Desde la desafortunada declaración de Barack Obama sobre la clasificación de Venezuela como “amenaza a la seguridad de Los Estados Unidos”, ha sido cada vez más difícil criticar al actual régimen de Venezuela. Damian Prat caracterizó la proclamación como un “elefante en una cristalería”. Desafortunadamente para muchas personas ella ha comprobado la omnipresente escusa de “intromisión extranjera” para explicar las escaseces y otros problemas aquí.
Ahora las voces políticas se vuelvan histéricas. Hemos perdido cualquier pretensión de narración coherente y cordura. Todo se resuelve a gritos con "Yankee go home".
Las voces internacionales de apoyo a Maduro desde la Izquierda cantan en coro contra el imperialsimo. Ha salido otro artículo de Reader Supported News, esta vez de Robert Parry que acusa Obama de oponerse -e intentar destruir- a cualquier Estado que no acepte la regencia del mercado libre. Describe a Venezuela como: “un país latinoamericano que ha sido administrado con un gran apoyo popular durante la última década por líderes que han buscado repartir la riqueza del petróleo…, incluyendo el pago por ambiciosos programas sociales para reducir los problemas de analfabetismo, enfermedades y pobreza” (párrafo 25).
No comentaré ni sobre la eficacia, ni sobre la actualidad de estos programas porque cualquier lector venezolano puede hacerlo. La cuestión reside en examinar los argumentos del mencionado autor en términos de: a) la vigencia de su información, y b) la necesidad de Parry –como reflejo automático- de defender una utopía imaginaria contra enemigos malignos que le acechan (el capitalismo, el imperialismo, el mercado libre).
Pienso que estas tres influencias económicas y políticas requieren un buen domador, y que es verdad que hay que buscar alternativas a procedimientos que conducen al malestar social. Es cierto que Los Estados Unidos no ha logrado eliminar aquel trío maléfico de “analfabetismo, enfermedades y pobreza” de su propio entorno, pero por lo menos hay debate activo sobre todo esto. Es decir, son problemas que quedan para ser resueltos en todo el mundo. (Hay sociedades que están en camino de hacerlo -Escandinavia, por ejemplo-.)
Cuando critico los defensores del gobierno, no pienso que los problemas que han llenado su discurso por quince años no sean importantes. Pienso más bien que también son necesarios la transparencia, el discurso racional, la justicia atinada y la integridad política. Y pienso que no vamos a resolver nada ni a gritos, ni ignorando verdades inconvenientes.
Referencias:
Robert Parry (13/3/15) Venezuela Next on Neocon Hit List for Regime Change. Consortium News en Reader Supported News. Disponible en: http://readersupportednews.org/opinion2/277-75/29057-focus-venezuela-next-on-neocon-hit-list-for-regime-change
Damian Prat (10/3/15). Como elefante en cristalería (Obama le regala a Maduro su ansiada excusa) La Patilla. Disponible en: http://www.lapatilla.com/site/2015/03/10/como-elefante-en-cristaleria-obama-le-regala-a-maduro-su-ansiada-excusa-por-damianprat/
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