miércoles, 29 de agosto de 2018

La democracia de Atenas

He comenzado a escribir sobre la democracia y las fuerzas que la amenazan. Pienso ir publicándolo poco a poco aquí en mi blog. 


 La historia de la democracia
Karen Cronick


La idea popular que la democracia nació en Grecia en el Siglo VI aC es cierta sólo en parte. Hay evidencia de algún grado de participación ciudadana en el poder por toda la región de Mesopotamia y Armenia en las Edades de Bronce y Hierro.

Las personas comunes en las ciudades  del Medio Oriente de esta época no carecían de participación “popular” en los asuntos relacionadas con sus propias vidas. Kristoffer (2013) argue que textos legislativos, casos legales y cartas demuestran la influencia que quienes vivían “fuera del palacio y templos” (p. 1).  Inclusive cita evidencia que apoya la  existencia de una participación extensiva de los mercantes asirios. Esto pone en duda la vieja idea del despotismo mesopotámica.

Sin embargo, y siguiendo las observaciones de Kristoffer (p. 2) es difícil atribuir “democracia” en el sentido dado por Atenas a estos antecedentes mesopotámicos. Todo ciudadano de aquella ciudad/Estado tenía por lo menos el derecho de participar en la Asamblea y en los juicios jurídicos. Los ciudadanos eran asignados por “demos”, es decir distritos políticos de residencia (similares a los circunscripciones electores de hoy en día), y así clasificados, eran soberanos en el polis. Los magistrados eran seleccionados por azar y evaluados después de su tiempo de ejercicio. Nada de esto ocurría en las civilizaciones del Medio Oriente.

Por esta razón es importante examinar a fondo el inicio y el proceso de la democracia de Atenas.

La página de la Agathe.gr (Mck. Camp, s/f, párrafo 1) sobre la arqueología de la democracia griega comienza con esta declaración:

"La Atenas clásica vio un logro sin precedentes en la historia. Perikles, Aischylos, Sophokles, Platón, Demóstenes y Praxiteles representan solo algunos de los estadistas,  filósofos, dramaturgos y oradores, historiadores y artistas que florecieron allí en los siglos V y IV a. C., cuando Atenas contaba entre las ciudades más poderosas e influyentes de los Estados en Grecia. Colectivamente fueron responsables de sembrar las semillas de la civilización occidental."

En el mismo tono, Cronick (2017, p. 162) expresó: 

"La transcendencia histórica de los antiguos griegos, cuando decidieron emplear perspectivas nómicas, fue un momento primordial de la historia humana: concluyeron que podían intervenir activamente en su sociedad y en el entendimiento del mundo físico. ¿Por qué ocurrió? Es una pregunta importante, y seguimos preguntándonosla: todavía en nuestros días el modelo racional continúa en confrontación con el modelo mítico y el pensamiento fundamentalista. En aquellos días de la antigüedad, los conservadores fieles a las creencias antiguas de Atenas castigaron el pensamiento nómico de Sócrates obligándole a tomar aquella cicuta. Desafortunadamente todavía castigamos a los portadores de la razón; los vigilantes [de la fe y la ideología] que salen en defensa de lo mitológico, lo legendario y las fantasmas de los credos y doctrinas bloquean el camino a la tolerancia y la inclusión. Los que trajeron… [la cicuta a Sócrates] obedecen al mismo modelo de intolerancia que -no hace mucho- … encarceló a Mandela…."

El origen de la democracia ateniense tiene que ser examinado con atención. En lo que sigue, a menos que se indique otra fuente, se siga de acerca la página de Agathe.gr sobre en análisis de los hallazgos arqueológicos y sociales en Atenas.

Hay que comenzar con la composición de la aristocracia ateniense antes de la democracia durante los siglos 8 y 6 aC cuando la ciudad fue moderadamente próspera. El poder, sin embargo, estaba en las manos de las familias importantes de los clanes que controlaban gran parte de Ática. En el Siglo 6 aC empezaron tensiones sociales que seguían las divisiones de clases sociales en la ciudad y algunos ciudadanos se encontraban reducidos a la condición de aparceros por los hacendados. Otros se habían vendido como esclavos para pagar sus deudas. Para resolver la crisis Solon fue asignado como el “archon” o magistrado para mediar la situación. 

