martes, 28 de mayo de 2013
Desinfectante hecho en casa
Un experimento: Vi en Interent que se puede producir un buen desinfectante remojando conchas de naranja en vinagre por dos semanas. Este envace tiene dos litros de vinagre. Acabo de preparar esta botella y les informaré sobre los resultados pronto.
Los extra-terrestres vigilan el Instituto de Prevision del Profesorado
Ayer tuve cosas que hacer en el IPP de la UCV y en el piso techo, mirando por el gran balcón, vi este extra-terrestre escondido entre los árboles. No pude resistir la tentación de tomarle una foto. ¡Hemos atraído la atención de los inter-galácticos!
domingo, 26 de mayo de 2013
El "no" al paro de la UCV
ay una larga contribución en Facebook a favor del paro general de las universidades, y una crítica de la decisión de parte de los profesores de la UCV de no participar. Esta crítica en el fondo consistía en acusarnos de “miedosos” y de caracterizarnos como personas de poco criterio político y estratégico.
Creo que el autor se equivocó.
Los criterios para no ir al paro, desde mi punto de vista son:
1. Los profesores universitarios pensamos mejor en párrafos: cuando nos limiten a gritar consignas pre-elaboradas en marchas por las calles, nuestras capacidades comunicacionales se empobrecen dramáticamente.
2. Nuestra arma de preferencia es la palabra hablada y escrita, y necesitamos podios para poder esgrimirla. Mientras se vayan cerrado nuestro acceso a los canales de televisión, tenemos que hace uso de aquellos que nos quedan.
3. Aunque sea cierto que nuestros salarios son miserables, nuestra responsabilidad con los alumnos no tiene que ver con esto. Además, lo que pasa en una aula de clase no es una simple asistencia de un profesor y de sus alumnos: ocurre un proceso de pensamiento crítico que en otros ámbitos se va escaseando.
4. En la crítica publicada en Fb se llamó el antecedente de PDVSA una “fantasma”; no creo que se trate de un simple espanto: estamos en peligro real de perder no sólo lo que nos queda de la autonomía universitaria, sino también de nuestros empleos.
Referencia:
Letra Ornata:http://retrokat.com/medieval/leil.htm
sábado, 18 de mayo de 2013
El trabajo
Algunos trabajos son aburridos,
estresantes y agobiantes. Romper el sueño con el despertador es, en sí,
desagradable y probablemente malsano, y esto es sólo el primer paso ingrato
para un empleado: luego vienen las colas de tráfico, el mal humor en la calle y
la sensación que, no importan sus esfuerzos, siempre estará retrasado en todo.
El gobierno refuerza este malestar
con medidas destinados a debilitar la mano de obra y en cambio, destacar las
necesidades de ocio y desfrute que tiene este empleado. Es decir, en vez de
facilitar su llegada al trabajo, mejorar las condiciones de producción y
satisfacción laboral, y elevar el valor de su salario para que pueda sobrevivir
con dignidad, se adoptan medidas para que pueda quedarse en casa descansando, o
para darle más tiempo para participar en la economía informal (que, por su
misma naturaleza, no es productiva).
Personalmente puedo afirmar el valor de la producción sin
dolor porque me gustan mi profesión y las labores asociadas con ella; trabajo
en mi computadora hasta tarde en la noche, los sábados y a veces los domingos,
y tengo la ventaja de poder levantarme de la silla cuando quiera, buscar otra
taza de té o simplemente salir un rato al patio a ver cómo crecen las matas. Además mis hijas ya están grandes y tienen sus propias familias, así que he superado muchas condiciones que limitan vida de los demás.
Reconozco que no todo el mundo tiene
este privilegio, pero creo que para todo el mundo pueda existir esta cosa rara
que se llama orgullo de un trabajo bien hecho.
Se hace una nación al pulso del
trabajo: es una terrible verdad.
Hasta ahora en estas reflexiones he
hablado de la satisfacción de este empleado en sus tareas remuneradas.
