi celda), cerca al territorio los Yetis (Los Bigfoot) donde nunca ha llegado la electricidad o el sistema global de ubicación satelital. Necesito alejarme de las revelaciones de tortura, las fortunas acumulas por la venta de armas, las tragedias causadas por la funesta Compañía Blackwater, las represiones de los ubicuos dictadores militares y el calentamiento global.

¡Quiero ver y escuchar sólo buenas nuevas!

¿Será que me está invadiendo el Espíritu de Navidad?


El imagen es la "Madonna del libro", una tapicería localizada ahora en Bélgica. Fue tomado de: http://www.theantiqueandtextileshouse.net/libro.htm .


Foto tomado de: http://www.mountain-images.co.uk/

jueves, 6 de diciembre de 2007

Technology and investment / Tecnología e inversiones

English

This is a reproduction of an important article by Naomi Klein that I found at this address: http://www.truthout.org/docs_2006/113007O.shtml. I have translated it to Spanish below.

Forget the Green Technology - the Hot Money Is in Guns
By Naomi Klein
The Guardian UK
Friday 30 November 2007


Far from saving us from catastrophe, the market is developing fortresses to shield the haves from the victims of the future.

Anyone tired of lousy news from the markets should talk to Douglas Lloyd, a director of Venture Business Research, which tracks trends in venture capitalism. "I expect investment activity in this sector to remain buoyant," he said recently. Lloyd's bouncy mood was inspired by the money that is gushing into private security and defence companies. He added: "I also see this as a more attractive sector, as many do, than clean energy."

Got that? If you are looking for a sure bet in a new growth market, then sell solar and buy surveillance: forget wind, buy weapons.

This observation - coming from an executive who is trusted by such clients as Goldman Sachs and Marsh & McLennan - deserves particular attention in the run-up to the United Nations climate change conference, which takes place in Bali next week. There, world environment ministers are supposed to come up with the global pact that will replace the Kyoto agreement.

The Bush administration, still roadblocking firm caps on emissions, wants to let the market solve the crisis. "We're on the threshold of dramatic technological breakthroughs," the American president assured the world last January, adding: "We'll leave it to the market to decide the mix of fuels that most effectively and efficiently meet this goal."

The idea that capitalism can save us from climate catastrophe has powerful appeal. It gives politicians an excuse to subsidise corporations rather than to regulate them; and it neatly avoids a discussion about how the core market logic of endless growth landed us here in the first place.

The market, however, appears to have other ideas about how to meet the challenges of an increasingly disaster-prone world. According to Lloyd, the really big money - despite all the government incentives - is turning away from clean-energy technologies, and is banking instead on gadgets that promise to seal wealthy countries and individuals into hi-tech fortresses. Key growth areas in venture capitalism are private security firms selling surveillance gear and privatised emergency response. To put it simply, in the world of venture capitalism, there has been a race going on between greens on the one hand, and guns and garrisons on the other - and the guns and garrisons are winning.

According to Venture Business Research, last year North American and European companies developing green technology were neck and neck in the contest for new investment with those companies that focused on "homeland security" and weaponry: green tech received $3.5bn (£1.7bn), and so did the guns-and-garrisons sector. But this year, guns and garrisons have suddenly leapt ahead. The greens have received $4.2bn, while the garrisons have nearly doubled their money, collecting $6bn in new investment funds. And 2007 isn't over yet.

This trend has nothing to do with real supply and demand, since the demand for clean-energy technology could not be higher. With oil now reaching nearly $100 a barrel, it is clear that we badly need green alternatives, both as consumers and as a species. The latest report from the Nobel prize-winning UN Intergovernmental Panel on Climate Change was characterised by Time magazine as "a final warning to humanity", while a new Oxfam report makes it clear that the recent wave of natural disasters is no fluke: over the past two decades, the number of extreme weather events has quadrupled. Conversely, this year has seen no major terrorist events in North America or Europe, there are hints of a United States troop drawdown in Iraq, and, despite the relentless propaganda, there is no imminent threat from Iran.

