sábado, 23 de julio de 2011

Noruega, terrorismo y sociedades abiertas


Acabo de leer uno de las publicaciones de John Le Carré, “Un hombre más buscado”, y aunque el libro sea un misterio intrigante, no deja de tener algunas reflexiones interesantes. Tal vez la principal es el contraste sombrío entre diferentes tácticas de espionaje usadas por agencias antiterroristas distintas según su nacionalidad.

En el argumento principal el autor pregunta qué hacer con los potencialmente peligrosos infiltradores de Yihad en el Oeste, en este caso Alemania.

Nosotros, los lectores, llegamos a conocer una persona que los agencias de seguridad sospechan, Issa Karpov, un joven de ascendencia chechena que ha sido horriblemente maltratado en Turquía, y que ha logrado introducirse de contrabando a la ciudad de Hamburgo. Allí le ayudan varias personas, un banquero, Tommy Brue, el dueño del Banco Brue Frerès, y una abogada, Annabel Richter, quienes sienten afecto por él. Intentan resolver algunos de los múltiples problemas de Issa, especialmente su necesidad de papeles para quedarse legalmente en el país para que pueda eventualmente lograr su sueño de estudiar medicina.

Uno de los personajes es un oficial de la inteligencia británica, Brachmann. Su razonamiento es sutil y su deseo es desactivar a una crisis potencialmente peligrosa para que todo el mundo pueda vivir en paz. Pero otras agencias emplean la filosofía del pistolero-más-rápido-del-Oeste que finalmente destruye todo. En las últimas páginas aparece el recurso de “rendición extraordinaria”, y vidas enteras se hacen añicos.

Cuento esta historia porque Noruega también puede sucumbir a la fantasía de la seguridad nacional que permite lo que sea a fin de protegerse contra las realidades y espejismos del terror.

Lo que pasó ayer en Noruega no tuvo relación con el terrorismo islámico sino con otro tipo de intimidación en que jóvenes de origen local destruyen vidas y propiedad. Los noruegos tuvieron su propio Timothy McVeigh, (un joven de la derecha extrema que empleó una bomba para destruir un edificio del gobierno en Oklahoma City y en el proceso, matar a 168 personas). Su retrato está a la derecha.

Parece que su versión noruega se llama:  Anders Behring Breivik, un ultra-derechista que odia al mestizaje cultural. Su retrato está a la izquierda de esta página. Sus causas no son iguales a las de McVeigh, porque los tiempos han cambiado para quienes practican el odio. Ahora no se trata sólo del derecho de portar armas y desconfianza con respecto a un gobierno central, sino del rechazo al multiculturalismo, especialmente las que provienen del medio-oriente.

Noruega ha sido siempre un país abierto y democrático. Sería una lástima si, motivado por esta tragedia, su sociedad se cerrara como hizo la de los Estados Unidas, convirtiéndose en una colectividad que tolera tortura clandestina, detención sin juicio y mentiras por parte de su gobierno.

Espero que algún día podamos todos usar los mismos términos para referir a “nosotros” y “ellos”.

Referencias:

¡. foto de Timothy McVeigh: http://www.nowpublic.com/world/terrorist-timothy-mcveigh
2. Foto de Anders Behrign Breivik: http://www.elpais.com/articulo/internacional/hombre/odiaba/muerte/Islam/mestizaje/cultural/elpepuint/20110723elpepuint_7/Tes
 
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