martes, 17 de junio de 2025

CRUELTY AS A DIVERSIONARY TACTIC / LA CRUELDAD COMO UNA TÁCTICA DE DISTRACCIÓN

 

Karen Cronick

I have written this in English but a Spanish translation follows immediately.

He escrito estas reflexiones en inglés, pero una traducción al español sigue después.

ENGLISH: CRUELTY AS A DIVERSIONARY TACTIC

A diversionary tactic is something used for distracting other people’s attention from one’s real intentions. In this case we reflect on certain world leaders’ strategic use of cruelty.

We see the extreme cruelty of powerful modern leaders like Donald Trump, Vladimir Putin, Benjamin Netanyahu, Nayib Bukele, Isaias Afwerki (Ethiopia) or Bashar Al-Assad (Syria) among others. They create enemies just for the entertainment of their followers. Then they allow these supporters to mistreat the enemies they have generated. These acolytes can engage in their own power rituals and domination, but they will do so personally with prisons, torments, and firearms. The top bosses themselves do not need to participate directly in this nastiness, because they have all the dominion that they need just watching how their orders are obeyed.

The worst part is, this cruelty is not even the real point. It is simply an instrument for achieving more and more power and more illicit wealth, the way a spoon is used to stir a boiling soup.

Some of this cruelty is not even calculated into the cost of greater power. It just happens, and they can look the other way. Or they can deny that it is happening, for the benefit of those whose empathic levels would not permit them to accept such brutality. They engage in a kind of Orwelian[1] double-talk in which people can accept any side of the exclusion discourse. It becomes a clash of fictious realities which do and do not exist at the same time. They can go to war, bomb out whole populations, create monstrous tragedies, only to add a few more square kilometers to the maps that demonstrate their range of influence.

It´s an old tradition. We saw the same indifference to human wellbeing in Alexander the Great, Julius Caesar, Genghis Khan, and Adolf Hitler.

This behavior may involve social and personal pathologies in which leaders and followers form mutual bonds of unconcern for others to obtain and maintain prerogatives and entitlement. There are certain personality characteristics that make this indifference possible.

For example, Delroy Paulhus and Kevin Williams (2002), wrote about the "Dark Triad" of Machiavellianism, subclinical narcissism, and subclinical psychopathy. This "Dark Triade" is a psychological theory of personality. This theory describes three personality types that, while not truly pathological, do not represent healthy and empathetic personalities. They are capable of producing a lot of social damage.

Di Tella, Veggi,  Benfante, Jolliffe et al (2024) examined some of the traits of the Dark Triad. They specify that:

[These traits] have been associated with dispositions such as egocentrism, manipulativeness, callousness, lack of humility, and aggressiveness [….] In addition to these shared characteristics, each component of the Dark Triad has its own unique features. Machiavellianism is characterized by limited interpersonal warmth, pragmatism, manipulation, and a willingness to take advantage of others [….], with the common associated expression that the ends justify the means […]. Narcissism involves selfishness, a sense of entitlement and superiority, and a need for admiration […]. Psychopathy is associated with high impulsivity, poor emotional reactions and an increased risk of antisocial behaviour […..] More recently, an additional trait (sadism) has been recognized as being part of these dark personality traits, resulting in what is now called the Dark Tetrad. [….] All these personalities are in fact united by the lack of a fundamental interpersonal dimension, namely empathy.

In the end, we are witnessing a certain kind of power struggle. Individuals with certain characteristics that allow them to ignore the suffering of others, form social bonds that permit them to pull an ideological screen between their real intentions, and something they present as a worthy political struggle. Certain groups of people are pointed out as enemies of the true nation. These “enemies” are presented as bad influences that must be eliminated. For those of the general population that accept this rhetoric, this manufactured hatred becomes a political endeavor. Meanwhile, the leaders and their followers steal everyone´s else’s wealth and resources.

 ESPAÑOL: LA CRUELDAD COMO UNA TÁCTICA DE DISTRACCIÓN

Una táctica de distracción es algo que se utiliza para distraer la atención de otras personas de las verdaderas intenciones de uno. En este caso reflexionamos sobre el uso estratégico de la crueldad por parte de ciertos líderes mundiales.

Vemos la extrema crueldad de poderosos líderes modernos como Donald Trump, Vladimir Putin, Benjamín Netanyahu, Nayib Bukele, Isaías Afwerki (Etiopía) o Bashar Al-Assad (Siria) entre otros. Crean enemigos solo para el entretenimiento de sus seguidores. Luego permiten que estos partidarios maltraten a los enemigos que han generado. Estos acólitos pueden participar en sus propios rituales de poder y dominación, pero lo harán personalmente con prisiones, tormentos y armas de fuego. Los propios altos jefes no necesitan participar directamente en estas desgracias, porque tienen todo el dominio que necesitan solo viendo cómo se obedecen sus órdenes.

