No es nada fácil. Con respecto al reciente plebiscito en Colombia, dice Fernando Mieres (1) que sufrimos de emociones ambivalentes entre el deseo para que haya paz y él de administrar justicia a quienes han cometido crímenes, algunos de los cuales son de lesa humanidad; dice que la primera la experimentamos con la cabeza y la segundo con el corazón.
En general Mieres –y todos los demás que comentamos sobre esto- hablamos de una justicia a que debe ser sometido los miembros y dirigentes de la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (las FARC).
En el conflicto colombiano, sin embargo, hay muchos más actores. Podemos señalar a otros grupos de insurgentes marxistas como las el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y Ejército Popular de Liberación (EPL), pero también a los grupos que se organizaron para combatirlos: Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU), las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), al ejército nacional, a la Administración para el Control de Drogas (DEA) y a los narco traficantes entre otros.
El acuerdo que fue sometido a votación este septiembre tenía sólo dos grupos de firmantes: las FARC y el gobierno. Las demás organizaciones, tanto los insurgentes como los paramilitares, no firmaron nada en esta ocasión; sin embargo todos los involucrados son igualmente responsables de atrocidades y a la par son merecedores de justicia. Las AUC, por ejemplo, no pertenecen realmente al gobierno, sino a "familias" como la de los Hermanos Castaño, que han actuado con similar independencia de las leyes que los guerrilleros.
A pesar de la autonomía aparente de los paramilitares, hubo cierta colaboración entre los diferentes grupos de autodefensas, el ejército del país y la DEA. Por ejemplo Carlos Mauricio García Fernández (el famoso Doblecero) se formó en la Escuela Militar de Cadetes colombiana. También fue enviado a la "Escuela de las Américas" del ejército de los Estados Unidos. Luego se juntó a las AUC, formando su propia división de paramilitares en colaboración con los Hermanos Castaño.
Encontré un video sobre los paramilitares que realmente debe verse (2). Además de imágenes periodísticas, es algo dramatizado, pero como un reportaje elaborado para los medios de comunicación no deja de ser interesante.
¿Hasta dónde se extienden nuestros anhelos de justicia? Las AUC han dado muestras pacificadores y algunos de sus líderes han expresado su aspiración de volver a formar parte de la sociedad civil. Han propuesto candidatos para el parlamento, y en comicios muy regulados por ellos mismos -en zonas controlados por sus soldados- han ganado curules legislativos. Estos parlamentarios, como la representante Rocío Árias de Antioquía, tuvieron algún tiempo en el ejercicio de sus funciones, aunque ella, junto con otros más, después tuviera que pagar tiempo de cárcel.
Ahora las FARC quieren hacer lo mismo pero ahora la justicia vale más que la paz.
Referencias:
(1) (http://polisfmires.blogspot.com/2016/10/fernando-mires-colombia-un-pais-tri.html)
(2) https://www.youtube.com/watch?v=Iv79JKQp9Jo
1 comentario:
Muy bueno Karen, suscribo tus palabras: las paz sin justicia no es paz!
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