sábado, 10 de octubre de 2015
The desintegration of the U. S. Republican Party
What has happened to the U.S. Republican Party that produced people like Abraham Lincoln and Dwight D. Eisenhower? I recognize that educated, well-meaning people are still members of this political organization, but there has been a terrible and clear disintegration in the quality of its candidates.
Here is a possible explanation: the leaders have developed a double and contradictory loyalty: on one hand they have a natural affinity to big banks and industry because many of their ranks come from these social groups; on the other they realized that they could get support from a large sector of excluded, fundamentalist, and -to a large degree- poorly educated people that dislike liberal values such as racial and ethnic integration. This economically sidelined segment also identifies with wealth: they feel they are one noble step above the “really poor” who deserve to suffer because they are unworthy and lazy.
These alienated people have another compatibility with big business: they tend to support a foreign policy based on armed intervention and their own “right” to own and use armament; given that the munitions industry is one of the largest in the world, these principles are well-matched with corporate values.
So what happened to the Republicans? They began to incorporate their disenfranchised base to the point of thinking like them. Many of their members distrust formal education (except as a means of climbing the social ladder), and isolate themselves from new and possibly threatening information.
For these reasons, maybe, they cannot field a decent candidate.
viernes, 9 de octubre de 2015
La ética de comer carne
Desde hace algún tiempo he querido decir algo sobre la ética del vegetarianismo.
Yo, entre muchas personas, resisto comer carne. En casa no lo hago, pero en otras casas, sí, porque es lo que ofrecen y no pretendo que la gente me haga platos especiales sólo para mí.
Pero de esto no quiero reflexionar ahora. Pienso que hay que hablar del significado de la cría y el sacrificio de animales destinados a alimentar a la gente.
Creo que lo primero que hay que examinar es la vida de los animales de cría. La mayoría son criaturas inventadas por el ser humano, es decir, han sido genéticamente seleccionados históricamente por sus características especiales. En la naturaleza nunca ha habido vacas, cochinos y pollos tales como los conocemos ahora. Sin la atención de los criaderos –quienes tienen motivos económicos para hacerlos sobrevivir- no existirían. O sea, sin los sistemas económicos que apoyan su mantenimiento, morirían todos. Otros como conejos y cabras existen tal como la selección natural los produjo y tienen espacios apropiados en las redes ecológicas.
Entonces tenemos que ubicar nuestras preocupaciones éticas. ¿Dónde están las injusticias y las ofensas a la vida que nos molestan?
Primero, diría yo, nos deben molestar las condiciones de crianza de estos animales. Los que viven encerrados en granjeros tipo “fábrica” carecen de cualquier posibilidad de existencia digna y justa. Algunos nunca ven al sol o al suelo con tierra y hierbas. Nunca caminan. Viven apretados los unos contra los otros hasta el momento de morir.
Segundo, las maneras empleadas para sacrificarlos carecen de toda empatía. Son empacados en camiones, llevados en masa hasta donde se los “benefician” y en estos lugares no prestan ninguna atención ni a sus miedos y ni a su sufrimiento.
Entonces, pienso yo, el problema ético proviene de estas dos preocupaciones, más que del acto de comer carne. Nuestra indignación debe expresarse contra de la crueldad de la crianza y sacrificio.
Sin embargo, en lo personal, seguiré consumiendo vegetales y huevos.
viernes, 28 de agosto de 2015
Replicability in psychology
A recent article has been making waves in psychology in which scientific replicability in the field is placed in doubt.
Even in social
psychology reproducibility can be important, as in the famous work of Solomon
Asch on conformity that was confirmed in multiple replications. However, with a
slight theoretical shift, his results became part of a much larger perspective
on opinion-formation by Serge Moscovici’s idea of minority influence. That is, Moscovici
does not “correct” Asch’s work, it enlarges it and gives it nuance. I use this well-known
example because it seems that the problem of “truth” in psychology is not necessarily
statistical: it has more to do with fine distinctions and the complexity of behavior.
