miércoles, 30 de diciembre de 2015
La Flauta Mágica
Esta tarde vi en Film&Arts a la opera La Flauta Mágica de Mozart en la versión del director James Conlon dirigiendo la Orquesta de Cámara de Europa. Se trata de una la película (no obra teatral) que emplea un escenario que hace pensar en la Primera Guerra Mundial y evoca una lucha a favor de la paz.
No pueden, sin embargo, remediar de la figura enigmática de Sarastro que sigue siendo el incógnito líder de un culto extraño -aunque en esta presentación haya perdido algo de su identificación con los Masones-. Nunca me ha agradado Sarastro en ninguna de las interpretaciones que le han hecho a pesar de la bella música: es prepotente y juzga a la gente según criterios propios y suyos. Y la relación de odio entre Sarastro y la Reina de la Noche implica que él la abandonó encinta y resentida. Esto tampoco habla bien de él.
Han cambiado el personaje de Monostatos: ya no es un monigote y violador vulgar con insinuaciones racistas: ahora sólo es un hombre rechazado y demasiado insistente: este cambio es muy bienvenido.
La música sigue siendo espectacular, no importa quienes cantan. Esta vez los cantantes eran fueron René Pape, Tom Randle, Lyubov Petrova, Silvia Moi, Joseph Kaiser y Amy Carson.
Aunque La Flauta Mágica siempre me provoque estas reflexiones mixtas, fue una tarde bien empleada.
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