Hoy vi un artículo de Alex Ross en The New Yorker (citado abajo) sobre la interpretación que hace András Schiff de la Sontata para piano en Si bemol de Schubert.
El compositor la escribió a dos meses de su muerte, y es claramente una reflexión sobre su eminente final. En el artículo Ross refiere a varios elementos en la pieza, pero sobre todo a un trino que aparece después del anuncio del tema; se trata de varias notas que comienzan con una F en el registro bajo, que se mueve rápidamente entre Sol y La bemol. Hay una discusión sobre las diferentes maneras de tocar este trino y sobre los instrumentos adecuados para captarlo, pero tengo que decir que nunca me había fijado en él.
Después de leer a Ross, busqué en Youtube a Schiff tocando la sonata. Es una grabación hecha evidentemente antes de los cambios que el pianista hizo en su interpretación del trino, pero no importa: ahora con la conciencia nueva que el artículo me dio sobre esta música, escucharla se convirtió en una experiencia dramática de mirar –yo también- a la mortalidad. Es un escalofrío que corre debajo de la música que nos obliga a esta mirada.
Pongo las dos referencias, primero la de Youtube y luego del artículo de Ross.
Referencias:
1. Concierto en Youtube: https%3A//www.youtube.com/e3d4ee57-a0e3-477a-8470-b50a8caae8b9
2. Alex Ross (2-11-2015). The Trill of Doom. The New Yorker. Accesible en la página Web: http://www.newyorker.com/magazine/2015/11/02/the-trill-of-doom
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