miércoles, 27 de enero de 2016

Legalizing drugs / La legalización de las drogas


English

Personally I think all drugs should be legalized, and the money for policing, trying, and jailing offenders should be used in viable projects for the recuperation of addicted people. I think drug producers should be taxed and regulated just as alcohol and tobacco producers are. The article cited below is just about long term jail sentences for offenders under current laws.

The war on drugs is a complete failure that only helps out the criminals.

Español:

Personalmente creo que todas las drogas deben ser legalizadas, y que el dinero que se usa ahora para actividades policiales y legales, y para la encarcelación de los usuarios, traficantes y productores debe usarse en proyectos viables para la recuperación de las personas adictas. Creo que los productores de drogas deben ser gravados y regulados del mismo modo que sonlos productores de alcohol y el tabaco. En el artículo citado abajo se trata sólo de la reducción de la encarcelación para los delincuentes menores y sólo en Los Estados Unidos.

La Guerra contra las Drogas es un total fracaso que sólo ayuda a los criminales. 


Reference / Referencia
John Kiriakou (January 27, 2016). The Clemency Project, Another Obama Mirage? Reader Supported News. Available at: http://readersupportednews.org/opinion2/277-75/34848-focus-the-clemency-project-another-obama-mirage
John Kiriakou (27 de enero, 2016). The Clemency Project, Another Obama Mirage? Reader Supported News. Disponible en: http://readersupportednews.org/opinion2/277-75/34848-focus-the-clemency-project-another-obama-mirage

viernes, 22 de enero de 2016

Frente a la autoridad


Bombonas de gas

El drama de comprar bombonas de gas en Los Teques se agudiza. Sólo permiten dos por persona.

Como éramos tres pretendimos comprar seis. Pero el hombrecillo en la puerta quería que los tres cargáramos personalmente las dos que nos tocaran. Mi artritis dificulta que levante a estos objetos, y normalmente los hombres que me acompañan me ayuden. Pero aquel -como dije- hombrecillo no quería dejarnos pasar a menos que tuviera yo uno en cada mano, levantados y arrastrados por el suelo. Era un Gestapo. 

Supongo que pudiera haberlo hecho, pero que me obligara era demasiado. Le llamé, con cierto volumen decibélico, "feíto", "poco humano" y algunas injurias más. Los demás en la cola se solidarizaron conmigo y el gnomo maligno finalmente dio un paso atrás, dejándonos entrar.

Sé que hay que protestar cuando los porteros se alzan a ejercer los pocos centímetros cúbicos de poder que las autoridades les entregan. Pero al final me sentí mal. Sí, el gnomo era feíto, pero creo que podría haber sido menos personal en mis protestas. 

“Obey”

A veces me dan risa los mensajes en inglés escritos en las franelas que usan las personas. Algunos son francamente groseros y quienes los exhiben no tienen idea de las barbaridades que publican por las calles. 

Pero ahora hay uno en particular que me deja perpleja: Hay chaquetas que dicen "obey", es decir, "obedecer". Claro puede ser interpretado de las dos maneras: "yo obedezco", o "obedézcame", pero para mí es particularmente notable ver estos avisos cuando todo el mundo pasa los días sumisamente haciendo cola.

domingo, 10 de enero de 2016

El deber del ciudadano es no confiar


Guárdense contra toda acumulación de poder, sin adaptarse a ella ni justificarla debido a quiénes la detentan. No importa si surja en una junta de vecinos, de una casa financiera, de un monopolio de la manufactura de un producto de alta demanda, de un retén policial,  de una banda hamponil, de un aula de clases o de un partido político.

No hay buenas causas que justifican tal acumulación. No hay peligros externos que excusan que los individuos entreguen su potestad propia. Cuando el gobierno pide acceso a las comunicaciones personales de sus ciudadanos en nombre de la seguridad nacional, o cuando un presidente pide a los legisladores que le entreguen la autoridad de regir por decreto o cuando se dediquen cantidades desmesuradas del tesoro público al desarrollo y acopio de armas de guerra,  se trata de algo que, en una democracia –en una sociedad civilizada-, no es lícita. 

Deberíamos rechazar a los héroes que piensan que pueden obrar en nuestros nombres. No hay salvadores que nos rescatarán de nuestra obligación de ser perspicaces y desconfiados sobre el manejo del bien público.

Deberíamos huir de las ideologías totalitarias y los fundamentalismos que nos prohíben pensar más allá de los límites de ciertos dogmas consagrados.

Hay que cuidarse de las agrupaciones agresivas de gentes que defienden su causa a costa de la nuestra. 

Deberíamos sospechar cuando los gobernantes nos piden sacrificios sin renunciar nada ellos mismos.

El deber del ciudadano es no confiar; es actuar con compromiso personal y autónomo. Es asumir la responsabilidad por los actos propios. 

lunes, 4 de enero de 2016

Kundera



He terminado de leer dos libros de Milan Kundera en estas vacaciones: El libro de la Risa y el Olvido, y La Fiesta d la Insignificancia. Ambos combinan la frivolidad con un sustrato muy serio que alude a la condición humana en general y específicamente al ejercicio del poder como tiranía. 

Como ya comencé a leer un tercer libro de otro autor, con un estilo muy distinto, quiero organizar mis reacciones a Kundera antes de perder su manera poética de ver la realidad a través de palabras que embrujan mientras la construyen. Evidentemente tengo que combinar las dos novelas en lo mis reflexiones porque al leer la segunda tuve la primera todavía viva en mi cabeza. 

