Es cierto que las noticias son deprimentes, pero releyendo lo
que escribí anoche sentí cierta exageración afectiva en el. Por lo menos en mi caso la
vida tiene mucha belleza. Anoche llegué a mi casa cansada, pero me saludaron
mis dos lindos perros “malandros” agitando sus colas con la emoción del
encuentro; después de una lluvia en la tarde el pequeño patio que se oscurcía se había llenado de
luciérnagas y el olor a jazmines de una mata en flor al lado de la puerta. Debido a las nubes no pude ver la luna "perigee" que promete ser espectacular en estos días, pero a lo mejor será visible esta noche.
Son
pequeñas muestras de la alegría de vivir que equilibran lo demás y siquiera
he mencionado a la gente que quiero. Son felicidades personales que a lo mejor sobrevivirán para mis nietos.
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