Pero hay que hablar también de la
supervivencia del colectivo que se basa en la producción y los servicios que
resultan de estas tareas. Desde los comienzos del Siglo XX en Venezuela ha
habido una especie de maná que en este caso no cae del cielo como hizo para
sostener a los israelís en el desierto, sino que surge del subsuelo, y este don
que nos dio la naturaleza nos ha permitido dedicarnos a actividades
improductivas. Hemos dejado, inclusive, de valorar la producción como una virtud.
En la parábola del “Amo y el
Esclavo” de Hegel, el esclavo se libera a causa de su producción. ¿Qué pasaría
en Venezuela si el empleado pudiera liberarse de un modo similar?
Referencias:
Hegel, F. (1807/1987). Fenomenología
del espíritu. México: Fondo de Cultura Económica.
Imagen: http://www.google.co.ve/imgres?imgurl=http://craigsenglish.com/blog/media/blogs/a/breaking_chains.jpg%3Fmtime%3D1300861774&imgrefurl=http://craigsenglish.com/blog/index.php/breaking-the-chains&h=332&w=480&sz=20&tbnid=fZolYDBFVYk8NM:&tbnh=91&tbnw=132&zoom=1&usg=__mlxLruu1oVohaktRU4Bj9yF9gIc=&docid=AEWl2mcv8ZwyLM&hl=es&sa=X&ei=1KOXUcC8KYve8ATbq4DgDA&ved=0CDQQ9QEwAg&dur=1146
viernes, 17 de mayo de 2013
Atraco en Macaracuay
¿De dónde llega el armamento ilegal en Venezuela?
"La procedencia de las armas ilegales en Venezuela sin duda alguna tiene
como principal fuente la producción e importación de armas de parte del Estado
y las municiones de los cuerpos de seguridad", comentó la responsable a la
AFP” (3).
¿Estos armas no tienen números de registro? Cuando la policía captura a
una persona armada ¿no averiguan la procedencia de su revólver?
(1)
Foto de Facebook sobre atraco en Macaracuay: http://m.eluniversal.com/sucesos/130516/25-minutos-de-terror-vivieron-conductores-en-macaracuay
(3)
Ilegalidad de la venta de armas en Venezuela: http://www.eluniversal.com/nacional-y-politica/120530/venezuela-prohibe-venta-de-armas-a-particulares-en-lucha-contra-el-cri
viernes, 10 de mayo de 2013
Venezuela y transición
enezuela recibe mucha mala prensa y nosotros que vivimos aquí nos
desesperamos a veces con las condiciones deplorables de los espacios públicos,
de los debates políticos y del deterioro institucional. Pero creo importante
poner esta situación en contexto.
A los venezolanos estos temas importan mucho. Marchan en las calles,
inclusive confrontan peligros físicos y encarcelación –en cárceles inframundos-
en defensa de sus creencias.
Hay otros lugares que no son así. Aunque haya activistas en otras
partes que cuestionan prácticas como las políticas económicas de austeridad y
los abusos del poder, y a pesar de que se organicen para lograr algunos
cambios, no existe una movilización general de los ciudadanos para mejorar su
nivel de vida y preservar su democracia. Aquí, no, el bienestar económico, la
libertad de prensa e la institucionalidad diáfana importan mucho.
Siento yo, que estemos en un periodo muy especial de cambio
socio-cívico. Hemos ido a tropezones hacia algo nuevo.
¿Qué ha sido esta progresión? La Cuarta República, después de los años
sesenta se atrevió a ignorar los problemas de la pobreza. Luego la Quinta
República la incorporó como algo urgente a atender, y si bien por ahora no
quisiera hablar de los desaciertos que han ocurrido en el proceso de elevar el nivel de bienestar de
la población, por lo menos hasta 2011 el porcentaje de hogares que padecen de
“pobreza crónica” ha ido disminuyendo (datos del INE, 2011). Sin embargo La
Quinta República ha ido irrespetando la institucionalidad, la legalidad y los
requisitos de la democracia.