Para su época, los cambios que inició eran innovadores, por ejemplo, en el siglo 7, hasta la Constitución ateniense de Solón, los puestos de liderazgo era vitalicios, pero luego con este estadista  limitó el tiempo de los administradores políticos a diez años. No todo era democrático: normalmente las decisiones se basaban en acuerdos entre los clanes antiguos. Solon, después de terminar su constitución, tuvo que alejarse de la ciudad para evitar las presiones de los viejos intereses para cambiarla. 

Agathe.gr (s/f) cita a Solon tal como fue anotado por Plutarco en “La vida de Solón”:

"Di a la gente común sufriente poder, ni les robé su dignidad ni les di demasiado; para quienes habían gozado del poder y eran maravillosamente ricos logré que no sufriera daño. Me pare con un poderoso escudo en defensa de ambas clases….  "

La constitución de Solón se basó en la propiedad privada. Había cuatro clases y el poder político distribuidas entre ellos y sólo el nivel más alto podía participar a las funciones más importantes del Estado. También convirtió la participación política en una obligación en que los ciudadanos fueron obligados a tomar parte en los asuntos donde había desacuerdo y división. Los tribunales llegaron a constituir una instancia muy importante para la participación de los Thetes, o ciudadanos de menor rango. Tenían el poder de decidir, tal como haría un corte suprema moderno, sobre legislación, asuntos de disputas civiles y otras cuestiones, y según Agathe.gr, Solon dejó intencionalmente ambigua a la redacción de las leyes con el propósito de aumentar el poder de estos fueros jurídicos. Se reunían en múltiples sitios en la ciudad. 

Todo esto no quiere decir que la justica en Atenas no carecía de problemas. Entre las bondades de los avances en la gestión de los asuntos públicos había todo tipo de corrupción, como fue descrito en el siglo VI por el poeta cómico  Euboulos: 

Encontrarías en venta todo que te haga falta [alrededor de los tribunales]: oficiales de la corte, racimas de uvas, peras, manzanas, testigos, rosas… procesos de juicio, leche, menta … corderos, leyes, decisiones legales…”  (Athenaeus, Deipnosophistai en Agathe.gr.

Esta institución se perdió después de la muerte de Solon (y el quebranto temporal de la democracia bajo Hippias), pero sobrevivió luego en la posterior constitución de Kleisthenes que revisaremos en seguida. 

Después de Solon apareció en el Siglo VI aC un tirano, Peisistratos, seguido por sus dos hijos,  Hippias and Hipparchos. En aquellos tiempos a veces los tiranos eran bien vistos. En particular Peisistratos fue considerado moderado y pacificador, aun según Aristóteles. Su hijo Hippias, sin embargo, fue mucho más severo y motivó en la población brotes de rebelión. Al final los rebeldes solicitaron la ayuda de los espartanos (más de una vez) para conseguir su liberación del opresor, y después de varios conflictos, la ciudad escogió a Kleisthenes para ser su líder y establecer una verdadera democracia. 

Kleisthenes organizó a los ciudadanos en diez unidades administrativas llamadas “phylai” o tribus para romper con la vieja estructura del poder. Todos los ciudadanos tenían que vincularse a una de ellas, y se asignaron derechos y beneficios en términos de este sistema de pertenencia. A su vez había demarcaciones subordinadas a las tribus, terminando con los “demos” que podrían considerarse como pueblos o vecindarios con sus propios oficiales y directivos, y ellos tenían cierta independencia administrativa. Representación en el senado, o el Boule, era proporcional a la población del demo con que cada senador se identificaba (como en algunos senados hoy en día). Había una “dieta” para que los miembros con menor capacidad económica podría asistir. Además membrecía en los jurados de los juicios legales también era proporcional a los demos. Otra instancia de importancia que incluía a todos los ciudadanos fue la asamblea, o Ekklesia, que se reunía cada diez días. De acuerdo con Agathe.gr, la mitad de las personas autorizadas a asistir (el total era aproximadamente 6000 hombres) hacía uso regularmente de este derecho. Todos los decretos requerían la aprobación de la Ekklesia. 

Bajo Kleisthenes la posibilidad de “comprar” el resultado de un juicio se redujo. Los miembros de jurado eran numerosos y fueron seleccionados al azar por medio de una máquina inventada para este propósito. En juicios civiles los acusados tenían que hablar en su propia defensa, aunque normalmente sus locuciones eran preparadas por profesionales en el arte del discurso forense como Lysias, Lykourgos, Hypereides, Antiphon, Demosthenes, Aeschines, y Isokrates. 

