lunes, 13 de octubre de 2014

Falstaff y el honor



He venido reflexionado* sobre la serie “La Corona Hueca” (“The Hollow Crown”) de la BBC, presentada en Film&Arts y basada en algunas obras históricas de Shakespeare. Ahora quisiera pensar en las ideas de Falstaff en Henry IV sobre el honor**.

Falstaff, un gordo estafador que ha sido para Hal (el rey Henry IV en su juventud) un padre sustituto, ahora se encuentra en el campo de batalla con el rey y todos los demás soldados que en la mañana probablemente morirán en desigual batalla. Es interesante que Shakespeare ponga reflexiones tan profundas en la boca de este personaje; es casi para desacreditarlas. Y sin embargo, el bardo escribía en tiempos de la Reina Elizabeth I donde dudar del valor en la guerra es impensable para un hombre.

Todavía es así para muchas personas.

Falstaff dice que el honor es inservible: no puede curar a nadie; quien tiene honor ya es un muerto que “murió el miércoles pasado” y por lo tanto ni se da cuenta que sea portador de una dignidad tan elevada.  Ni los supervivientes de la lid se acordarán de aquel virtuoso deceso.

Hay que aclarar: parte de las meditaciones de Falstaff tienen que ver con su deseo de huir de Henry y su campo de batalla. Como reflexiones sobre la vida y la muerte violenta, y el olvido que sufran la mayoría de los héroes, en general sólo recordamos en los días conmemorativos de los soldados muertos . Quienes los querían de verdad nunca los olvidarán. Pero los recuerdos de quienes los amaron no quita que morir en guerra sea terriblemente triste, y tal vez inútil, dado que hoy en día existan tantas alternativas a las políticas basadas en los armas.


Referencias

*http://reflexiones4-karen.blogspot.com/2014/10/hal-y-falstaff-en-la-taberna-de-boars.html)

** FALSTAFF
‘Tis not due yet; I would be loath to pay him before
his day. What need I be so forward with him that
calls not on me? Well, ’tis no matter; honour pricks
me on. Yea, but how if honour prick me off when I
come on? how then? Can honour set to a leg? no: or
an arm? no: or take away the grief of a wound? no.
Honour hath no skill in surgery, then? no. What is
honour? a word. What is in that word honour? what
is that honour? air. A trim reckoning! Who hath it?
he that died o’ Wednesday. Doth he feel it? no.
Doth he hear it? no. ‘Tis insensible, then. Yea,
to the dead. But will it not live with the living?
no. Why? detraction will not suffer it. Therefore
I’ll none of it. Honour is a mere scutcheon: and so
ends my catechism.



jueves, 9 de octubre de 2014

de Shel Silverstein



"A spider lives inside my head
Who weaves a strange and wondrous web
Of silken threads and silver strings
To catch all sorts of flying things,
Like crumbs of thought and bits of smiles
And specks of dried-up tears,
And dust of dreams that catch and cling
For years and years and years . . ."

Tomado de esta página:  
http://www.brainpickings.org/2011/09/20/shel-silverstein-every-thing-on-it-giving-tree-animated/

lunes, 6 de octubre de 2014

Hal y Falstaff en la taberna de Boar's Head


La serie de “La Corona Hueca” (“The Hollow Crown”) de la BBC, presentada por el canal de televisión Film&Arts sólo puede calificarse de estupenda; son selecciones tomadas de tres obras shakespeareanas dirigidas por Domink Cooke del Royal Court Theatre. He visto cada repetición de cada episodio por lo menos tres veces.

Sin embargo la escena en la taberna del Boar's-Head donde termina la la versión de la BBC de primera parte de Henry IV me dejó algo decepcionada. Es la historia de este rey, su hijo Hal y el bribón John Falstaff -cuya compañía Hal prefiere sobre la de los personajes más sombríos de la corte.

Mi problema con esta última presentación, es que la escena en la taberna sea tan escabrosa: uno tiene que preguntarse por qué Hal pasa allí su tiempo. ¿Por qué busca tanto a Falstaff? ¿Es sólo por una rebeldía adolescente? ¿O es que Falstaff le ofrece algo verdadero al joven príncipe que su padre no puede? Tenemos que recordar que el rey sea a fin de cuentas un usurpador y siente mucha culpa por esto. Este sentimiento tiene que afectar la relación que tiene con su hijo.

Son preguntas claves que tienen que ver con el carácter de Hal; sin entender su relación con Falstaff no se puede entender qué pasa luego cuando Hal finalmente asume su destino y su rango.