Lo peor es que esta brutalidad no es el verdadero punto. Es simplemente un instrumento para lograr más y más poder y más riqueza ilícita, de la misma manera que se usa una cuchara para remover una sopa hirviendo en su olla.

Parte de este salvajismo ni siquiera es calculado por los líderes políticos. Simplemente sucede como un efecto secundario de sus procedimientos, y ellos pueden mirar hacia otro lado. O pueden negar que está sucediendo, para el beneficio de aquellos cuyos niveles empáticos no les permitirían aceptar tal brutalidad. Se involucran en una especie de doble discurso orwelliano[2] en el que la gente puede aceptar cualquier lado del discurso de exclusión. Se convierte en un choque de realidades ficticias que existen y no existen al mismo tiempo. Pueden ir a la guerra, bombardear poblaciones enteras, crear tragedias monstruosas, solo para agregar unos pocos kilómetros cuadrados más a los mapas que demuestran su rango de influencia.

Es una vieja tradición. Vimos la misma indiferencia hacia el bienestar humano en Alejandro Magno, Julio César, Gengis Khan y Adolf Hitler.

Algunas conductas pueden implicar motivos sociales y personales en las que los líderes y los seguidores forman lazos mutuos de despreocupación por los demás para obtener y mantener prerrogativas y derechos. Hay ciertas características de personalidad que hacen posible esta indiferencia. Por ejemplo, Delroy Paulhus y Kevin Williams (2002), escribieron sobre la "Tríada” Oscura" del maquiavelismo, el narcisismo subclínico y la psicopatía subclínica. Esta "Tríada " ha sido incoporada en una teoría psicológica de la personalidad. Esta teoría describe tipos de personalidad que, si bien no son verdaderamente patológicos, no representan personalidades sanas y empáticas. Son capaces de producir mucho daño social. Di Tella, Veggi, Benfante, Jolliffe et al (2024) examinaron algunos de los rasgos de esta Tríada. Especifican que:

[Estos rasgos] se han asociado con disposiciones como el egocentrismo, la manipulación, la insensibilidad, la falta de humildad y la agresividad [....] Además de estas características compartidas, cada componente de la Tríada Oscura tiene sus propias características únicas. El maquiavelismo se caracteriza por una limitada calidez interpersonal, pragmatismo, manipulación y disposición a aprovecharse de los demás [...], con la expresión común asociada, de que el fin justifica los medios [...]. El narcisismo implica egoísmo, un sentido de derecho y superioridad, y una necesidad de admiración [...]. La psicopatía se asocia con una alta impulsividad, malas reacciones emocionales y un mayor riesgo de comportamiento antisocial [.....] Más recientemente, se ha reconocido un rasgo adicional (sadismo) como parte de estos rasgos oscuros de la personalidad, lo que resulta en lo que ahora se llama la Tétrada Oscura. [….] De hecho, todas estas personalidades están unidas por la falta de una dimensión interpersonal fundamental, a saber, la empatía.

Al final, estamos asistiendo a un cierto tipo de lucha de poder. Individuos con ciertas características que les permiten ignorar el sufrimiento de los demás, forman lazos sociales que les dejan tirar una pantalla ideológica entre sus verdaderas intenciones y algo que presentan como una lucha política digna. Ciertos grupos de personas son señalados como enemigos de la nación verdadera. Estos "enemigos" se presentan como malas influencias que deben ser eliminadas. Para aquellos de la población en general que aceptan esta retórica, este odio fabricado se convierte en la base de un empeño político. Mientras tanto, los líderes y sus seguidores roban la riqueza y los recursos de todos los demás.

 

 

References / Referencias

Di Tella, M., Veggi. S.,  Benfante, A., Jolliffe, D., Farrington, DP. , Castelli. L. & Zara, G.  (2024). Wandering in the darkness of personality: Empathy, alexithymia and their relationship to the Dark Tetrad. Current Research in Behavioral Sciences, 7, https://doi.org/10.1016/j.crbeha.2024.100160

Paulhus, D. L. and Williams, K.M. (2002). The Dark Triad of personality: Narcissism, Machiavellianism, and psychopathy. Journal of Research in Personality, 36 (6) 556-563, ISSN 0092-6566. https://doi.org/10.1016/S0092-6566(02)00505-6.



[1] Orwelian: used to describe a the discourse of heavily controlled political systems such as George Orwell described in his novel "Nineteen Eighty Four".

[2]orwelliano: es un término usado para describir el discurso que proviene de sistemas políticos altamente controlados tales como fue descrito por George Orwell en su novel “Mil Novecientos Ochenta y Cuatro”.

 
Locations of visitors to this page