sábado, 23 de enero de 2010
Los perros del metro moscovita
Fuente de la foto
Desde hace tiempo no escribo nada sobre la conducta animal (excepto por la triste historia de mi perro cazador-de-pollos).
Hoy, sin embargo, encontré un artículo sobre los perros no-domesticados de Moscú escrito por Susanne Sternthal que quiero compartir con quienes leen este blog.
Después de revisar las diferentes categorías de perros no-domesticados de la ciudad, la autora dedica unas líneas a describir aquellos que viven en el metro. Se les permite entrar y bajar por los túneles, y desde la década de los años 80 del siglo pasado han comenzado a adaptarse a este ambiente. Piden comida en los andenes e inclusive en los vagones. Pero lo más impresionante es que unos veinte de ellos han aprendido a usar el sistema para trasportarse. Se orientan por los olores y el sonido de los mensajes que oyen de los parlantes, también cuentan las paradas para saber cuando bajarse.
Este relato me acuerda de un perro que “conocí” una vez en la Ciudad de México. Yo usaba un autobús para trasladarme de la UNAM hasta una apartamento donde me hospedaba y ocurría que a veces el conductor paraba el vehículo para permitir que subiera un perro, que siempre esperaba en la misma esquina. El animal subía la pequeña escalera y quedaba al lado del chofér por unos tres o cuatro paradas, y luego bajaba, siempre en el mismo lugar. El conductor me dijo que visitaba en una casa y luego regresaba a su propio hogar por este medio.
Referencia:
Artículo de Susanne Sternthal: http://www.ft.com/cms/s/2/628a8500-ff1c-11de-a677-00144feab49a.html
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