Another problem has to
do with all the tests that are supposed to measure things like intelligence, attitude,
personality, school assessment and the like. There are well-known criticisms of
this kind of testing that deal with things like cultural exclusion and the
limited definitions of the field being evaluated (for example, musical ability
is excluded from intelligence tests). I mention this as just another issue in
which complexity makes any broad statements about the utility of these tests
impossible.
I don’t want to go
into other issues where objectivity is not even a goal in psychology. Rigor is
always a problem, and evidently there must be rules that make absolutely clear
what is being discussed and to what degree it might be representative of
something. As the multi-authored, re- published article from Science says in
its conclusions: “Any temptation to interpret these results as a defeat for psychology
or science more generally, must contend with the fact that this project
demonstrates science behaving as it should”.
Reference:
Alexander A. Aarts, Joanna E. Anderson, Christopher J. Anderson, Peter R. Attridge, Angela Attwood, et al (August, 2015) Estimating the reproducibility os psychological science. Science
Vol. 349, no. 6251. Disponible en: http://www.sciencemag.org/content/349/6251/aac4716.full
martes, 25 de agosto de 2015
La educación y los "ismos" / Education and "isms"
Español:
Sería bueno si todas estas personas que alegan que algún “ismo”
político y social no funciona ofrecerían alternativas razonables. Los
capitalistas dicen que el socialismo falla; los socialistas dicen que el
capitalismo fracasó. ¿Qué ofrecen estas personas? Sospecho que el problema no
está en el "ismo" en particular; sospecho que el remedio se halla en la
transparencia y la honestidad de los propios actores políticos. Esto significa
que en cada país haya un electorado educado y capaz de elegir sabiamente.
English
It would be nice if
all these people that claim that a particular political and social “ism” is the
work of the devil would offer reasonable alternatives. The capitalists say socialism
doesn´t work; the socialists say capitalism doesn’t work. What do these people
offer? I suspect that the problem isn’t in the particular “ism”; it can be
found in the transparence and the honesty of the political actors themselves.
This means that in each country there is an educated electorate capable of choosing
wisely.
viernes, 21 de agosto de 2015
"Los buenos" y la banalidad del mal
"Los buenos" también podemos contribuir a los totalitarismos.
"La banalidad de mal"* no incluye, si me acuerdo bien, el miedo de perder el regular pago de quincenas. Es una preocupación real para mucha gente que tema que actuar según su conciencia o promover un cambio de gobierno los vaya a dejar sin su trabajo -que para un funcionario actual es relativamente fácil-.
Y, tomando el papel del abogado del diablo: ¿cuántos de la 4ta República no se callaron o dejaron de protestar los abusos de aquel entonces? La tarea que tenemos ahora es bien complejo: es crear una democracia verdadera donde todos tenemos que obedecer las leyes y sentirnos parte de un proyecto honesto. Esto en un país donde no se respeta ninguna ley. Ni un semáforo.
Nota:
*Es parte del título de un libro de Hannah Arendt. Datos bibliográficos: Arendt, Hannah (1961/2003). Eichmann en Jerusalén. Un estudio sobre la banalidad del mal. Barcelona, Lumen.
Accesible en línea en la dirección: http://www.psicosocial.net/grupo-accion-comunitaria/centro-de-documentacion-gac/areas-y-poblaciones-especificas-de-trabajo/tortura/864-eichman-en-jerusalen-un-estudio-sobre-la-banalidad-del-mal/file
domingo, 16 de agosto de 2015
Sólo un poco en satira...
Ayer en la mañana me desperté mirando unas pesadas y negras nubes en el valle, y me dije: “hoy lloverá”. Realmente hacía falta porque hace dos semanas no hemos tenido sino las más ligeras lloviznas, y yo he podido regar adecuadamente al jardín.
Dije luego lo mismo a unas amigas, dije que inclusive había hecho un baile de la lluvia para influir positivamente en mi microclima. Claro, mi baile era sólo retórico. Mis amigas me dijeron que, no, que unos vecinos de ellos habían colocado un contra, en este caso un tenedor y un cuchillo cruzados apuntados hacia el valle por donde vienen las nubes. Ya para el anochecer no llovió ni una sola gota en todo el día.
