Karen Cronick
I have written
this in English but a Spanish translation follows immediately.
He escrito estas reflexiones en inglés, pero una
traducción al español sigue después.
ENGLISH:
CRUELTY AS A DIVERSIONARY TACTIC
We see the extreme cruelty of powerful modern leaders
like Donald Trump, Vladimir Putin, Benjamin Netanyahu, Nayib Bukele, Isaias
Afwerki (Ethiopia) or Bashar Al-Assad (Syria) among others. They create enemies
just for the entertainment of their followers. Then they allow these supporters
to mistreat the enemies they have generated. These acolytes can engage in their
own power rituals and domination, but they will do so personally with prisons, torments,
and firearms. The top bosses themselves do not need to participate directly in
this nastiness, because they have all the dominion that they need just watching
how their orders are obeyed.
The worst part is, this cruelty is not even the
real point. It is simply an instrument for achieving more and more power and
more illicit wealth, the way a spoon is used to stir a boiling soup.
Some of this cruelty is not even calculated
into the cost of greater power. It just happens, and they can look the other
way. Or they can deny that it is happening, for the benefit of those whose
empathic levels would not permit them to accept such brutality. They engage in
a kind of Orwelian[1] double-talk in which people can accept any side of the exclusion
discourse. It becomes a clash of fictious realities which do and do not exist
at the same time. They can go to war, bomb out whole populations, create monstrous
tragedies, only to add a few more square kilometers to the maps that
demonstrate their range of influence.
It´s an old tradition. We saw the same indifference
to human wellbeing in Alexander the Great, Julius Caesar, Genghis Khan, and Adolf
Hitler.
This behavior may involve social and personal
pathologies in which leaders and followers form mutual bonds of unconcern for
others to obtain and maintain prerogatives and entitlement. There are certain
personality characteristics that make this indifference possible.
For example, Delroy Paulhus and Kevin Williams
(2002), wrote about the "Dark Triad" of Machiavellianism, subclinical
narcissism, and subclinical psychopathy. This "Dark Triade" is a
psychological theory of personality. This theory describes three personality
types that, while not truly pathological, do not represent healthy and
empathetic personalities. They are capable of producing a lot of social damage.
Di Tella, Veggi, Benfante, Jolliffe et al (2024) examined some
of the traits of the Dark Triad. They specify that:
[These traits] have been associated
with dispositions such as egocentrism, manipulativeness, callousness, lack of
humility, and aggressiveness [….] In addition to these shared characteristics,
each component of the Dark Triad has its own unique features. Machiavellianism
is characterized by limited interpersonal warmth, pragmatism, manipulation, and
a willingness to take advantage of others [….], with the common associated
expression that the ends justify the means […]. Narcissism involves
selfishness, a sense of entitlement and superiority, and a need for admiration
[…]. Psychopathy is associated with high impulsivity, poor emotional reactions
and an increased risk of antisocial behaviour […..] More recently, an
additional trait (sadism) has been recognized as being part of these dark
personality traits, resulting in what is now called the Dark Tetrad. [….] All
these personalities are in fact united by the lack of a fundamental
interpersonal dimension, namely empathy.
In the end, we are witnessing a certain kind of
power struggle. Individuals with certain characteristics that allow them to
ignore the suffering of others, form social bonds that permit them to pull an
ideological screen between their real intentions, and something they present as
a worthy political struggle. Certain groups of people are pointed out as
enemies of the true nation. These “enemies” are presented as bad influences
that must be eliminated. For those of the general population that accept this
rhetoric, this manufactured hatred becomes a political endeavor. Meanwhile, the
leaders and their followers steal everyone´s else’s wealth and resources.
ESPAÑOL:
LA CRUELDAD COMO UNA TÁCTICA DE DISTRACCIÓN
Una táctica de distracción es algo que se utiliza para
distraer la atención de otras personas de las verdaderas intenciones de uno. En
este caso reflexionamos sobre el uso estratégico de la crueldad por parte de
ciertos líderes mundiales.
Vemos la extrema crueldad de poderosos líderes modernos como
Donald Trump, Vladimir Putin, Benjamín Netanyahu, Nayib Bukele, Isaías Afwerki
(Etiopía) o Bashar Al-Assad (Siria) entre otros. Crean enemigos solo para el
entretenimiento de sus seguidores. Luego permiten que estos partidarios
maltraten a los enemigos que han generado. Estos acólitos pueden participar en
sus propios rituales de poder y dominación, pero lo harán personalmente con
prisiones, tormentos y armas de fuego. Los propios altos jefes no necesitan
participar directamente en estas desgracias, porque tienen todo el dominio que
necesitan solo viendo cómo se obedecen sus órdenes.
