Hay gente que habla en serio sobre contestar la agresión del gobierno con más balas. Se puede decir que ya estamos en guerra, pero no es lo mismo. La guerra de verdad es brutal y cruel y brutaliza a quienes participan en ella. No hay nada románico en la muerte. Mira la España republicana en la guerra civil: tenían las mejores canciones pero prologaron su miseria con décadas de dictadura. (Y por si acaso: la dictadura de Franco no se terminó debido a la resistencia armada de los españoles; terminó con la muerte natural de Franco, un poco como en el caso de la muerte de Gómez en Venezuela.)
No conozco las canciones de Siria, pero sí he oído de su desgracia.
Hay maneras más inteligentes de protestar que el recurso a los armas. Sólo miren las fotos que andan por Facebook de los colectivos gordos y enmascarados: creen en su causa y piensan que lo que hacen es cheverísimo. Pero al final sólo recoradremos de su proyecto lo ignorante, grotesco e inhumano que ha sido.