Me puse en la cocina (donde los vecinos no me pueden ver) y, sí, bailé unos pasos que había visto en una entrevista con el artista John Feodorov*: él decía que si haces bien los pasos, necesariamente tiene que llover. Admito que no logré algunos de los saltos requeridos –favoreciendo una rodilla sensible-, pero en menos de veinte minutos comenzó un brevísimo pero duro aguacero. A lo mejor si hubiera podido alcanzar las piruetas que el rito pide, hubiera llovido más.
*Nota: John Feodorov es un artista plástico de ascendencia navajo / europea en los EE.UU.
domingo, 9 de agosto de 2015
Hiroshima y Nagasaki
En este aniversario de la masacre de Hiroshima y Nagasaki, quisiera recoger algunas reflexiones que he hecho a través de los años:
1. Los días 6 y 9 de agosto, 1945, el presidente de los Estados Unidos aprobó el uso de las bombas atómicas que destruyeron las ciudades de Hiroshima y Nagasaki. Pero no estaba solo. Tenía a sus espaldas el alto mando militar de aquel país y el peso de los resultados del Proyecto Manhattan que no sólo había costado mucho dinero, sino que representaba un temible adelanto en la tecnología de la muerte. Estas bombas eran horrendamente letales.
2. La mortandad entre víctimas iniciales de Hiroshima y Nagasaki (estimadas en 246.000) y los que murieron después por lesiones o enfermedades no tiene paralelo en la historia de la humanidad.
3. Los estadounidenses crearon una cortina afectiva para ocultar lo terrible de todo aquello. Llamaron las bombas por nombres que podrían usarse para mascotas inofensivas (“Muchachito” y “Gordito”) y por muchos años no se permitía mostrar sus efectos sobre la población civil en Japón en la televisión o el cine. Luego en los años ‘50 hubo en aquel país una especie de reacción al revés (regreso de lo reprimido) cuando todo el mundo tenía como preocupación central en sus vidas personales el peligro de un ataque por parte de la Unión Soviética con armas similares. Casi todas las viviendas tenían un cuarto de resguardo donde las familias podrían esconderse, a pesar de que en realidad estos espacios no ofrecerían ninguna protección real contra armas atómicas.
4. A lo mejor, y en el espíritu de el Juicio en Nuremberg, valdría buscar culpables individuales por todo esto. ¿Quiénes serían estos malignos? ¿Albert Einstein quien alertó al Presidente Roosevelt que a lo mejor los alemanes iban a construir una bomba semejante antes de los aliados –así iniciando el Proyecto Manhattan-? ¿El Presidente Harry Truman? ¿Julius Robert Oppenheimer, el jefe científico del Proyecto Manhattan? ¿El Estado Mayor Conjunto de los militares? ¿Los generales estadounidenses de las fuerzas armadas en el Segundo Guerra? ¿Los pilotos de los aviones Enola Gay y Bockscar?
5. A lo mejor hay que buscar las culpas y causas en dinámicas históricas que permiten alta crueldad en nombre del miedo, del patriotismo y del odio. Esto pone la culpa sobre todos (nosotros mismos) que nutren y transmiten estas emociones. Los casos son demasiados numerosos para comenzar una lista de ellos, pero los más tristes se encuentran en posiciones de mando cuando que nos den modelos violentos de interacción.
5. Yo abogo por una nueva educación de paz, tolerancia, convivencia y aceptación de las diferencias.
6. Pero además creo que hay que arrojar un fuerte rayo de luz sobre algunos monstruos que todavía acechan entre nosotros. Hablo específicamente de quienes se benefician económicamente con la manufactura de armamentos. Y quienes hacen carrera con su uso. Estos dragones todavía quedan por ser domados.
7. Hiroshima y Nagasaki nos pueden enseñar mucho en el Siglo XXI: se trata básicamente de lo que el vacío de amor ha producido y sigue produciendo.
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