Español:
Esto es un video donde han tomado "clips" de discursos de Martin Luther King y Malcom X, combinándolos como si fuera un debate entre ellos. El lenguaje es inglés.
English:
This is a video where they have taken clips from discourses of Martin Luther King and Malcolm X, and they have combined them as if it were a debate between the two of them.
lunes, 25 de febrero de 2013
jueves, 21 de febrero de 2013
Moralidad en conflicto: Malala Yousafzai
Fuente de la foto de Malala Yousafzai
No justifico de ninguna manera lo que pasó a Malala Yousafzai; quisiera más bien preguntar sobre la inconmensurabilidad de nuestros valores. ¿Qué podemos hacer cuando los sistemas morales chocan entre sí? ¿Será un caso de “gana la mayoría” y la parte derrotada deba aceptar el resultado? ¿No hay espacio para el diálogo? ¿Qué podemos hacer cuando la moralidad de un grupo sea abominable para sus vecinos?
Es un problema para el Siglo XXI.
Referencias:
Luz Marina Barreto (1997).Razón y mal moral. En Luz Marina Barreto (coord.) Ética y filosofía política en Venezuela. Caracas: Comisión de Estudios de Postgrado, Facultad de Humanidades y Educación, Universidad Central de Venezuela. ISBN: 980-00-1183-8
Jon Boone (10/10/12). Malala Yousafzai: Pakistan Taliban causes revulsion by shooting girl who spoke out. Attempt to kill activist Malala Yousafzai, 14, could be 'watershed' moment that turns public tide against militants and extremism. The Guardian. Available at the WWW address: http://www.guardian.co.uk/world/2012/oct/09/taliban-pakistan-shoot-girl-malala-yousafzai
Dice Luz Marina Barreto:
“Un sistema de normas morales será, de este modo, racional si ellas, desde un punto de vista formal, atienden o sirven a los intereses de los agente racionales. Así…[considero] la moral como un subparte de una teoría de la decisión racional individual, en la medida que define las normas sociales que habría que obedecer si cada uno de los implicados desea satisfacer los fines u objetivos que conforman sus diversos planes racionales de vida” (p. 65).
El individuo elige sus principios y en base a ellos adopta sus conductas para que pueda satisfacer la agenda propia y racional de acción. Se trata de hacer el bien y evitar el mal, que son dos objetivos definidos en términos de de la utilidad de las acciones para sostener el plan de vida seleccionada. Dichos objetivos se fundan sobre principios básicos los cuales no tienen que ser universales.
Pueden variar en cierto grado según las culturas, las situaciones y las preferencias individuales: por ejemplo “no matarás” pareciera elemental y primordial como un principio moral, pero en tiempos de guerra no todo el mundo se declara objetores de conciencia: muchos no niegan al alistamiento militar, y quienes se preparan para matar al prójimo en un escenario de movilización bélica normalmente no sólo se consideran moralmente solventes, sino también heroicos.
Creo que no podemos ver al individuo solo y aislado con sus luchas morales; creo que tenemos que verlo inmerso en su historia y su cultura con su moralidad acuestas aunque el contenido de sus valores sea repulsivos para nosotros.
La moralidad justifica que los Talibán intentaron matar a Malala Yousafzai, la joven pakistaní de 14 años que fue atacada por promover educación para niñas. Un vocero para los talibán, Ehsanullah Ehsan, asumió responsabilidad en nombre de los Tehreek-e-Taliban Pakistan; dijo:
“Ella favorecía al Occidente, denunciaba los Talibán y consideraba que el Presidente Obama era un líder ideal. Era joven pero promovía la cultura occidente en zonas de los pastún” (Boone, 2012)
Este es un tipo de moralidad que surge en defensa de lo que se percibe como un ataque contra muy apreciados valores, pero la mayoría de Pakistán se horrorizó; Boone (2012) informó:
“Murtaza Salangi, el director de la Radio Pakistini, dijo que las personas se estaban levantando en apoyo [a Malala] como si ella era su propia hija…. Pienso que sea un momento de la separación de las aguas porque hay un gran efluvio de simpatía y apoyo para esta niña. Ella podría ser un emblema de un motive de unión para quienes piensan que el extremismo y el terrorismo sea el reto más grande….”No justifico de ninguna manera lo que pasó a Malala Yousafzai; quisiera más bien preguntar sobre la inconmensurabilidad de nuestros valores. ¿Qué podemos hacer cuando los sistemas morales chocan entre sí? ¿Será un caso de “gana la mayoría” y la parte derrotada deba aceptar el resultado? ¿No hay espacio para el diálogo? ¿Qué podemos hacer cuando la moralidad de un grupo sea abominable para sus vecinos?
Es un problema para el Siglo XXI.
