Quisiera
abrir una discusión sobre qué va a ser el futuro de Venezuela e invito a los eventuales lectores a contribuir con sus propias ideas. Es extraordinariamente difícil
conseguir en-línea propuestas para después del Socialismo del Siglo XXI: las
publicaciones que he encontrado tratan sobre todo de denuncias dirigidas al
gobierno actual de Venezuela y evaluaciones sobre la estabilidad de la
administración post-chavista, con énfasis en las divisiones internas del PSUV. Más
bien muchas de las propuestas concretas son productos de intensas
conversaciones privadas.
Me preocupan dos
cosas: a) que haya gente de la Oposición que quiera “cualquier cambio” sin
definirlo (salvo el planteamiento del Programa del MUD) y b) algunos que comiencen
a precisar qué cambios tienen aspiraciones sectarias.
Voy a basarme
en el programa del MUD (Prg MUD) aprobado por la Mesa de la Unidad Democrática
el 12 de enero de 2012, pero primero quisiera señalar algunas dificultades que
habría que resolverse antes de iniciar cualquier corrección a los impases vigentes.
Dificultades
Se ha
desarrollado en el país un ambiente en que se justifican, y aún tácitamente se
aprueban, actos de apropiación indebida de los bienes ajenas, como las “tomas”
de parte de individuos de bienes y propiedades y las expropiaciones oficiales.
Esta actitud (como si fuera de una gran piñata arrebatada y colectiva) se
relaciona estrechamente con lazos fortalecidos entre el sector pública y la
hampa, y otros sectores dispuestos a la violencia; el efecto de esto es la casi
legitimación del robo y el crimen. Devolver el genio de la brutalidad a su
botella va ser una tarea delicada que sólo podrá lograrse si las nuevas
autoridades rechazan explícitamente una continuación de la tolerancia que
existe ahora, y si no autorizan el uso de la saña por parte de los agentes de
orden.
Para combatir
el hampa el Programa del MUD propone (p. 101-103): a) desarme nacional, b) la
creación de policías preventivas, c) prevención social y comunitaria y d) la
sanción del delito. No va a ser una tarea fácil. Como medida adicional pienso se
podría llevar una reforma fundamental del sistema carcelario que ahora es un
recurso importante para el crimen: sirve para la protección de los criminales
de alto rango, para la canalización de armas y para la creación de jerarquías de
la delincuencia.
Por otro
lado, y en un sentido opuesto y más sano, existe un “despertar” en la población
con relación a sus aspiraciones materiales y sociales. La gran mayoría de las
personas desean respeto y solidaridad por parte de quienes les gobiernen. Estas
personas van a reclamar -de cualquier nueva administración- sueldos justos y
acceso a los bienes más importantes para ellas. Dado el grado de endeudamiento del
país, y la resultante escasez que existe ahora, ofertar una vida justa a la
población va a requerir agudas destrezas financieras y administrativas.
Relacionado
con todo esto es la necesidad de despertar en la población, y en sus gobernantes,
respeto para la ley. Actualmente hay un ambiente de “lo-que-me-da-la-gana”. Los
semáforos son esencialmente artefactos decorativos en las calles. Muchas de las
policías son presencias atemorizantes y delincuentes. La fiscalización de los
negocios y de las tiendas tiene menos que ver con el pago de impuestos que con
el pago de “protección”. Muchos funcionarios requieren el pago de
comisiones para actuar.
El Prg MUD
(#226) hace mención de la necesidad de combatir la corrupción, pero el problema
es mucho más grande; en general hemos aprendido en estos años a despreciar al pudor
ético y sabemos bien esquivar las limitaciones legales. Pero a la vez añoramos
el orden, y al fin vamos a tener que aceptar restricciones en nuestra propia obrar.
A estas alturas en el país se trata de una urgente y fundamental transformación
cultural.
Programas para el cambio
Dice de
manera introductoria el Programa del MUD:
“Es importante tener una oferta social
propia, que… ha de inspirarse claramente en las premisas, constitucionalmente sustentadas,
de preservación y garantía del derecho a la propiedad privada, de la libertad económica,
y de la iniciativa privada, así como de acceso a empleos dignos y bien remunerados,
a una educación de calidad en un mundo competitivo, y a un sistema público de
salud y de seguridad social altamente eficiente, entre otras. Las políticas sociales
con sentido de inclusión han de estar orientadas a la consecución de una mayor calidad
de nuestra democracia” (#43, Introducción, Prg MUD, pp. 14-15).
En el cuerpo
del tratado elucida en mayor detalle algunas de estas propuestas, y a
continuación he reflexionado sobre algunas de ellas, añadiendo algunos
comentarios propios.