Lo peor es que esta brutalidad no es el verdadero punto. Es
simplemente un instrumento para lograr más y más poder y más riqueza ilícita,
de la misma manera que se usa una cuchara para remover una sopa hirviendo en su
olla.
Parte de este salvajismo ni siquiera es calculado por los
líderes políticos. Simplemente sucede como un efecto secundario de sus procedimientos,
y ellos pueden mirar hacia otro lado. O pueden negar que está sucediendo, para
el beneficio de aquellos cuyos niveles empáticos no les permitirían aceptar tal
brutalidad. Se involucran en una especie de doble discurso orwelliano[2]
en el que la gente puede aceptar cualquier lado del discurso de exclusión. Se
convierte en un choque de realidades ficticias que existen y no existen al
mismo tiempo. Pueden ir a la guerra, bombardear poblaciones enteras, crear
tragedias monstruosas, solo para agregar unos pocos kilómetros cuadrados más a
los mapas que demuestran su rango de influencia.
Es una vieja tradición. Vimos la misma indiferencia hacia el
bienestar humano en Alejandro Magno, Julio César, Gengis Khan y Adolf Hitler.
Algunas conductas pueden implicar motivos sociales y
personales en las que los líderes y los seguidores forman lazos mutuos de
despreocupación por los demás para obtener y mantener prerrogativas y derechos.
Hay ciertas características de personalidad que hacen posible esta
indiferencia. Por ejemplo, Delroy Paulhus y Kevin Williams (2002), escribieron
sobre la "Tríada” Oscura" del maquiavelismo, el narcisismo subclínico
y la psicopatía subclínica. Esta "Tríada " ha sido incoporada en una
teoría psicológica de la personalidad. Esta teoría describe tipos de
personalidad que, si bien no son verdaderamente patológicos, no representan
personalidades sanas y empáticas. Son capaces de producir mucho daño social. Di
Tella, Veggi, Benfante, Jolliffe et al (2024) examinaron algunos de los rasgos
de esta Tríada. Especifican que:
[Estos rasgos] se han asociado
con disposiciones como el egocentrismo, la manipulación, la insensibilidad, la
falta de humildad y la agresividad [....] Además de estas características
compartidas, cada componente de la Tríada Oscura tiene sus propias
características únicas. El maquiavelismo se caracteriza por una limitada
calidez interpersonal, pragmatismo, manipulación y disposición a aprovecharse
de los demás [...], con la expresión común asociada, de que el fin justifica
los medios [...]. El narcisismo implica egoísmo, un sentido de derecho y
superioridad, y una necesidad de admiración [...]. La psicopatía se asocia con
una alta impulsividad, malas reacciones emocionales y un mayor riesgo de
comportamiento antisocial [.....] Más recientemente, se ha reconocido un rasgo
adicional (sadismo) como parte de estos rasgos oscuros de la personalidad, lo
que resulta en lo que ahora se llama la Tétrada Oscura. [….] De hecho, todas
estas personalidades están unidas por la falta de una dimensión interpersonal
fundamental, a saber, la empatía.
Al final, estamos asistiendo a un cierto tipo de lucha de
poder. Individuos con ciertas características que les permiten ignorar el
sufrimiento de los demás, forman lazos sociales que les dejan tirar una
pantalla ideológica entre sus verdaderas intenciones y algo que presentan como
una lucha política digna. Ciertos grupos de personas son señalados como
enemigos de la nación verdadera. Estos "enemigos" se presentan como
malas influencias que deben ser eliminadas. Para aquellos de la población en
general que aceptan esta retórica, este odio fabricado se convierte en la base
de un empeño político. Mientras tanto, los líderes y sus seguidores roban la
riqueza y los recursos de todos los demás.
References
/ Referencias
Di Tella, M., Veggi. S.,
Benfante, A., Jolliffe, D., Farrington, DP. , Castelli. L. & Zara, G. (2024). Wandering in the darkness of
personality: Empathy, alexithymia and their relationship to the Dark Tetrad. Current
Research in Behavioral Sciences, 7, https://doi.org/10.1016/j.crbeha.2024.100160
Paulhus, D.
L. and Williams, K.M. (2002). The Dark Triad of personality: Narcissism,
Machiavellianism, and psychopathy. Journal of Research in Personality, 36 (6)
556-563, ISSN 0092-6566. https://doi.org/10.1016/S0092-6566(02)00505-6.
[1] Orwelian: used to describe a the
discourse of heavily controlled political systems such as George Orwell
described in his novel "Nineteen Eighty Four".
[2]orwelliano:
es un término usado para describir el discurso que proviene de sistemas políticos
altamente controlados tales como fue descrito por George Orwell en su novel “Mil
Novecientos Ochenta y Cuatro”.