A veces viene el gran Issac.
De luto severo,
De sombrero certero,
de alas fornidas,
nervudo, sumido,
ávido de agua,
de frutas se empalaga,
pico en alto, se viste de frac.
Los chiquillos, París y Helena,
almuerzan unidos.
Se tienden, recogidos,
quietos, cercanos y
tumbados en los granos;
cantan coplas a la tarde serena.
Con bellas plumas de ambarino
Zacarías, se sacude,
nervioso, fuerte,
siempre se divierte.
Viene y se va,
Majestuoso, cauteloso, fino.