Se trata de encuentros entre amantes y amigos que juegan con variados grados de intimidad y entendimiento mutuo. En el primer libro hay una mujer que pierde a su esposo y pasa por todos los resabios de dolor y rescate -imaginarios y creíbles-; el autor pone su destino en manos de unos niños indiferentes y enajenados de las emociones que normalmente compartimos. De nuevo el lector se pierde entre posibles simbolismos políticos y sociales, pero sin la seguridad de que no se trate todo de simples absurdos. En el segundo aparecen hombres que intentan entenderse con sus amigos, amantes y madres. Estas crónicas íntimas ligan los encuentros más casuales con la opresión política de la era soviética, pero también con el sustrato compartido de lo que es ser un humano sentiente.

Corre por La Fiesta… una anécdota sobre Stalin como un cazador improbable; emplea sus embustes para atormentar a un funcionario suyo que sufre de la incontinencia urinaria, obligándolo a quedar oyendo una misma historia alargada y repetida a pesar de su incomodidad. Este cuento se repite entre un grupo de amigos en atiborrada juerga y también como una obra teatral en plena calle, o tal vez como un retorno en pleno Jardín de Luxemburgo del dictador soviético con una escopeta que caza al pobre funcionario del relato. Hay un hombre en esta historia llamado Calibán que trabaja como mesonero; finge no entender francés (ocurre en París): inventa un facsímile original suyo de Urdú que llama “pakistanés”; así ejercita su oficio de actor y a la vez evita interactuar con los que asisten a los banquetes donde gana –de mala gana- la vida. 

Cuento estos incidentes para ilustrar como las realidades se tejan alrededor de burbujas de jabón, y llevan al lector a lugares emotivos de realidades construidas con frases inventados por un gran maestro.

Koko


Español:

Koko, la gorila, ahora es una anciana. Empecé a leer sobre ella hace mucho tiempo cuando yo hacía mi maestría: ella aprendió a hablar usando las señas de mano de los sordomudos y ha estado conversando con los humanos desde entonces. 

Hace unos meses por Internet fui testigo de una conversación en la que una mujer humana le dijo –por medio de señas- de su dolor después de la muerte de su bebé, y Koko su vez le contó a la mujer de su tristeza tras la muerte de su propio hijo. Fue una conversación entre dos seres con capacidad de consciencia y de sentimientos profundos.   

Ahora Koko habla de los peligros climáticos. Debemos escuchar lo que dice.


Referencia: https://www.facebook.com/Upworthy/videos/1160303567343833/

Inglés:

Koko, the gorilla, is an old lady now. I began to read about her when I was doing my master's way back when. She learned to speak the deaf-mute hand signals and has been conversing with humans ever since. 

A few months ago on Internet I witnessed a conversation in which a human woman told her about her grief after her baby's death, and Koko in turn told her about her feelings when her own child died. It was a conversation between two sentient beings with deep feelings. 

Now Koko talks about climatic dangers. She is to be listened to. 

Reference: https://www.facebook.com/Upworthy/videos/1160303567343833/

domingo, 3 de enero de 2016

The control of violence / El control de la violencia

Español:

Hay una sola manera de controlar, reducir y mitigar las injusticias y  la violencia de los regímenes con pretensiones absolutistas: es algo que se lograr únicamente al controlar, reducir y mitigar la pobreza y fomentar sistemas educativos que provocan el cuestionamiento de todo. Bombardear, matar y encarcelar a sus responsables no funcionan. Los ejércitos de destrucción sólo los dispersan –y aumentan- los efectos perniciosos de la miseria; usar la violencia para eliminar estos efectos es como dejar caer una pelota de boliche en un montón de cenizas secas en un día de mucho viento.


English:

There is only one way to control, reduce and mitigate the injustices and violence of regimens with absolutist pretensions: it can only be achieved by controlling, reducing and alleviating poverty and promoting educational systems that promote the questioning everything. Bombing, killing and jailing absolutist do not work. The armies of destruction only scatter the pernicious effects of poverty; use violence to eliminate these effects is like dropping a bowling ball on a pile of dry ashes on a windy day.

viernes, 1 de enero de 2016

La ciencia y la democracia


Acabo de presenciar un “re-run” de la entrevista que Charlie Rose hizo con Neil deGrasse Tyson. Hay tanto en ella que se puede comentar, pero ahora me limitaré a un comentario que hizo –frente a un extracto de otra entrevista con Carl Sagan- sobre el papel de la ciencia en la democracia. 

Dijo la democracia requiere ciertas condiciones previas relacionadas con la ciencia; menciono dos elementos primordiales: 
a) la actitud  y desconfianza de la pregunta científica: en ella no hay verdades sino interrogaciones frente a los cuales se elaboran respuestas tentativas, y 
b)  respuestas adecuadas dado el momento de la interrogación. 

Mi interpretación es: no hay como legislar sin que los legisladores de los países democráticos tengan una cultura mínima sobre el significado del calentamiento global, el significado de la inteligencia artificial, el desarrollo de enfermedades inmunes a los antibióticos actuales, y el significado de las vacunas, los conocimientos actuales sobre la agresión al nivel neuronal. Hay otras preguntas cuyo sentido los legisladores deben por lo menos entender: a) ¿estuvo equivocado Malthus? b) ¿de qué manera puede ser sustentable el planeta? y c) ¿qué es la inteligencia?

Que quede claro: las listas no son completas.

Antes de cerrar este comentario quiero decir que Carl Sagan –por medio de sus libros- es un héroe para mí en el sentido más profundo del término. Muy cerca de atrás viene el Dr. Tyson. Los dos representan personas que han tenido como parte de su propósito en la vida educarnos sobre lo más grande y bello de la ciencia.


 
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