martes, 25 de marzo de 2008
Tropical diplomacy / sainete tropical
English
In a conversa-tion with a friend last night we recognized the importance of “tropical diplomacy” in peace-keeping. What motivated our reflections was the recent (des)encounter between Chávez and Uribe regarding Colombia’s bombing of the FARC guerrilla camp in Ecuador.
I don’t want to give the impression of laughing when one country bombs a neighbor and supposed ally. What happened between Colombia and Ecuador was a serious matter. The tropical diplomacy happened latter when Venezuela closed its borders with Colombia, moved troops to the boundaries, and retired its diplomatic representation from Bogota. This burlesque was magnificently accompanied by mutual insults in high soprano between the two presidents, only to end in fraternal embraces and a declaration that “nothing really happened here at all”.
Don’t think that this comic presentation was just a hilarious show, however. Rather one has to interpret it as similar to the gravediggers' jokes and songs in Hamlet before preparing Ophelia’s grave. That is, it was comic relief in a very serious play.
In the Colombian-Venezuelan burlesque there were supposedly three performers: Colombia, Ecuador and Venezuela. But there is evidence for the participation of a fourth actor, this one not so silly. Kintto Lucas says, in an article published by Inter Press Service and later reproduced by Common Dreams, that a U.S. military source has declared that,
“The military officer said the bombing raid in Ecuadorian air space was actually led by U.S. pilots, possibly from DynCorp,” a U.S.-based private military contractor that has contracts under Plan Colombia.
The autor goes on to say that,
“Since Plan Colombia was launched in 2000, a strategic alliance between the United States and Colombia has taken shape, first to combat the insurgents and later to involve neighbouring countries in that war…”
If this is true, we have to be thankful for tropical diplomacy. The actors may be complicated and even corrupt, but they understand the grey areas of international relationships. It may have been an almost Shakespearean incident that has saved us all from a real tragedy.
Español
Hablando con una amiga anoche reconocimos el papel del sainete tropical en el mantenimiento de la paz.
La manifestación más reciente fue el (des)encuentro entre Chávez y Uribe sobre el bombardeo del campo de los FARC en el Ecuador.
No quiero dar la impresión de burlar de una incursión militar en el territorio de un vecino y supuesto aliado. Este incidente central fue una clara y seria violación de un espacio soberano. El sainete ocurrió después cuando Venezuela cerró sus fronteras con Colombia, movilizó tropas a la frontera y retiró su representación diplomática de Bogotá, acciones aparentemente burlescas acompañadas magistralmente por los insultos mutuos y en dueto de los dos mandatarios de los países respectivos, exhibiciones que terminaron luego en abrazos y un “aquí no ha pasado nada”.
No vayan a creer que dicha presentación cómica fuera sólo hilaridad, más bien hay que interpretarla como algo similar a las bromas y cantos de los sepultureros antes de cavar la tumba de Ofelia en “Hamlet”, es decir, un momento de comicidad en una obra posiblemente trágica.
En el sainete colombo-venezolano supuestamente hubo tres comediantes: Colombia, Ecuador y Venezuela. Pero hay evidencia de la participación de un cuarto actor, éste no tan cómico y bonachón. Dice Kintto Lucas en un artículo publicado por Inter Press Service y luego reproducido por Common Dreams, que una fuente militar de los Estados Unidos ha declarado que:
“…el bombardeo del espacio ecuatoriano realmente fue conducido por pilotos estadounidenses, posiblemente de la DynCorp,” una compañía privada basada en los EE.UU. y que opera bajo contrato en el Plan Colombia.”
Añade el autor que su fuente también declaró que:
“Desde el inicio del Plan Colombia en el 2000, se ha formado una alianza estratégica entre los Estados Unidos y Colombia, primero para combatir a los insurgentes y luego para involucrar a los países vecinos en aquella guerra….”
Si esto es cierto, hay que dar las gracias al sainete tropical. También con mi amiga recordamos como en “La muerte de Artemio Cruz” de Carlos Fuentes, el personaje central se asombraba de la incapacidad de sus socios estadounidense de ver los matices grises de los asuntos financieros: Artemio era corrupto en todo: en la revolución mexicana, en sus negocios y en sus amores, pero entendía la complejidad del mundo.
En el caso actual el sainete tropical y casi shakespeareno nos ha salvado de una tragedia verdadera.
References / Referencias:
1. Kintto Lucas' Article and photo of FARC camp in Common Drams/ Artículo de Kintto Lucas y foto del campamiento de los FARC en Common Dreams: http://www.commondreams.org/archive/2008/03/24/7848/
2. Image of Hamlet's gravediggers / imagen de los sepultureros en Hamlet: http://cgi.ebay.com/Hamlet-Gravediggers-Dagnan-canvas-frame_W0QQitemZ150228702923QQcmdZViewItem?IMSfp=TL0803230837a24495#ebayphotohosting
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