domingo, 28 de julio de 2013

Encuentro de pasillo con el Dr. Manuel Llorens


 
El encuentro el jueves pasado en el pasillo de la Escuela de Psicología, UCV, con el Dr. Manuel Llorens fue una experiencia fascinante y comovedor. ¡Gracias, Manuel, y gracias a los alumnos y profesores que asistieron! Qué bueno saber que exista tanta curiosidad, inquietud intelectual y deseo de entender el mundo entre estos jóvenes.

Los temas discutidos eran esperanzadores: hablamos de cómo las mujeres del vecindario de Catuche se organizaron para eliminar la violencia en su barrio. Manuel nos contó como una mujer que había perdido dos hijos, uno tras el otro debido a una larga y dolorosa rivalidad entre dos sectores de la zona -que había durado por varias generaciones- pudo decir, al perder el último “¡Que no vengan la muerte de mi hijo! ¡Que cese esta violencia!”

Y desde esta muestra de entereza,  integridad y fortaleza de carácter las demás madres pudieron organizar y negociar con los hijos de ambos lados, y así lograron traer paz a su comunidad.

Manuel, como testigo privilegiado, nos relató la experiencia, la que tal vez podría generalizarse a otras zonas.
 

Morgan Freeman and military research / Morgan Freeman e investigación militar

English
(Español abajo)


Morgan Freeman, en his usually wonderful program, ”The Greatest Mysteries of the Universe”, became much too rationally disengaged in the last episode presented on Direct TV here in Venezuela.

In a program dedicated to the brain’s analytic capacity and its possibilities for improvement in this respect, he showed how electrical stimulation can enhance pattern recognition abilities. The problem is that the patterns the scientists were working on had to do with electronic displays of the kind used by the military to choose which “insurgents” to “eliminate”  during drone attacks.

Mr. Freeman is usually sensitive to human concerns like the dubiousness –if not the outright immorality- of this kind of warfare. I believe, that if presented, this type of research should be at least be questioned on his program.

In general this is a big problem for science. Research, even purely technical examination, has three moments of high subjectivity: a) when the investigative problem is chosen, b) when the hypotheses are elaborated, and c) when the results are “discussed” at the end of scientific papers.  These are the moments when Dr. Frankenstein (or Julius Robert Oppenheimer ) can introduce themselves into rational inquiries. To be fair, it must be recognized that all science has always been contaminated by war, from Arquimedes to Galileo, from Leonardo da Vinci to Issac Newton, and even to Albert Einstein. Indeed,  the social sciences are not exempt from this: the ex- president of the American Psychological Association Martin Seligman advised officials at Guantanamo Bay prison on how to control the prisoners there using his findings on Learned Helplessness.  
The problem for social communicators like Morgan Freeman is to breach scientific “neutrality” and to at least comment on the problem when the research they cite has nasty connotations.

Español

Morgan Freeman, en su programa “Grandes Misterios del Universo”, que por lo general es una maravilla, se descuidó en el último episodio cuando presentó evidencia sobre la capacidad analítica del cerebro y las posibilidades que ella tiene para mejorar;  mostró cómo la estimulación eléctrica puede aumentar la capacidad de reconocimiento de patrones. El problema es que los patrones que el Sr. Freeman presentó incluyeron imágenes electrónicas del tipo utilizado por los militares para elegir cuáles "insurgentes" van a ser "eliminados" durante los ataques con aviones no tripulados, es decir los drones.
El Sr. Freeman suele ser sensible a las preocupaciones humanas, pero en mi opinión en el caso que menciono, erró; se trata de indagaciones dudosas, inclusive inmorales de investigación militar. Yo creo, que hace falta cuestionar este tipo de información cuando se la presente en un programa de esta clase.
En general, se trata de un gran problema para la ciencia. La investigación, aun de la que es puramente técnica, tiene tres momentos de gran subjetividad: a) cuando el problema de investigación que se elija, b) cuando se elaboran las hipótesis y c) cuando los resultados se "discuten" al final de los trabajos científicos.

Estos son los momentos en que el Dr. Frankenstein (o Julius Robert Oppenheimer) puede introducirse en lo que simula ser racional. Para ser justo, hay que reconocer que toda la ciencia siempre ha sido contaminada por la guerra: desde Arquímedes a Galileo, desde Leonardo da Vinci a Issac Newton e incluso a Albert Einstein. De hecho, las ciencias sociales no son inmunes a esta corrupción: el ex presidente de la Asociación Americana de Psicología, Martin Seligman aconsejó a los funcionarios de la prisión de Guantánamo para lograr controlar los prisioneros allí con respecto al uso de la indefensión aprendida.
El problema para los comunicadores sociales, como Morgan Freeman es la necesidad de romper con la "neutralidad" científica, y por lo menos comentar cuando la investigación se citan tiene connotaciones desagradables.

 
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