viernes, 1 de enero de 2016
La ciencia y la democracia
Acabo de presenciar un “re-run” de la entrevista que Charlie Rose hizo con Neil deGrasse Tyson. Hay tanto en ella que se puede comentar, pero ahora me limitaré a un comentario que hizo –frente a un extracto de otra entrevista con Carl Sagan- sobre el papel de la ciencia en la democracia.
Dijo la democracia requiere ciertas condiciones previas relacionadas con la ciencia; menciono dos elementos primordiales:
a) la actitud y desconfianza de la pregunta científica: en ella no hay verdades sino interrogaciones frente a los cuales se elaboran respuestas tentativas, y
b) respuestas adecuadas dado el momento de la interrogación.
Mi interpretación es: no hay como legislar sin que los legisladores de los países democráticos tengan una cultura mínima sobre el significado del calentamiento global, el significado de la inteligencia artificial, el desarrollo de enfermedades inmunes a los antibióticos actuales, y el significado de las vacunas, los conocimientos actuales sobre la agresión al nivel neuronal. Hay otras preguntas cuyo sentido los legisladores deben por lo menos entender: a) ¿estuvo equivocado Malthus? b) ¿de qué manera puede ser sustentable el planeta? y c) ¿qué es la inteligencia?
Que quede claro: las listas no son completas.
Antes de cerrar este comentario quiero decir que Carl Sagan –por medio de sus libros- es un héroe para mí en el sentido más profundo del término. Muy cerca de atrás viene el Dr. Tyson. Los dos representan personas que han tenido como parte de su propósito en la vida educarnos sobre lo más grande y bello de la ciencia.
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