So why is "homeland security", not green energy, the hot new sector? Perhaps because there are two distinct business models that can respond to our climate and energy crisis. We can develop policies and technologies to get us off this disastrous course. Or we can develop policies and technologies to protect us from those we have enraged through resource wars and displaced through climate change, while simultaneously shielding ourselves from the worst of both war and weather. (The ultimate expression of this second option is in Hummer's new television adverts: the gas-guzzler is seen carrying its cargo to safety in various disaster zones, followed by the slogan "HOPE: Hummer Owners Prepared for Emergencies". It's a bit like the Marlboro man doing grief counselling in a cancer ward.) In short, we can choose to fix, or we can choose to fortress. Environmental activists and scientists have been yelling for the fix. The homeland security sector, on the other hand, believes the future lies in fortresses.

Though 9/11 launched this new economy, many of the original counterterrorism technologies are being retro-fitted as privatised emergency response during natural disasters - Blackwater pitching itself as the new Red Cross, firefighters working for insurance giants. By far the biggest market is the fortressing of Europe and North America - Halliburton's contract to build detention centres for an unspecified immigration influx, Boeing's "virtual" border fence, biometric ID cards. The primary targets for these technologies are not terrorists but migrants, an increasing number of whom have been displaced by extreme weather events such as the recent floods in the Mexican state of Tabasco, or the cyclone in Bangladesh. As climate change creates more landlessness, the market in fortresses will increase dramatically.

Of course, there is still money to be made from going green; but there is much more green - at least in the short term - to be made from selling escape and protection. As Lloyd explains: "The failure rate of security businesses is much lower than clean-tech ones; and, as important, the capital investment required to build a successful security business is also much lower." In other words, finding solutions for real problems is hard, but turning a profit from those problems is easy.

Bush wants to leave our climate crisis to the ingenuity of the market. Well, the market has spoken: it will not take us off this disastrous course. In fact, the smart money is betting that we will stay on it.

Español

Esta es una traducción al español de un artículo importante de Naomi Klein que enontré en la dirección: http://www.truthout.org/docs_2006/113007O.shtml .


OLVÍDESE DE LA TECNOLOGÍA VERDE - EL DINERO CALIENTE ESTÁ EN ARMAS
de Naomi Klein
The Guardian, Reino Unido Viernes, El 30 De Noviembre, 2007


Lejos del salvarnos de la catástrofe, el mercado está desarrollando fortalezas para blindar los ricos de las víctimas del futuro.

Quienes están cansados de las horribles noticias sobre los mercados, deben hablar con Douglas Lloyd, director de Venture Business Research, que sigue las tendencias en el capitalismo. Dice: "Anticipo que la actividad de inversión en este sector seguirá a flote." El humor alegre de Lloyd fue inspirado por el dinero abundante que entra en las compañías privadas de la seguridad y de la defensa. Él agregó: "también veo esto como el sector más atractivo, mucho más que el de la energía limpia."

¿Entendió eso? Si usted está buscando una buena y segura oportunidad en un nuevo mercado del crecimiento, entonces venda lo que tiene en energía solar y compra la vigilancia: olvídese del viento, compre armas.

Esta observación - viniendo de un ejecutivo en que confían clientes tales como Goldman Sachs y Marsh y McLennan - merece atención especial en inicio de a la conferencia sobre cambio climático de las Naciones Unidas, que ocurrirá en Bali la semana próxima. Allí, se supone que los ministros del ambiente del mundo producirán un pacto global que substituirá el acuerdo de Kyoto.

La administración de Bush, que sigue demorando en la fijación de límites con respecto a emisiones, desea dejar que el mercado solucione la crisis. "Estamos en el umbral de dramáticos descubrimientos tecnológicos," aseguró el presidente estadounidense el pasado enero, y añadió: "lo dejaremos al mercado para decidir la mezcla de combustibles que alcanzará esta meta de manera más eficaz y eficiente."