El gobierno
actual es excesivamente presidencialista, tanto en las provisiones legales y
constitucionales (Artículo 236 de la Constitución Nacional, 2000, especialmente en su numerales 7 – 10), como en sus exabruptos
ilegales. El Programa del MUD propone diluir el poder presidencial por medio
de: a) el rescate del federalismo provisto en la Constitución nacional (p. 16) y
b) la reivindicación del estatus constitucional y las funciones de la
Vicepresidencia Ejecutiva (p. 17), la función legislativa (p. 17,) y la
rehabilitación del poder judicial (p. 20).
Algunas de las
dificultades para lograr cambios reales yace en la propuesta del MUD de subordinar
a las fuerzas militares a sus límites legales y constitucionales (Prg MUD, p.
20-21). Es una restricción esencial, sin la cual no pueda haber democracia,
pero hay dos dificultades con esta aspiración: la primera es la muy probable renuencia
castrense a volver a los cuarteles, y la segunda es la aspiración de algunos
sectores de resolver los problemas de del país por medio de una figura
dictatorial de su agrado. Es decir, hay fracciones que quisieron contar con “una
mano fuerte” que apoyaría políticas que se circunscriban a sus propios
intereses. Es importante entrar en diálogo con estas esferas.
El deterioro de los servicios públicos
En la
actualidad la infraestructura de todos los servicios públicos está muy deteriorada.
Hará falta una importante inversión para corregir estas fallas, y en el proceso
habrá mayores interrupciones en dichos utilidades.
Bienestar y educación
El Programa
del MUD propone:
“crear un sistema de seguridad social
integral y universal [que garantice la adecuada y oportuna] provisión de
servicios de salud y asegure protección en contingencias de maternidad, paternidad,
enfermedad, invalidez, enfermedades catastróficas, discapacidad, necesidades especiales,
riesgos laborales, pérdida de empleo, desempleo, vejez, viudedad, orfandad, vivienda,
cargas derivadas de la vida familiar, así como otras circunstancias de
previsión social” (# 376, p. 57).
Son ofertas
elementales, sin embargo, es preocupante que en el documento no se habla de
educación gratuita garantizada hasta la culminación de los estudios de pregrado
universitaria (las secciones pertinentes se encuentran entre las páginas 112 - 116
del Prg MUD). Este logro social ocurrió en los primeros años de la democracia
después de 1959. Se habla en la
propuesta del MUD de la subvención de la educación pero no su gratuidad.
La producción interna
Probablemente
lo más urgente es la reconstrucción de un aparato productivo al nivel nacional
que incluyen los renglones de la agricultura, la industria, el transporte, el
petróleo y sus derivados y la medicina entre muchos otros. El MUD dice:
“La productividad interna ha disminuido
a costa de los incrementos de las importaciones de gran cantidad de bienes para
el país. El empleo se concentra en el sector comercio (específicamente al
detal) y el sector servicios (con un importante porcentaje de servicios personales).
La manufactura reúne solamente el 12% de los trabajadores y la construcción
menos del 10%. Esta distribución habla de una estructura económica básicamente
terciaria, concentrada en sectores de baja productividad y de una distribución
poco eficiente del recurso humano. En consecuencia, la mitad del empleo generado
no es de calidad y por lo tanto deja de ser un medio para superar la pobreza” (#328,
Prg MUD, p. 50).
La destrucción
de la productividad del país -para convertirlo en una entidad consumidora e importadora- es una pérdida que tomará décadas para reparar. Es importante
juntar las empresas, los manufactureros pequeños y grandes, los bancos, las
instituciones de investigación científica y tecnológica y en general la
voluntad pública en un masivo esfuerzo de emergencia.
La posibilidad real de cambio
Reconoce el
MUD que los cambios no serán rápidos, ni siquiera después de transformaciones
políticas fundamentales; dice:
“No es posible corregir de modo
inmediato las profundas distorsiones causadas por un gobierno que ha contado
con poder absoluto durante trece años y con recursos económicos extraordinarios
a lo largo de extendidos períodos durante su mandato” (Prg MUD, #362, p. 54).
Sin embargo
el país cuenta, a pesar de sus deudas, con recursos significativos como la
minería y el petróleo que podrían rescatarse a
mediano plazo. Además, con el inicio de prácticas honestas de la administración
pública y la erradicación de la corrupción, dicho rescate podría realizarse.
Referencias:
-Constitución
de Venezuela en su versión publicada en el año 2000 en la Gaceta Oficial de la República
Bolivariana de Venezuela, (revisado el 30/8/14) accesible en la página Web: http://www.me.gob.ve/media/contenidos/2013/d_27200_395.pdf
-La Unidad
Nacional. (revisado el 30/8/14). Lineamientos para el Programa de Gobierno de Unidad Nacional (2013-2019). Accesible en la
página Web: http://www.unidadvenezuela.org/wp-content/uploads/2012/02/MUD.-Lineamientos-para-el-Programa-de-Gobierno-de-Unidad-Nacional-23-Enero-2012.-Final-1.pdf