El
encuentro el jueves pasado en el pasillo de la Escuela de Psicología, UCV, con
el Dr. Manuel Llorens fue una experiencia fascinante y comovedor. ¡Gracias,
Manuel, y gracias a los alumnos y profesores que asistieron! Qué bueno saber
que exista tanta curiosidad, inquietud intelectual y deseo de entender el mundo
entre estos jóvenes.
Los temas
discutidos eran esperanzadores: hablamos de cómo las mujeres del vecindario de
Catuche se organizaron para eliminar la violencia en su barrio. Manuel nos
contó como una mujer que había perdido dos hijos, uno tras el otro debido a una
larga y dolorosa rivalidad entre dos sectores de la zona -que había durado por
varias generaciones- pudo decir, al perder el último “¡Que no vengan la muerte
de mi hijo! ¡Que cese esta violencia!”
Y desde esta muestra de entereza, integridad y fortaleza de carácter las demás
madres pudieron organizar y negociar con los hijos de ambos lados, y así
lograron traer paz a su comunidad.
Manuel, como testigo privilegiado, nos relató la
experiencia, la que tal vez podría generalizarse a otras zonas.
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