Referencias:
Jon Boone (10/10/12). Malala Yousafzai: Pakistan Taliban causes revulsion by shooting girl who spoke out. Attempt to kill activist Malala Yousafzai, 14, could be 'watershed' moment that turns public tide against militants and extremism. The Guardian. Available at the WWW address: http://www.guardian.co.uk/world/2012/oct/09/taliban-pakistan-shoot-girl-malala-yousafzai
martes, 19 de febrero de 2013
El valor de los hongos
Este video tiene que ver con el valor de los hogos para la vida. Está en inglés pero bien vale la pena verlo.
lunes, 11 de febrero de 2013
Mensajes emocionales del Fascismo: Wilhelm Reich
Terminé hoy de re-leer La Psicología de masas del Fascismo
de Wilhelm Reich. Lo leí originalmente hace muchos años, pero mis inclinaciones
marxistas de aquel entonces, y mi rechazo de sus ideas más locas, como las de los poderes del "orgon" -en otros libros- me impedían
ver que el libro tiene aportes interesantes. Sobre todo es sugestivo explorar
la emocionalidad del Fascismo como hace el autor, dado que hay sistemas
actuales que tienen características similares sin llegar a ser fascistas en el
sentido clásico.
Reich emplea algunas páginas en el comienzo del libro para separar las
condiciones objetivas de la producción, de las subjetivas: pregunta: ¿cómo fue
posible en el Alemania de los años treinta del siglo pasado que las masas
depauperadas se pasaran al nacionalismo y no al socialismo? Rechaza las
explicaciones tradicionales de chauvinismo, la psicosis colectiva y las consecuencias del tratado de
Versalles.
Su concepción de la ideología es casi construccionista:
“Como quiera que una
ideología social modifica la estructura psíquica de los hombres, no sólo se
reproduce en estos hombres sino que, lo que es más importante, la ideología
toma en la forma de ese hombre concretamente modificado, y actúa de modo
modificado… [como] una fuera activa, de un poder material” (p. 37).
Observa que no se puede argumentar con un fascista debido a la
emocionalidad del mensaje:
“…los discursos
nacionalsocialistas de propaganda se caracterizan por hacer hábiles llamadas a
los sentimientos de los individuos integrados en la masa y por la
renuncia, en la medida de lo posible, a toda argumentación objetiva (p.
55, énfasis de Reich).
La emocionalidad del mensaje fascista se originó en parte en
su naturaleza ideológica, pero además fue una táctica porque los nazis sabían
que el pueblo no se daría cuenta de la incongruencia entre las comunicaciones. Reich
cita a Hitler quien explica que a la vez prometió a los trabajadores que
expropiaría los medios de producción, y dio a las capitalistas garantías contra
dicha expropiación. Es decir, las comunicaciones eran destinadas a todas las capas
sociales y tenían como única meta ganar entusiastas para el partido.
Pero Reich lleva la emocionalidad del mensaje fascista más
allá: dice que el Nacionalsocialismo era en su comienzo un movimiento
pequeñoburgués y que se modeló en la ideología de este grupo:
”La conciencia social
del funcionario no está determinada por el sentimiento de una comunidad de
destino con sus colegas, sino por la actitud cara a la autoridad establecida y
la ‘nación’” (p. 68).
Y luego: “El padre
[autoritario] representa en la familia al Estado autoritario…” (p. 75) donde
el honor y el deber sean valores importantes. Pero dicho padre se vuelve pasivo
y servil con respecto a todas las personas que tengan la apariencia de jefes.
Hitler supo explotar este comportamiento de masas pequeño-burguesas. Dice Reich que: “No se trata… de ‘disposiciones innatas’, sino de un ejemplo típico de
la reproducción de un sistema social autoritario al nivel de la estructura de
sus miembros (ibid).
Reich descansa una gran parte de su análisis en la
composición patriarcal de la familia alemana de aquel entonces. Desarrolla un argumento basado en la sexualidad
reprimida de la familia que el Fascismo explotó para controlar a toda la
población.
Es importante mirar en los movimientos cuasi-fascistas
de la actualidad para ver el significado que dan al líder: éste no toma siempre
la forma del führer de aquella Alemania; en un matriarcado, por ejemplo, puede asomarse como
una figura construida para llenar las necesidades eróticas de los sectores que le apoyarían, que simbolizaría a la vez al padre y al esposo ideales que protege
y ampara. Para la mujer aparece como un objeto amoroso y para el hombre, como
un ideal de yo (en el sentido freudiano). En una sociedad cuya economía y
patrones de crianza se basan en las mujeres, esta representación resultaría atractiva.
Esta figura puede quedarse como un referente aún cuando el
poder haya pasado a sus sucesores.
Referencias:
Wilhelm Reich (1946/2011). La
psicología de masas del fascismo. Caracas: la Alcaldía de Caracas y
Fundarte.*
*Tanta la impresión como la traducción de mi copia de este
libro son pésimas; por esta razón, cuando claramente existen errores que pude
corregir aquí, lo hice.