La idea que el capitalismo puede salvarnos de la catástrofe climática tiene su atractivo. Da a políticos una excusa para subvencionar las corporaciones más bien que para regularlas; y evita olímpicamente una discusión sobre cómo la lógica central del mercado que se basa en el crecimiento ilimitado produjo el problema desde el principio.

Parece que el mercado, sin embargo, tiene otras ideas sobre cómo resolver los desafíos de un mundo cada vez más propenso al desastre. Según Lloyd, el dinero realmente grande - a pesar de todos los incentivos del gobierno – se aleja de las tecnologías limpias, y está ubicando sus apuestas en aparatos que prometen aislar los países y a individuos ricos en fortalezas de alta tecnología. Las áreas dominantes de crecimiento en capitalismo son las firmas de seguridad privadas que venden equipos de vigilancia y respuestas privatizadas para afrontar emergencias. Para ponerla simplemente, en el mundo del capitalismo, ha habido competencia entre los verdes por un lado, y los armas y las guarniciones por otro - y los armas y las guarniciones están ganando.

Según Venture Business Research, el año pasado compañías estadounidenses y europeas que desarrollaban las tecnologías verdes se empataban en la competencia para nuevas inversiones con las compañías que ofrecen "seguridad para la patria" y armamento: ambos (los sectores de la tecnología verde y el de armas y guarniciones) recibieron $3.5bn (£1.7bn). Pero este año, armas y guarniciones han estado ganando. Los verdes recibieron $4.2bn, mientras las guarniciones casi han doblado su dinero, llegando a recoger $6bn en fondos en inversión nuevos. Y el 2007 no ha terminado todavía.

Esta tendencia no tiene nada ver con las dinámicas verdaderas de oferta y demanda, puesto que la demanda para la tecnología limpia no podría ser más alta. Con el petróleo ahora alcanzando casi $100 por barril, está claro que necesitamos alternativas verdes urgentemente, como consumidores y como especie. La Revista Time describió al último informe del ganador del Premio Nobel, el panel intergubernamental de la O.N.U sobre el cambio climático como "la advertencia final para la humanidad", mientras que un nuevo informe de Oxfam deja en claro que la frecuencia reciente de desastres naturales no trata de una coincidencia: en las últimas dos décadas, el número de los acontecimientos climáticos extremos ha cuadruplicado. No obstante, este año no ha habido ningún incidente importante de terrorismo en los Estados Unidos o Europa, y hay indicios que habrán reducciones en las tropas de los Estados Unidos en Irak, y, a pesar de la propaganda implacable, no hay una amenaza inminente con respecto a Irán.

¿Entonces por qué es que el nuevo “sector caliente” está en la "seguridad de la patria", y no en la energía verde? Quizás porque hay dos modelos distintos de negocio que pueden responder a nuestra crisis de clima y energía. Podemos desarrollar políticas y tecnologías para alejarnos de esta trayectoria desastrosa. O podemos desarrollar las políticas y las tecnologías para protegernos contra aquellos que hemos enfurecido con guerras de rapiña para conseguir recursos y las personas que hemos desplazado debido al cambio climático…. En resumen, podemos elegir arreglar las cosas, o podemos elegir fortalecernos. Los activistas y los científicos ambientales han estado gritando a favor del arreglo. El sector de la seguridad de la patria, por otra parte, cree que el futuro se encuentra en las fortalezas.

Aunque el 9/11 motivó esta nueva economía, muchas de las tecnologías originales de la lucha contra el terrorismo están siendo adaptadas de las experiencias privatizadas desarrolladas durante desastres naturales – Blackwater se modela en la nueva Cruz Roja, hay bomberos que trabajan para las grandes compañías de seguros. El mercado más grande es el blindaje de Europa y los Estados Unidos – el contrato de Halliburton para construir centros de detención para un influjo no especificado de inmigrantes, la cerca "virtual" de la frontera de Boeing, tarjetas biométricas de identificación. Los blancos primarios para estas tecnologías no son terroristas sino inmigrantes, y muchos de ellos han sido desplazados por los acontecimientos extremos de clima, tales como las inundaciones recientes en el estado mexicano de Tabasco, o el ciclón en Bangladesh. Mientras el cambio climático crea más personas sin tierra, el mercado en blindaje aumentará dramáticamente.