Lo que viene –ojala- será una convivencia renovada. Ya no hay cómo
ignorar la miseria, y los ciudadanos reclaman garantías de sus líderes de
legitimidad y derecho.
Es una transición, que está ocurriendo en relativa paz si la comparamos
con otros países.
Referencias:
letra ornata: http://retrokat.com/medieval/leil.htm
Instituto Nacional de Estadística (INE), http://www.ine.gov.ve/index.php?option=com_content&view=article&id=376:la-pobreza
jueves, 9 de mayo de 2013
Los perros amigos y los perros guardianes
Candil hace algunos años con mi nieto
Quisiera escribir algo sobre el trata-miento que se dan a veces a las mas-cotas. Reconozco que peco en la otra dirección, que mi perro es mi pana que me acompaña por donde voy por la casa, que se acuesta a mi lado cuando leo o trabajo en la computadora, y que duerme en la cocina sobre un colchón con una sábana limpia todas las noches, después de tomar un bol de leche caliente.
Probablemente no hace falta que todo el mundo adopte un animal como un amigo, aunque los perros sean amigos inigualables. Y por los momentos mi preocupación no se dirige al maltrato en sí: éstos que me motivan a escribir ahora son animales bien alimentados, y en general no se les pegan. Más bien el problema es que pasan todo el tiempo encadenados a un poste o un árbol fuera de las casas de sus dueños como supuestos “guardianes”, es decir, su única función es ladrar a quienes pasan de cerca.
Pero mueran de tristeza.
Hay varios perros cerca a mi casa que nunca reciben un cariño, nadie les habla, son considerados bestias inferiores. No se les liberan de sus cadenas nunca -pero nunca –ni de noche y ni para comer, ni en la lluvia, ni cuando los truenos asustan. Cuando paso cerca les digo: “Lo lamento tanto”, como si fuera un pésame. Y ellos dejan de ladrar para mirar a esta curiosa mujer que conversa con ellos. ¡Qué pena!
Quisiera escribir algo sobre el trata-miento que se dan a veces a las mas-cotas. Reconozco que peco en la otra dirección, que mi perro es mi pana que me acompaña por donde voy por la casa, que se acuesta a mi lado cuando leo o trabajo en la computadora, y que duerme en la cocina sobre un colchón con una sábana limpia todas las noches, después de tomar un bol de leche caliente.
Probablemente no hace falta que todo el mundo adopte un animal como un amigo, aunque los perros sean amigos inigualables. Y por los momentos mi preocupación no se dirige al maltrato en sí: éstos que me motivan a escribir ahora son animales bien alimentados, y en general no se les pegan. Más bien el problema es que pasan todo el tiempo encadenados a un poste o un árbol fuera de las casas de sus dueños como supuestos “guardianes”, es decir, su única función es ladrar a quienes pasan de cerca.
Pero mueran de tristeza.
Hay varios perros cerca a mi casa que nunca reciben un cariño, nadie les habla, son considerados bestias inferiores. No se les liberan de sus cadenas nunca -pero nunca –ni de noche y ni para comer, ni en la lluvia, ni cuando los truenos asustan. Cuando paso cerca les digo: “Lo lamento tanto”, como si fuera un pésame. Y ellos dejan de ladrar para mirar a esta curiosa mujer que conversa con ellos. ¡Qué pena!
domingo, 5 de mayo de 2013
¿A dónde, Valentía Moral? de Salman Rushdie
¿A dónde, Valentía Moral? por Salman Rushdie, The New York Times, 28 Abril 13
Traducción Karen Cronick
Encontramos más fácil, en estos tiempos confusos, admirar la
valentía física por sobre el valor moral – es decir, el valor de la vida de la
mente, o de personalidades. Cuando un hombre con un sombrero de vaquero salta
sobre una cerca para ayudar a las víctimas de la bomba de Boston mientras que
otros huyen de la escena, saludamos su valentía, como también lo hacemos respecto al
coraje de los militares que regresan del frente de batalla, o los hombres y
mujeres que luchan para superar enfermedades o lesiones debilitantes.
