martes, 27 de enero de 2009
Niños damnificados
English:: I have a new blog about my "midnight reflections" for English readers: http://thoughts-karen.blogspot.com/.
Español
e decidido separar lo que publico aquí como “pensamientos de medianoche” en dos blogs distintos, uno en español (éste) y uno en inglés http://thoughts-karen.blogspot.com/.
Es un experimento: aunque sé que la mayoría de los lectores de estas pequeñas publicaciones provienen de lugares donde se habla español, quisiera averiguar si las personas que abren este blog desde otros lugares como Europa y los Estados Unidos también leen en este idioma.
Las caras de estos niños han sido desenfocados
para salvaguardar su identidad
Esta noche quisiera hablar de los niños y sus traumas.
Con un grupo de alumnos he estado trabajando en un albergue para damnificados en Caracas. El sábado pasado hicimos un taller para los adultos y paralelamente otras actividades para los niños de 2-12 años. Me preocupó mucho ver la falta de atención que reciben y el grado de desesperación que muestran.
Por un lado andan por el albergue en pequeñas pandillas, cosa que me parece bien porque los grupos controlan sus miembros y les dan seguridad. Pero casi carecen de supervisión adulta. En un caso un niño –debe haber tenido 3 años- pegó a otro, y su víctima –de la misma edad- agarró un trozo puntiagudo de madera con la intención de vengarse. Yo le agarré al segundo desde atrás para impedir esta nueva agresión y le dije en el oído que esto no era aceptable, que soltara su arma y que habláramos para arreglar el asunto. El muchachito era tan fuerte que a mi me costó retenerlo y no pude lograr que dejara lo que a fin de cuentas era su daga; finalmente se alejo con los demás muchachos, todavía con la madera en mano; la banda de amiguitos se encargó entre ellos mismos a apaciguar su ánimo.
En otro momento estuvimos imprimiendo las figuras de nuestras manos cubiertas de pintura sobre papel. Algunos niños no querían pintar, sino llevar los potes de colores para los cubículos donde viven por ahora con sus madres. Habían perdido todos sus juguetes y la necesidad de recuperar algo con que jugar era más fuerte que el deseo de participar en la actividad.
Las carencias afectivas son terribles. Es urgente que se les presta atención antes de que los daños psicosociales sean mayores.
Referencia: Letras ornatas: http://retrokat.com/medieval/leil.htm
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