Por supuesto, se puede ganar dinero de inversiones verdes; pero hay mucha más ganancia - por lo menos en el corto plazo – en los negocios de blindaje. Como explica Lloyd: "el porcentaje de fracasos en seguridad es mucho más bajo en los negocios de la seguridad que en las tecnologías limpias; y, de igual importancia, la inversión de capitales requerida para construir un buen negocio de la seguridad es también mucho más baja." Es decir encontrar las soluciones para los problemas verdaderos es duro, pero es fácil conseguir ganancias a partir de esos problemas.

Bush desea dejar nuestra crisis climática a la ingeniosidad del mercado. Bien, el mercado ha hablado: no nos desviará de este camino desastroso. De hecho, el dinero elegante está apostando a que permaneceremos en él.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Fruits of our Election / Ganancias electorales


I agree with Teodoro Petkoff and other journalists in their apprecia-tion of the benefits associated with Venezuela’s recent electoral experience: everybody wins. On one hand the government finally has been established as democratic and respectful of popular will. Also, within the "process" dissidence is possible. And finally that ominous constitutional reform was defeated. What else can we ask for?

Definitively the gods love Venezuela. They gave us petroleum, sources of unsalinated water, an eternal springtime, and a continuing desire and quest for peace and coexistence. Whenever there have been really dangerous situations in the last few years, something has happened to ameliorate it. For example, some years ago in one of the crisis between this country and Colombia, soldiers were dispatched to the border- It so happened, however, that a woman had a baby right on a bridge between the two nations, and they celebrated that nativity like two previously estranged parents newly reunited around the cradle.

Now, yes, if the Venezuelans want to, they can turn a sterile antagonism into a mutual growth policy. First within the revolutionary "process" it is necessary to cultivate dissidence, not to fight it. If they do that, they can last for a long time as an active force for change, and if not, their movement will die out. Nobody likes to be a pawn in a chess game, and it will be necessary to debate and criticize the "revolution" from within.

However, until now the government has not learned this simple fact. Today the President called the election results "excrement" (to use a milder term). Yesterday in the Bolivarian University (UBV) the authorities harangued the students all day at full volume with megaphones in the hope of putting them back on ideological track. Bad decision, because for a while the government can play the guilt card hoping to coax the faithful back into the coral, but sooner or later the students' resentments will reappear in other elections.

On the other hand, the Opposition must assume its proper role. It is necessary to produce counterproposals that attract the electorate -and not to behave like babies holding their breathing. It is necessary to vote; it is necessary to participate in debates, and it is necessary to generate new social projects. I offer, for example a suggestion: it is necessary to construct a Social Security system in the form of an independent and corruption-free institution that offers health and well-being. If the "missions" have support, it is because in pre-revolutionary years there was no protection for the masses of people. The structural faults of the missions must be examined seriously and sincerely because now they depend on the capricious will of the executive branch, and therefore, on the president.

Imagine a Social Security system managed by laws that really protects people’s health and old-age. We must recognize that we live in a class society, and sometimes we think that the disadvantaged deserve their fate. That is to say, that the worthy ones will go to the university and will assume middle-class roles simply because of their merits. This is not true; for many reasons poverty begets more poverty.

We should emulate successful systems like those in Canada, the Scandinavian countries and Holland. I celebrate the appearance of the students who have questioned the constitutional reform in street demonstrations: they are almost a reproduction of the “1928 Generation" in Venezuela. But these young people are still immature and need as guides people with political experience. Where they are these guides?



Español

Estoy de acuerdo con Teodoro Petkoff y otros periodistas en su apreciación de los beneficios asociados con la reciente experiencia electoral en Venezuela: todo el mundo podría salir ganando. Por un lado el gobierno está finalmente establecido como democrático y respetuoso de la voluntad popular. Por otro, dentro del “proceso” se abrió la posibilidad de disidencia. Y finalmente se impugnó aquella nefasta reforma. ¿Qué más se puede pedir?