Es más difícil para nosotros ver a los políticos, a
excepción de Nelson Mandela y de Daw Aung San Suu Kyi, como valientes en estos
días. Tal vez porque hemos visto demasiado hemos vuelto demasiado cínicos en
relación a los compromisos inevitables del poder. Ya no hay personajes como
Gandhi o Lincoln. Donde algunos ven héroes otros ven vilanos (por ejemplo en los
casos de Hugo Chávez, Fidel Castro). Ya no fácil estar de acuerdo en lo que
significa ser bueno, o defender principios, o ser valiente. Cuando los líderes
políticos logren dar pasos valientes - como cuando el francés Nicolás Sarkozy,
entonces presidente, intervino militarmente en Libia para apoyar el
levantamiento contra Muammar el-Gaddafi, hubo tanto dudas al respecto como
aprobación. Coraje político, hoy en día, es casi siempre ambigua.
Un hecho aún más extraño: consideramos sospechosos a los que
toman una posición en contra de abusos de poder o dogmas.
No siempre fue así. Los escritores e intelectuales que se
oponían a comunismo, Solzhenitsyn, Sájarov y el resto, eran ampliamente
apreciados por sus posiciones. El poeta Osip Mandelstam era muy admirado por su
"Stalin epigrama" de 1933, en la que describió al temible líder en
términos audaces - "las enormes cucarachas que ríen en su labio
superior" - entre otras expresiones, porque el poema llevó a su detención
y posterior muerte en un campo de trabajo soviético.
Tan recientemente como en 1989, la imagen de un hombre que
llevaba dos bolsas de la compra y desafió a los tanques de la plaza de
Tiananmen se convirtió, casi de una vez,
en un símbolo global de valor.
Entonces, al parecer, las cosas cambiaron. Se han olvidado
al "hombre del tanque" en gran medida en China, mientras que los
manifestantes pro-democracia, incluidos los que murieron en la masacre del 3 de
junio y 4, han sido exitosamente re-descritos por las autoridades chinas como
contrarrevolucionarios. La batalla por la re-descripción continua, ocultando -o
al menos confundiendo- nuestra comprensión de cómo las personas
"valientes" deben ser juzgados. Esta es la forma en que las
autoridades chinas están tratando a sus mejores críticos: el uso de cargos de
"subversión" contra Liu Xiaobo, y de los presuntos delitos fiscales
contra Ai Weiwei; son intentos deliberados para enceguecer a su población para
que no ven el valor de su valentía, por el contrario los retratan como
criminales.
Tal es la influencia de la Iglesia Ortodoxa Rusa que los
miembros encarcelados del grupo “ Pussy Riot” son ampliamente percibidos dentro
de Rusia como alborotadores inmorales porque realizaron su famosa protesta en
la propiedad de la iglesia. Su mensaje - que el liderazgo de la Iglesia
Ortodoxa Rusa es demasiado cercano al presidente Vladimir V. Putin – es
ignorado por sus múltiples detractores, y su acto no es visto como valiente,
sino impúdico.
Hace dos años en Pakistán, el ex gobernador de Punjab,
Salman Taseer, defendía a una mujer cristiana, Asia Bibi, injustamente
condenado a la muerte debido a una draconiana ley sobre blasfemia; por esta
razón Taseer fue asesinado por uno de sus propios guardias de seguridad. El
guardia, Mumtaz Qadri, fue muy elogiado y hubo una lluvia de pétalos de rosas
en su comparecencia ante el tribunal. El fallecido señor Taseer en cambio fue
criticado, y la opinión pública se volvió contra él. Su coraje fue ocultado por
las pasiones religiosas. El asesino es considerado un héroe.