Creo que la respuesta está en el brutal teatro-dentro-de-la obra cuando Falstaff y Hal se divierten, tomando turnos para jugar una interpretación de cómo el rey va a castigar a su hijo que considera un vagabundo; Hal y Falstaff se insultan mutuamente en juego pero de repente se vuelvan terriblemente serios; Falstaff se da cuenta del peligro, dice: “al alejar al gordo Jack, alejarás a todo lo que vale en el mundo.” Y Hal, de repente ocupando su identidad real como el Príncipe de Gales contesta: “Lo hago y lo haré.”

Es un punto clave en la toda la obra, pero no tiene sentido si antes Falstaff no ha sido para Hal una fuente de cariño, apoyo y libertad.

La puesta en escena en la taberna en esta versión carece del cariño que creo que Hal ha venido buscando. Entonces, al renegar a Falstaff, no hay un cambio significativo; no sentimos la pérdida que ambos deben sufrir con la súbita madurez de Hal al sentarse sobre el imaginario trono de su padre.

sábado, 4 de octubre de 2014

Las 3 religiones monoteístas



Acabo de recibir otro correo que quiere mostrar a todos los musulmanes como bárbaros y sangrientos infieles.
Creo yo que, como en los casos de todas las religiones monoteístas, el Islam proclama una única Dios y lo llaman Allá. Pero los judíos, los cristianos y los musulmanes comparten algunos de los mismos libros sagrados, y aunque emplean nombres distintos, todos refieren a Dios.
Los imanes no son todos asesinos sangrientos, sólo unos cuantos lo son. Vi una vez una comparación en Facebook donde mostraron una foto de los Klu Klux Klan y preguntaron si ellos representan al Cristianismo. Luego abajo mostraban una foto de los de ISIS y preguntaron, ¿si el KKK no representa a los cristianos, por qué los de ISIS tienen que representar a todos los musulmanes?
Si los diferentes grupos musulmanes pelean tanto para matarse entre sí, ¿los protestantes y los católicos no han hecho lo mismo? -Y tan reciente como la confrontación en Irlanda?
Creo que los grupos islámicos como ISIS son bárbaros, pero la inmensa mayoría de los musulmanes sólo quieren paz.
Creo que más que buscar diferencias, en estos días tan difíciles tenemos que buscar lo que nos une.

jueves, 2 de octubre de 2014

Las políticas de la última atrocidad



"Las políticas de la última atrocidad" fue una frase empleada en Irlanda para describir los ciclos eternos de sufrir a manos del enemigo y volver a castigarle con nuevos sufrimientos.

Acabo de escuchar al programa de Cristiane Amanpour en el canal CNNI en donde entrevista a Jonathan Powell sobre su libro reciente: Hablando con los terroristas: Cómo acabar con los conflictos armados”  (Talking to Terrorists: How to End Armed Conflicts). Luego lo busqué en Internet y encontré unos comentarios al respecto de Patrick Cockburn que cito abajo. Además me encontré con otro libro: Negociando con la maldad (Negotiating with Evil) de Mitchell B. Reiss, publicado en el 2010.

Parece que sea un tema que comienza a atraer la atención de gente seria, es decir gente que quiere buscar alternativas a los “mensajes” que se envían sólo a punto de rifles, bombas, destrucción y en general la comunicación por medio de la muerte.

Es un tema que yo quisiera desarrollar, pero por ahora sólo lo asomo. Podemos preguntar por qué no estamos conversando más con nuestros adversarios, no importa lo maléficos que sean. A lo mejor es porque la diplomacia y el empleo de la palabra no tienen el mismo dramatismo y glamour que tiene la guerra caliente; o tal vez como cuesta poco, sólo el alquiler de una sala y  -máximo- viáticos para los negociadores, no enriquece a nadie; por esto sería que tiene pocos defensores. En cambio cada proyectil, cada bomba y cada avión de guerra cuestan cifras que escapan a nuestra capacidad de visualizar semejantes sumas; y este dinero, sí, termina en los bolsillos de los proveedores.

Los libros en cuestión tratan de asuntos internacionales, pero aquí en Venezuela donde las balas nos han robado a nuestra capacidad para esgrimir palabras, también tenemos que re-aprender a negociar y conversar. Usar un arma es tan fácil. Tenemos que volver a aprender a usar la lógica, hilar ideas y generar soluciones complejas.

Referencia:
Patrick Cockburn (2/10/14). Comentarios sobre el libro de Jonathan Powell (). Talking to Terrorists: How to End Armed Conflicts. Accesible en la página: http://www.independent.co.uk/arts-entertainment/books/reviews/talking-to-terrorists-how-to-end-armed-conflicts-by-jonathan-powell-book-review-this-should-be-essential-reading-for-all-parties-in-any-conflict-9770559.html

 
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