sábado, 10 de mayo de 2025

Ay, ay, ay, Delilah

 


K. Cronick

Hace algunos meses vi un video de un gran grupo de personas en un concierto en un espacio abierto. Su edad promedio probablemente era unos 50-60 años. El cantante comenzó a cantar la canción “Ay, ay, ay, Delilah”, cuya letra es trágica; se trata de un hombre que mata a su amante después de darse cuenta que ella está siendo infiel, y luego, lamenta tanto la traición de ella, como la pérdida de su amor.  Se trata de una música conocida, popular en los años 60 del siglo pasado.

Lo interesante de esta historia es que el público comenzó a cantar junto con el cantante, pero no como participantes en una leyenda musical trágica, sino como algo lírico y alegre, moviéndose con el ritmo suave y sonriendo juntos con este momento de comunicación cultural. Era un acto de unión patrimonial, y acopamiento alegre.

Realmente me asombró ver como estas personas participaran en la melodía y el suave ritmo, olvidándose del drama amargo que la canción recordaba. Es un fenómeno colectivo que se ve con frecuencia, cuando las personas “escogen” las partes de la realidad compartida que van a celebrar, descartando sus aspectos incómodos.

Esto pasa también en la música culta.

En un artículo sobre la empatía escribí esto:

“A veces ocurre una extraña mezcla de significación compleja y música donde la experiencia empática casi nos engaña. En el acto final de “Turandot” de Giacomo Puccini,   la aria Nessun dorma (Que nadie duerma) es una pieza para la voz tenor. Pareciera una canción de amor, y hablando por mí, la oigo así. Pero es cantada por el personaje de un aventurero príncipe (Calàf) que ha perdido su reino, y anda por toda la China como un amargo mendigo de realeza. Entra en el reino de Pekín, y ve a la princesa Turandot que está en la edad para casarse. Quien se casa con ella se quedará con el reino y evidentemente ella tiene pretendientes. Pero ella les pone pruebas y amenaza a todos con matarlos. El príncipe Calàf “se enamora” de ella perdidamente sólo con verla un instante. El espectador podría sospechar que lo que realmente le atrae a Calàf es la posibilidad de apoderarse del reino si llegase a casarse con ella. Ella quiere matarlo a él también, pero Calàf le reta: si ella puede averiguar su nombre antes del amanecer, él se someterá mansamente a su condena funesta. El problema es que nadie conoce su nombre, excepto su padre Timur y una fiel sirvienta de éste, Liù. Y cuando Turandot se da cuenta que Liù lo sabe, le tortura hasta la muerte para que lo revele. Liú, a pesar de todo, no lo confiesa, y Calàf presencia esta barbaridad sin hacer nada para salvarle a Liù. Realmente Calàf y Turandot son creados el uno para el otro: son iguales en sus salvajismos.” [1] Sin embargo, la aria es conocida en todo el mundo por su belleza casi amorosa.

Nota final: La letra: de “Ay, ay, ay, Delilah” en español e inglés. (https://youtu.be/MIIU9xkGAMs)

Vi la luz en la noche cuando pasé por su ventana

I saw the light on the night that I passed by her window

 

Vi las sombras titilantes del amor en su persiana

I saw the flickering shadows of love on her blind

 

Ella era mi mujer

She was my woman

 

Mientras me engañaba, observaba y perdía la razón

As she deceived me I watched and went out of my mind

 

Ay, ay, ay, Delilah

My, my, my, Delilah

 

Por qué, por qué, por qué, Delilah

Why, why, why, Delilah

 

Podía ver que esa chica no era buena para mí

I could see, that girl was no good for me

 

Pero estaba perdido como un esclavo que ningún hombre podía liberar

But I was lost like a slave that no man could free

 

Al amanecer, cuando ese hombre se fue, yo estaba esperando

At break of day when that man drove away, I was waiting

 

Crucé la calle hacia su casa y ella abrió la puerta

I crossed the street to her house and she opened the door

 

Ella estaba allí riendo

She stood there laughing

 

Sentí el cuchillo en mi mano y ella no rió más

I felt the knife in my hand and she laughed no more

 

Ay, ay, ay, Delilah

My, my, my, Delilah

 

Por qué, por qué, por qué, Delilah

Why, why, why, Delilah

 

Así que antes de que vengan a derribar la puerta

So before they come to break down the door

 

Perdóname Delilah, simplemente no pude soportarlo más

Forgive me Delilah, I just couldn't take anymore

 

Ella estaba allí riendo

She stood there laughing

 

Sentí el cuchillo en mi mano y ella no rió más

I felt the knife in my hand and she laughed no more

 

 

Ay, ay, ay, Delilah

My, my, my, Delilah

 

Por qué, por qué, por qué, Delilah

Why, why, why, Delilah

 

Así que antes de que vengan a derribar la puerta

So before they come to break down the door

 

Perdóname Delilah, simplemente no pude soportarlo más

Forgive me Delilah I just couldn't take anymore

 

Perdóname Delilah, simplemente no pude soportarlo más

Forgive me Delilah I just couldn't take anymore

Delilah



[1] Cita tomado de: Cronick, K. (2024), La empatía: una capacidad en los seres vivos. En L. Mora-Salas (Coord.). Testimonios psicosociales. Cuaderno de Investigación N° 1 - Área Psicología Social. Doctorado en Psicología. CDCH/UCV (En evaluación).

 
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