-Karen Cronick
Hoy alguien me hizo una pregunta: Si un líder político no
tiene oposición ¿es necesariamente un dictador?
Quisiera reflexionar sobre esto. Hay varias estructuras
políticas que caben aquí: gobierno por consenso, dictadura y democracia sin
oposición. El primer caso, el consenso, normalmente está restringido a grupos
pequeños en que sus miembros pueden conversar cara-a-cara sin intermediarios.
Pero existe una condición previa, y es que los participantes tienen que llegar
primero a un acuerdo, y esto normalmente implica concesiones y compromisos.
El segundo caso, una dictadura, puede quedarse sin una
oposición efectiva, pero en tal caso lo usual es que quienes se oponen al poder
central han sido efectivamente eliminados por tácticas de terror, encarcelamiento
o el asesinato.
El último caso, una democracia, supone que la población esté
representada por delegados que debatan los asuntos legales y políticos que
les afectan, y la decisión final de estos intercambios quedará registrada como
una ley o una resolución con peso legal. En este caso el debate previo es
primordial. Busqué en Google, pero no pude encontrar un solo caso de una votación
totalmente unánime en el Congreso de los Estados Unidos, Canadá o en la Unión Europea.
Esto quiere decir que las democracias no tienden nunca al consenso. Pero su esencia
es la posibilidad de desacuerdos con respeto sin violencia. Los monumentos físicos
a esta institución son precisamente las cámaras de debate, el semicírculo de puestos
donde los participantes tengan la libertad de debatir hasta llegar a un momento
de una votación en el cual un lado de la contienda ganará y el otro perderá. Y
se supone que este resultado represente la voluntad de la población.