En un artículo intitulado “Dead, White, and Blue: The Great Die-Off of America's Blue Collar Whites” Barbara Ehrenreich expresa algo que deberíamos haber sospechado; nos hemos asombrado que las personas que siguen a idiotas como Donald Trump sean capaces de tragar cualquier mentira xenofobica y aceptar las más odiosas declaraciones que emiten sus candidatos. Pero no se trata de necedad; es algo más triste.
Ehrenreich ofrece una explicación muy humana a todo esto: se trata de una tragedia en que personas que trabajan en labores “blue collar”, es decir, situaciones que no requieren ni especializaciones, ni grados académicos, están sufriendo terribles malestares, tanto es así que están muriéndose más joven. Es una indicación de un profundo desequilibrio en la economía estadounidense y algo que, si no se atiende, va a producir mucha más violencia social en el futuro prójimo.
Lo central del artículo, creo yo, es que señala que no estamos viendo vidas mezquinas y crueles, sino personas que sufran. En fin, el origen de una gran parte del mal en este mundo es el sufrimiento que algunos pasan sin contar con las herramientas para remediar su condición.
Es una tremenda miopía atribuir a la mezquindad lo que debe imputarse al desconsuelo y al desamparo.
Fuente:
Barbara Ehrenreich (1/12/2015). Dead, White, and Blue: The Great Die-Off of America's Blue Collar Whites. TomDispatch. Disponible en: http://readersupportednews.org/opinion2/277-75/33793-focus-dead-white-and-blue-the-great-die-off-of-americas-blue-collar-whites
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