La muerte de Sócrates: 

La nueva democracia funcionó de manera estable por unos ochenta años más, con “algunos errores garrafales como el juicio de Sócrates” (Cartledge, 2011). 

En este relato sigo el texto de Platón, “Fedón” en que el autor reproduce los últimos momentos de la vida de Sócrates, el gran filósofo de la razón y maestro de Platón. Fue condenado a muerte por una tribuna de 500  (algunas fuentes dicen 501) de sus co-ciudadanos de Atenas. Es impresionante que no acudieron más ciudadanos a la asamblea para defenderlo. 

Los tradicionalistas le acusaron de “impiedad” y corrupción de menores, y bajo cualquier criterio de justicia esto tiene que ser entendido no sólo como un atropello y una brutalidad, sino un fracaso de la democracia como sistema capaz de administrar justica. 

Según Platón en Fedón, Sócrates decidió mantener una actitud de dignidad y limitarse a declarar que siempre había estado al lado de la verdad y la democracia, y no pensaba en ningún momento modificar su conducta ni pedir disculpas. 

Hubo un lapso de un mes entre su condena y su ejecución que sus amigos emplearon para visitarlo y conversar con él. El último día se reunió con ellos y algunos discípulos, y el tema de la conversación fue la inmortalidad del alma que Sócrates defendió con múltiples argumentos y reflexiones dialécticas en su propio estilo de presentar argumentos y esperar la aprobación o las dudas de sus oyentes. Es conmovedor cómo, en las últimas horas de su vida, su pensamiento se ocupa de la muerte y la eternidad  

En el último párrafo que relata el último momento de su vida, Platón describe su muerte final (la traducción del inglés es mía) (p. 71):

"Sócrates fue el único que mantuvo algo de calma. –“Qué son estas lamentaciones?”, preguntó. –“Mandé a sacar a las mujeres para que no tener que soportar este comportamiento, porque me han dicho que un hombre debería poder morir en paz.” Y al oírlo intentamos suprimir nuestras lágrimas; caminó por la celda hasta, como dijo, sus piernas comenzaron a fallarle. Y se acostó sobre su espalda…. Cuando descubrió su cara, porque la había cubierto, dijo –y éstas eran sus últimas palabras- dijo: -“Crito, debo un gallo a Asclepius. ¿Podrías acordarte que haya que pagar esta deuda?” –“Se pagará la deuda”, respondió Crito. “¿Hay algo más?” No hubo una respuesta, pero en un minuto o dos se oyó un movimiento, y los asistentes le quitaron la tela; sus ojos estaban fijos, y Crito ceró sus ojos y boca.
Tal fue el final, Echecrates, de nuestro amigo de quien debo decir, de todos los hombres de su tiempo que he conocido, él fue el más sabio, el más justo y el mejor."

Agathe.gr informa que hay otro aspecto de la democracia de Kleisthenes que merece reflexión: la institución del destierro. El propósito era limitar la posibilidad del ascenso de nuevos tiranos. Una vez al año la gente se reunía en la Agora para votar; la proposición era determinar si hubiera alguien que los ciudadanos consideraban demasiado poderoso y que podría peligrar a la democracia. Si una mayoría votaba a favor, volvían a reunirse en dos meses, y esta segunda vez todos anotaban un nombre que en su opinión constituía la amenaza. Si había por lo menos 6.000 votos, el hombre con la mayoría de señalizaciones era exilado por diez años. Este proceso no estaba exento de corrupción y hay evidencia arqueológica de votos repetidos entre otras artimañas.

Otro líder de importancia de la democracia de Atenas después de Kleisthenes fue Themistokles quien convirtió Atenas en un poder marítimo de mucha importancia y derrotó el ejército persa  de Xerxes. Pero aún este gran líder fue castigado con el destierro en 472. 

Es importante reflexionar sobre la estructura de este ensayo antiguo de autogestión. Ha sido criticado porque la definición de “ciudadano” era restringido (excluía a las mujeres, los esclavos y muchas otras clases de personas), pero hay que reconocer que representaba una sustancial amplificación de la bases de poder en Atenas. Además para quienes eran considerados ciudadanos, la distribución de su potencial para participar en todos los asuntos de Estado era bastante igualitario. 

