Pertenezco a una generación que ha acumulado una larga
memoria. Además leo algo de historia. Para que mis jóvenes amigos tengan más
perspectiva sobre las lecciones del pasado, voy a ir publicando párrafos
reducidos sobre ciertos acontecimientos que han influido en lo que somos hoy en
día.
Primeras reflexiones:
Después de las elecciones en 1932, los Nazi se convirtieron
en el partido político más grande del Reichstag. Hindenburg, el presidente de
Alemania, designó a Hitler, quien era el indiscutible líder de los Nazi, como
canciller el 30 de enero, 1933. Después en el mismo año, comenzaron a suspender
las libertades civiles y eliminar la oposición política. Los comunistas fueron
excluidos del Reichstag. Aunque ningún partido tenía una mayoría, Hitler obligó
a todos los miembros restantes a votar por el Acto de Habilitación en que
recibió “temporalmente” el poder completo que le permitió actuar sin el
consentimiento del parlamento y aun sin restricciones constitucionales. Desde
entonces Hitler y su gabinete gobernaron por decreto aunque todavía Hindenberg
quedó nominalmente como presidente por un tiempo más. Se abolieron todos los
partidos que no se afiliaban con los Nazi el 14 de julio de aquel año, y el
Reichstag dejó de funcionar como parlamento en el sentido democrático.
Segundas reflexiones (provienen de parte de un artículo que
acabo de terminar sobre el tema del héroe):
Maximilien Robespierre es un miembro fundador de un círculo
de las figuras oscuras que han emergido en nombre de ideales; la presencia
histórica de estas personas significa algo más que la influencia de las casas
reales que podrían subyugar a sus sujetos debido a la voluntad de los dioses y
el linaje de sus familias. Estos nuevos rostros épicos tienen seguidores
convencidos por una causa: son dictadores que procuran el apoyo –a veces
delirante- de sectores de las poblaciones que representan una aspiración política
o ideológica: a este círculo desalmado pertenecen Adolfo Hitler de Alemania,
Francisco Franco de España, Joseph Stalin de la Unión Soviética, Pol Pot de
Cambodia, Agusto Pinochet de Chile y muchos otros.
Tal vez se puede identificar a Robespierre como la primera
figura que da origen al héroe oscuro en nombre de ideales en nuestros tiempos:
apelando a la libertad, la fraternidad y la igualdad, se dedicó a la
intimidación y la represión. Robespierre se consideraba un seguidor de su propia
interpretación de Jean-Jacques Rousseau, y desde su juventud se dedicó a la
defensa de los desposeídos de la Francia monárquica. Pero luego de obtener
poder político y siendo jacobino (el grupo/partido más radical de los
anti-monárquicos en Francia por la época), tuvo un papel influente en el
crecimiento del “reino de terror” de la Revolución francesa; tuvo
responsabilidad directa en la persecución y ejecución de miles de compatriotas
que consideraba traidores, sediciosos y conspiradores -entre otros epítetos
ofensivos. Oponiéndose al despotismo de los monarcas, su propia arbitrariedad
se fundaba irónicamente sobre sólidos fundamentos teóricos e ideológicos del
Estado republicano; sin embargo consideraba al asesinato como un acto de
salvaguardia a la virtud y algo que se hace en defensa del bien público.
Robespierre declaró que “[defendía] con desmedida energía la
causa de los endebles oprimidos contra sus poderosos opresores” y por esto ha
“faltado al respeto que se debe a los tribunales del antiguo régimen tiránico”,
(Robespierre, 1792, párrafo 7). Reclamó el derecho de los ciudadanos a elegir
libremente quienes presidirán sobre los tribunales de la nación. Dijo que los
nobles no podrían darle a la gente aquello que le era en esencia suyo,
incluyendo aquello de “ejercer los derechos del soberano.” Este discurso es
fascinante ya que tiene dos significados: a) el enemigo opresor es el antiguo
régimen –y en otros escritos también incluye a los demás monarcas de Europa, y
b) el pueblo es soberano, a pesar del avasallamiento que él mismo ejercía sobre
la gente.
Muchos dictadores han dejado testimonios escritos de sus
causas; desde tiempos romanos hasta el presente se puede mencionar los
siguientes ejemplos: “La Guerra de las Galias” de Julio CESAR, “El camino al
poder” de Joseph STALIN, “La doctrina del Fascismo” de Benito MUSSOLINI, “Mi
lucha” de Adolfo HITLER, “Reflexiones” (y muchas publicaciones más) de Fidel
CASTRO, “Citas del Presidente Mao” de MAO Zedong y “Piedras y leyes” de
Fulgencio BATISTA. Lo sugestivo de estos personajes es la necesidad que
tuvieron para explicarse. Es interesante contrastar a Julio CESAR con los demás
porque su testimonio trata básicamente de la historia de sus conquistas; quiso
meramente dejar sentado su poder y su brillante reputación guerrera. Los demás
precisaban transmitir un mensaje y dejar en claro cuáles eran sus razones para
actuar.
Referencias:
1. ROBESPIERRE, Maximilien (27 de abril, 1792). Réponse de M. Robespierre aux discours de MM.
Brissot et Guadet du 23 avril 1792, prononcée à la Société des Amis de la
Constitution le 27 du même mois, et imprimée par ordre de la Société. Project
Gutenberg. Accesible en la página web :
http://www.gutenberg.org/files/29887/29887-h/29887-h.htm
2. Letra ornata: Accesible en la página web: http://retrokat.com/medieval/leil.htm