Foto: Wilhelm Reich: http://www.wilhelmreichtrust.org/photographs.html
lunes, 4 de febrero de 2013
Los huesos de Ricardo III
Fuente de la calavera de Ricardo III
¡Han encontrado los huesos de Ricardo III de Inglaterra! Estaban ignominiosamente escondidos por siglos debajo de lo que hoy en día es un estacionamiento en Greyfriars, Leicester. Fiel a la leyenda hay evidencia moderna que sí sufrió de una importante deformidad debido a escoliosis en su columna vertebral. ¡Tomás Moro y William Shakespeare tenían razón en esto!
A mí personalmente esta noticia activa todas mis fantasías literarias e históricas, porque desde mi juventud el Ricardo de Shakespeare me ha fascinado.
De lo que he leído aparte de la obra del poeta, su hermano Edward IV siempre apoyaba a Ricardo quien por esta razón logró poder y fortuna en el norte de Inglaterra y fue querido por sus sujetos allí.
Para entender al hombre hay que mirar a lo que fue el niño. Los tiempos eran inestables: el niño Ricardo tuvo que mudarse tras las muertes de su padre y hermano, y esconderse otras veces fuera del país debido al miedo de quienes podrían asesinarlo; además todavía de adolescente ya había participado activamente en dos guerras entre pretendientes al trono. Es decir, su niñez no fue de estabilidad y amor: el joven era lo que hoy en día llamaríamos un niño-soldado.
Aunque no haya razón para creer -como nos contó Shakespeare- que tuvo que ver con la ejecución de su hermano Jorge, Duque de Clarence, para quedarse con el trono tras el deceso del rey, Ricardo sí fue un usurpador: maniobró para que se declararan herederos ilegítimos a sus jóvenes sobrinos quienes tenían derechos legítimos al trono. Hay, además, razones de peso para creer que finalmente les hizo asesinar --o que les encarceló secretamente y de por vida. Eran los famosos “príncipes del Torre de Londres”.
Es difícil considerar esta figura histórica sin dejar al lado los prejuicios que Shakespeare nos ha transmitido. La obra es el retrato de un psicópata –si me permiten emplear un sustantivo moderno. La representación teatral no permite ubicar Ricardo como hombre que una vez existió como ser humano, y que ocupó un lugar en el entorno de las casas nobles de aquel entonces que iban a la guerra y cometían crímenes para promover la coronación de uno de sus miembros. En Inglaterra la Guerra de las Rosas, en que participó Ricardo de niño, era un ejemplo de estas barbaridades.
Referencia:
Foto de la calavera de Ricardo III: http://news.nationalgeographic.com/news/2013/13/130204-king-richard-iii-skeleton-bones-science-archeology-world/
¡Han encontrado los huesos de Ricardo III de Inglaterra! Estaban ignominiosamente escondidos por siglos debajo de lo que hoy en día es un estacionamiento en Greyfriars, Leicester. Fiel a la leyenda hay evidencia moderna que sí sufrió de una importante deformidad debido a escoliosis en su columna vertebral. ¡Tomás Moro y William Shakespeare tenían razón en esto!
A mí personalmente esta noticia activa todas mis fantasías literarias e históricas, porque desde mi juventud el Ricardo de Shakespeare me ha fascinado.
De lo que he leído aparte de la obra del poeta, su hermano Edward IV siempre apoyaba a Ricardo quien por esta razón logró poder y fortuna en el norte de Inglaterra y fue querido por sus sujetos allí.
Para entender al hombre hay que mirar a lo que fue el niño. Los tiempos eran inestables: el niño Ricardo tuvo que mudarse tras las muertes de su padre y hermano, y esconderse otras veces fuera del país debido al miedo de quienes podrían asesinarlo; además todavía de adolescente ya había participado activamente en dos guerras entre pretendientes al trono. Es decir, su niñez no fue de estabilidad y amor: el joven era lo que hoy en día llamaríamos un niño-soldado.
Aunque no haya razón para creer -como nos contó Shakespeare- que tuvo que ver con la ejecución de su hermano Jorge, Duque de Clarence, para quedarse con el trono tras el deceso del rey, Ricardo sí fue un usurpador: maniobró para que se declararan herederos ilegítimos a sus jóvenes sobrinos quienes tenían derechos legítimos al trono. Hay, además, razones de peso para creer que finalmente les hizo asesinar --o que les encarceló secretamente y de por vida. Eran los famosos “príncipes del Torre de Londres”.
Es difícil considerar esta figura histórica sin dejar al lado los prejuicios que Shakespeare nos ha transmitido. La obra es el retrato de un psicópata –si me permiten emplear un sustantivo moderno. La representación teatral no permite ubicar Ricardo como hombre que una vez existió como ser humano, y que ocupó un lugar en el entorno de las casas nobles de aquel entonces que iban a la guerra y cometían crímenes para promover la coronación de uno de sus miembros. En Inglaterra la Guerra de las Rosas, en que participó Ricardo de niño, era un ejemplo de estas barbaridades.
Referencia:
Foto de la calavera de Ricardo III: http://news.nationalgeographic.com/news/2013/13/130204-king-richard-iii-skeleton-bones-science-archeology-world/
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