enezuela recibe mucha mala prensa y nosotros que vivimos aquí nos
desesperamos a veces con las condiciones deplorables de los espacios públicos,
de los debates políticos y del deterioro institucional. Pero creo importante
poner esta situación en contexto.
A los venezolanos estos temas importan mucho. Marchan en las calles,
inclusive confrontan peligros físicos y encarcelación –en cárceles inframundos-
en defensa de sus creencias.
Hay otros lugares que no son así. Aunque haya activistas en otras
partes que cuestionan prácticas como las políticas económicas de austeridad y
los abusos del poder, y a pesar de que se organicen para lograr algunos
cambios, no existe una movilización general de los ciudadanos para mejorar su
nivel de vida y preservar su democracia. Aquí, no, el bienestar económico, la
libertad de prensa e la institucionalidad diáfana importan mucho.
Siento yo, que estemos en un periodo muy especial de cambio
socio-cívico. Hemos ido a tropezones hacia algo nuevo.
¿Qué ha sido esta progresión? La Cuarta República, después de los años
sesenta se atrevió a ignorar los problemas de la pobreza. Luego la Quinta
República la incorporó como algo urgente a atender, y si bien por ahora no
quisiera hablar de los desaciertos que han ocurrido en el proceso de elevar el nivel de bienestar de
la población, por lo menos hasta 2011 el porcentaje de hogares que padecen de
“pobreza crónica” ha ido disminuyendo (datos del INE, 2011). Sin embargo La
Quinta República ha ido irrespetando la institucionalidad, la legalidad y los
requisitos de la democracia.
Lo que viene –ojala- será una convivencia renovada. Ya no hay cómo
ignorar la miseria, y los ciudadanos reclaman garantías de sus líderes de
legitimidad y derecho.
Es una transición, que está ocurriendo en relativa paz si la comparamos
con otros países.
Referencias:
letra ornata: http://retrokat.com/medieval/leil.htm
Instituto Nacional de Estadística (INE), http://www.ine.gov.ve/index.php?option=com_content&view=article&id=376:la-pobreza