Constituyó un enorme adelanto en la política, y esto a su vez estimuló gigantescos adelantos en casi todo que tiene que ver con la cultura humana: la ciencia, las matemáticas, la tecnología, la filosofía, la literatura, la arquitectura  y los artes plásticos. Debe haber sido –para los ciudadanos- una época emocionante y llena de esperanza.  Tal vez el adelanto más grande de estos tiempos en Atenas fue descubrir que el mundo tiene reglas y que ellas rigen no sólo en relación a la ciencia, sino en el mundo social. La democracia ateniense se basó en la idea que el hombre puede decidir por sí mismo cómo quiere vivir, sin el dominio de los más poderosos y en armonía con –no subordinación a- sus dioses. 

La destrucción de las democracias 

Lo primero que hay que reconocer es que los altos mandos de los ejércitos en todo el mundo, tanto en la antigüedad como en nuestra época moderna, tienen el poder “real” en el sentido de la fuerza física de la posibilidad de dominación. En el caso de Atenas el gran destructor fue Alejandro Magno. En una democracia las fuerzas armadas se queden en sus cuarteles sólo porque creen en ella, porque nadie les puede obligar a obedecer a los civiles de su gobierno. 

Ejemplos abundan de tiranos que se asoman “porque pueden” y porque la tentación de ejercer el poder absoluto es muy grande. Además en muchos lugares del mundo, tanto en el pasado como en la actualidad, la democracia nunca ha formado parte de la cultura local. 

Históricamente la norma ha sido algún tipo de autoritarismo, normalmente en la forma de monarquías. Tenemos ejemplos en los sigos XX y XXI de dictaduras en Alemania, Italia, la Unión Soviética y sus países satélites, China, Corea del Norte, Cuba, Venezuela, Nicaragua, Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil, Guatemala, Panamá, Haití, Republica Dominicana, China, Corea del Norte, Bielorrusia, Tayikistán, Kazakstán, Gambia, Mauritania, Chad, Sudan, Eritrea, Yibuti, Somalia, Etiopia, Sudan del Sur, Republica Centro Africana, Camerún, Guinea Ecuatorial, Gabón, Congo, Uganda, Ruanda, Burundi, Angola, Zimbabue, Suazilandia, Argelia, Laos, Libia, Egipto, Irán, Camboya, Vietnam, Afganistán, Arabia Saudita, Emiratos Árabes, Yemen, Qatar, Bahréin, Omán, Brunei, Tailandia, Myanmar, Azerbaiyán, Turkmenistán y Uzbekistán (la mayoría de estos señalamientos fueron tomadas de Mollejo, 2017). 

Hay varias maneras para clasificarlas, y podemos mencionar las teocracias, monarquías tribales, totalitarismos, autoritarismos y absolutismos constitucionales. Se ha intentado discriminarlos por sus tendencias ideológicas de izquierda o derecha pero al final todos obedecen a una misma dinámica de control y represión.

Todos son dictaduras militares en el sentido de que no podrían perdurar sin el apoyo de sus fuerzas castrenses. Todas las dictaduras intentan reducir el poder económico de quienes les podrán oponer políticamente. Todas controlan los medios de comunicación. Todas influyen en la asignación de jueces y los resultados de los tribunales. Todas encarcelan a sus opositores y es frecuente el uso de maltrato en las cárceles. 

Bibliografía


Agathe.gr (s/f). The American School of Classical Studies at Athens. Disponible en: http://www.agathe.gr/

Cartledge, Paul (17/2/2011).  The Democratic Experiment. BBC, Ancient History. Disponible en: http://www.bbc.co.uk/history/ancient/greeks/greekdemocracy_01.shtml

Cronick, Karen (2017). La intención y la racionalidad ¿Podemos actuar racionalmente? Disponible en: Libros digitales, CDCH,  (http://saber.ucv.ve/bitstream/123456789/17952/1/completo%20intenci%C3%B3n.pdf)

Kristoffer, Momrak (November 4-8, 2013). Identifying Popular Power: Who Were the People of Ancient Near Eastern City-States en Mesopotamia in the Ancient World? Robert Rollinger  y Erik van Dongen (Eds.) Proceedings of the Seventh Symposium of the Melammu Project. Obergurgl, Austria.  

Mollejo, Verónica (07/09/2017). ¿Cuántos tipos de dictadura conviven en la actualidad? ok diario. Disponible en: http://es.orbinews.com/2017/05/27/sabes-cuantas-dictaduras-existen-en-el-mundo/

Platón (Entre 389 y 399 aC/2008). Phaedo, The Last Hours Of Socrates. The Project Gutenberg EBook of Phaedo. Disponible en: http://www.gutenberg.org/files/1658/1658-h/1658-h.htm


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