Definitivamente los dioses aman a Venezuela. Le dieron petróleo, fuentes de agua dulce, un clima de primavera y la perseverancia para de paz y convivencia. Cada vez que ha habido de verdad un peligro en los últimos años, algo ha ocurrido para descartarlo. Por ejemplo, hace algunos años cuando hubo una crisis entre este pueblo y Colombia y se comenzó a ubicar soldados en la frontera, una mujer dio luz en un puente entre los dos países. Las dos naciones celebraron aquel parto como dos padres que habían peleado pero en el momento estaban reunidos alrededor de un alumbramiento milagroso –y se reconciliaron.

Ahora, sí, si los Venezolanos quieren hacerlo, pueden convertir un obstáculo maniqueísta y estéril en una política de crecimiento mutuo.

Primero dentro del “proceso” hay que cultivar la disidencia, no combatirla. Si lo hacen, pueden durar bastante tiempo como una fuerza viva para el cambio, y si no, van a obligar la muerte de su movimiento. A nadie le gusta que le traten como peones en un juego de ajedrez, y es necesario abrir debates y reflexiones críticas dentro de la “revolución”.

Sin embargo, hasta el día de hoy no he visto que el gobierno haya aprendido esto. Hoy el Presidente llamó “mierda” a los resultados electorales. Ayer en la Universidad Bolivariano (UBV) las autoridades arengaron los estudiantes todo el día con megáfonos a todo volumen para tratar de devolverles al pensamiento único. Mala decisión, porque por un tiempo los dirigentes pueden sobrevivir a cuenta del sentido de culpa de los fieles a su movimiento y esperar que los escépticos vuelvan al redil, pero tarde o temprano sus resentimientos surgirán en elecciones y otras muestras de desacuerdo.

Por otro lado, la Oposición tiene que asumir el cometido que les corresponde. Es necesario producir contra-propuestas que atraen al electorado y no actuar como niños aguantando la respiración. Hay que votar, hay que participar en debates, hay que generar proyectos. Una sugerencia mía: hace falta construir un Seguro Social como un instituto autónomo y libre de corrupción que ofrece salud y bienestar de manera concluyente. Si las “misiones” tienen acogido, es porque anteriormente no ha habido protección para las masas de personas. Las fallas estructurales de las misiones tienen que examinarse con sinceridad y seriedad porque satisfacen algunas necesidades sentidas, pero obedecen a la voluntad caprichosa de la rama ejecutiva del gobierno, y por ende, a la figura del presidente. Imagínense un sistema de Seguro regido por una ley que protege de verdad a la salud y la vejez.

Y tenemos que reconocer que muchas de las quejas de los “pobres” tienen fundamento. Vivimos en una sociedad de clases y a veces pensamos que los menos aventajados merecen las condiciones en que viven, es decir, que los meritorios irán a la universidad y asumirán papeles en la clase media simplemente por que son más valerosos que los demás. Esto no es cierto; por muchas razones la pobreza genera más pobreza. En la clase media debemos estar mirando y copiando a sistemas exitosos como los de Canadá, Holanda y los países escandinavos y dejar de quejarnos de la agresividad de las clases bajas.

Celebro la aparición de los estudiantes que han cuestionado la reforma en la calle y con el micrófono: son casi una nueva generación del ‘28. Pero son inmaduros todavía y necesitan de la guía de personas más curtidas en la política. ¿Dónde están estas personas? Cuando apareció la vieja guardia de la Oposición en la televisión la noche del domingo electoral (como Ledezma, por ejemplo), pensé, ¡No puede ser! Son los mismos roñosos que nos han conducido a esto. Se me ocurren nombres de personas rectas y capaces para reemplazar a aquellos dinosaurios pero no los voy a escribir aquí. No sin su permiso.
 
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