En febrero de 2012, un poeta y periodista saudí, Hamza
Kashgari, publicó tres tweets sobre el Profeta Muhammad:
1) "En tu cumpleaños, te diré que he amado al rebelde en
ti, que siempre has sido una fuente de inspiración para mí, y que no me gustan
los halos de divinidad a tu alrededor. No voy a orar por ti. "
2) "En tu cumpleaños, te encuentro allí en todas
partes. Me gustaría decir que he amado aspectos de ti, odiado otros, y no he
podido entender muchos otros."
3) "En tu cumpleaños, no voy a inclinarme frente a
usted. No voy a besar su mano. Más bien, voy a saludarle como un igual, y
sonreír a ti como me sonríes. Voy a hablar con usted como haría con un amigo,
nada más. "
Esta nueva idea - que escritores, eruditos y artistas que se
oponen a la ortodoxia o la intolerancia sean los culpables de perturbar las
personas - se extiende rápidamente, incluso a países como la India que una vez
se enorgullecía de sus libertades.
En los últimos años, el gran hombre de la pintura india,
Maqbool Fida Husain, fue perseguido en el exilio en Dubai y Londres, donde
murió, porque pintaba la diosa hindú Saraswati desnuda (a pesar de que el examen
más superficial de antiguas esculturas hindúes de Saraswati muestra que
mientras que ella esté a menudo adornada con joyas y adornos, ella ha sido
representada desnuda con la misma frecuencia).
La célebre novela de Rohinton Mistry "Un largo
viaje" ha sido retirado del plan de estudios de la Universidad de Mumbai,
porque los extremistas locales se opusieron a su contenido. El erudito Ashis
Nandy fue atacado por expresar opiniones poco ortodoxas sobre la corrupción de
casta inferior. Y en todos estos casos, parece que haya un acuerdo entre los
puntos de vista oficial, los de muchos comentaristas y los de un trozo
considerable de la opinión pública, - que, en esencia, los artistas y
académicos son responsables ellos mismos por sus problemas. Son ejemplos de personas
que podrían, en otras épocas, haber sido celebradas por su originalidad y la
independencia de sus pensamientos. Hoy en día se les dicen cada vez con mayor
frecuencia: "Siéntanse, están meciendo el barco."
América no es inmune a esta tendencia. Los jóvenes
activistas del movimiento Occupy han sido muy difamados (aunque, después de su
trabajo muy eficaz a favor de las víctimas del huracán Sandy, estas críticas se
han silenciado un poco). Intelectuales que piensan de otro modo, como Noam
Chomsky y el fallecido Edward Said a menudo han sido despedidos como
extremistas locos, y "anti-estadounidenses", y en el caso del Sr. Said
incluso, de manera absurda, como apologistas de "terrorismo"
palestino. (Uno puede distanciarse de las críticas de la visión de América del Sr.
Chomsky, pero aún así, debe ser posible reconocer el valor que se necesita para
levantarse y gritar frente al rostro del poder estadounidense. Debe ser posible
apreciar –aun sin ser pro-palestino- el hecho que el Sr. Said se opuso a Yasir
Arafat al mismo tiempo que criticó de manera elocuente a los Estados Unidos.)
Es un momento desconcertante para aquellos de nosotros que
creemos en el derecho que tienen los artistas, los intelectuales y los
ciudadanos “ordinarios” que se sienten ofendidos, para abrir nuevos horizontes
y asumir riesgos, y por eso, a veces, para cambiar la forma de ver al mundo. No
hay otras opciones a la necesidad de continuar afirmando la importancia de este
tipo de valor, y de tratar de asegurar que estas personas oprimidas - Ai Weiwei,
los miembros de Pussy Riot, Hamza Kashgari - sean vistos por ser lo que son:
hombres y mujeres de pie en la línea del frente de la libertad. ¿Cómo hacer
esto? Firmar las peticiones que se oponen a sus castigos, unirse a las
protestas. Hablen. Cada poquito cuenta.
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