otivada por lo que pasa actualmente en El Rodeo tengo una brevísima reflexión sobre las cárceles en general:
Muchas veces entran en ellas personas que han sido carentes de afecto positivo y contención por toda la vida, y su recurso de supervivencia ha sido ser más violentas que los demás que habitan su ambiente social y físico. Nunca han podido desarrollar una adecuada capacidad de empatía. Y nosotros, que hemos sido sus víctimas en la calle deseamos para ellos solamente más sufrimiento.
Una vez que se les encarcelan encuentran una población de personas igualmente privadas de afecto y contención. Aprenden allí reglas y destrezas más eficientes para seguir viviendo y sobreviviendo en un mundo basado en el poder brutal. Luego salen, ágiles en reproducir lo amargado que han aprendido. Además después de su reclusión han desarrollado una red de personas similares a ellos mismos.
¿Esto es lo que queremos como sociedad? ¿No sería mejor enseñar la empatía que les hace falta? ¿Prover terapia psicológica, cárceles con trato amable, comida nutritiva, cuartos y camas cómodas, escuelas y bibliotecas provistas de oportunidades de pensar de otro modo, entrenamiento para poder trabajar afuera y vivir bien en base a este trabajo?
Estaríamos todos más seguros.
Fuente de este video: es necesario esperar a que los presos de El Rodeo canten el himno nacional y algunas tomas oscuras de una celda. Luego un preso lee un documento.
Fuente de este video: es necesario esperar a que los presos de El Rodeo canten el himno nacional y algunas tomas oscuras de una celda. Luego un preso lee un documento.
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