miércoles, 25 de abril de 2018

Emmanuel Macron



Acabo de oír a Emmanuel Macron hablar en el Congreso estadounidense. ¡Qué discurso! Yo solita, frente al televisor me levantaba a aplaudir a este hombre. 

Mezcló afirmaciones de afinidad con el espíritu fundacional de Francia y los Estados Unidos, que se originó en las respectivas revoluciones liberales a favor de la libertad y la democracia, con una clara crítica al aislacionismo del actual gobierno norte-americano. De manera oblicua reprobó la actitud anti-científica de los republicanos con respeto al ambiente. Habló de la necesidad de fortalecer a la educación y la cultura. Incluyó una preocupación por los derechos civiles y el creciente racismo y xenofobia en el mundo. Habló de la necesidad de comercio libre y el respeto a acuerdos firmados. Respaldó el actual acuerdo con Irán.

Es una de los discursos mejor construido desde Marco Antonio defendió a Julio Cesar en la obra Shakespeariana. Quiero conseguir un transcrito para guardarlo.

Mi teoría sobre la relación Trump-Macron: aunque CNNI y otros emisores se llenen de idioteces como "vinculaciones masculinas" (male bonding) y afinidad masculina ("bromances"), creo que algo más maquiavélico ocurre. Uso el último término en este momento en el sentido de una estrategia bien elaborada de parte de Macron para producir un efecto, en este caso, un anhelo altamente deseado por casi todos nosotros en el planeta. 

Desde el primer momento Macron ha establecido una relación de alpha-machos con Trump. Lo hace a propósito para llegar, a través del contacto físico de reconocimiento mutuo, a la posibilidad de influir en la limitada capacidad ideacional de Trump. Debe haberse asesorado con los etólogos que se especializan en los machos de espalda plateada. (Una referencia débil porque admiro los grandes simios.) 

La única crítica que formularía yo en este momento al discurso de Macron es su elevado nivel cultural. Los republicanos seguramente no han oído de personas que mencionó como Simone de Beauvoir, y menos de Alexis de Tocqueville.

Pero a lo mejor el mensaje principal del presidente francés se oyó. Ojala.

lunes, 23 de abril de 2018

Los enfermos que andan sueltos


¿Qué es lo que se puede hacer por el "enfermo" que no se reconoce como afectado? Es un problema delicado porque a veces se perciben a las personas distintas o disidentes como si fuesen "trastornadas". Incluso esta acusación ha sido empleada como una arma represiva. 

Pero en relación a los problemas verdaderamente clínicos, es algo que todos los que trabajan en profesiones relacionadas con la salud se preguntan con frecuencia: no sólo tiene que ver con los “enfermos” neuróticos y psicóticos, sino con las personas que andan por allí dispersando bacilos, las espiroquetas, estreptococos, estafilococos y los varios tipos de virus. 

Con relación a las neurosis, hay gran avidez popular para diagnosticarse y diagnosticar al prójimo, cosa que se ven en los múltiples artículos sobre el tema en las revistas populares. Pero, creo yo, más allá de este interés generalizado, hay un problema grande con personas que sufran pero que no poseen la capacidad de buscar la ayuda apropiada, por las razones que sean, por ejemplo un neurótico narcisista que no puede reconocer ninguna carencia en sí mismo.

Por otro lado están los enlaces neuróticos donde dos o más personas se acoplan en codependencias y otros enganches dañinos. Estos enganches se ven terapéuticamente en el alcoholismo y otros conflictos psíquicos, pero también en los partidos políticos, los cuerpos policiales,  cultos religiosos, las bandas juveniles y grupos similares donde el disfrute dañino y el fanatismo impiden comunicaciones saludables.

Dando un paso más en estas reflexiones, los políticos emplean estos enganches a propósito, por ejemplo insertan en sus discursos mensajes xenofóbicos y racistas y múltiples alusiones a odios y miedos irracionales.  Los seguidores responden: participan en manifestaciones y votan a favor de quienes hablan de este modo porque sienten que sus líderes reconozcan “sus intereses” y que sus valores malsanos hayan sido revindicados y aceptados; además su necesidad de sentirse parte de un movimiento así se satisface. 

Mientras tanto, dichos políticos aprovechan del apoyo recibido y aumentan su poder y se enriquecen personalmente, a veces con gran cinismo. Al final, no necesitan a los votantes fanáticos porque al llegar al poder pueden mantenerlo por medio de las fuerzas de orden, que también obedecen de la misma dinámica de lealtades, codependencias, coerción y enriquecimiento ilícito. 

Es un enganche peligroso que los psicólogos escasamente hemos mirado. 


jueves, 19 de abril de 2018

Las nubes del norte


Hoy las nubes del norte
taparon al sol. Sólo
quedó un pálido aro,
como si fuera –no un faro
incendiado- sino un mero
agujero redondo hacia
un pozo invertido
sin camino, sin destino.
                          -Karen Cronick

jueves, 5 de abril de 2018

Magnetismo


Hay calamitas invisibles, impalpables
que imantan las cosas:
ciertos cuartos, calles, árboles, olores, 
y especias y esquinas y colores: son
evocaciones en espejismo que 
se tornan  espantosas o hermosas
según las fuerzas de las fuentes.
Los vitalizan, y con su magnetismo
someten a nuestras sensaciones: 
extraen recuerdos, antes indolentes,
y de pronto nos encandilan con 
escenas -brutales o amables-,
o nos despiertan, inquietos, con
la letra de una vieja canción.

      -Karen Cronick
 
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