miércoles, 31 de enero de 2018
Todo esto también es salvajismo.
Esta mañana le di un aventón a un muchacho estudiante de geología, dese la USB por el Autopista hasta el comienzo de la Panamerica.
Íbamos comentando sobre la degradación física de la ciudad donde se acumula la basura por montones y donde siempre hay gente hurgando en ella para buscar comida o algo útil que ya le es imposible comprar.
Pensé en la arquitectura fascista de Alemania en el Tercer Reich, y restos de construcciones hechas por Pinochet en Chile -que vi un poco después de su caída del poder-. Estos regímenes dejaron huellas pesadas, tétricas y lúgubres que nos recuerdan de su crueldad y avaricia del poder. Aquella arquitectura queda como un retrato del salvajismo que ciertas condiciones sociales y económicas son capaces de engendrar.
Pero en Caracas casi no se ven estos rastros de la prepotencia militar, con la posible excepción de algunos edificios en la Fuerte Tiuna. Más que construcciones prepotentes y avasalladoras, en nuestra ciudad uno percibe y huele podredumbre, hedor, inmundicia y despojos. Todo esto también es salvajismo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)