sábado, 19 de noviembre de 2011

La crisis económica, y Grecia en particular



ecibí este video donde habla Pedro Olalla sobre la situación económica en Europa y sobre todo Grecia. No puedo insertarlo directamente en el blog, pero se le pude seguir pinchando esta dirección: http://www.youtube.com/embed/jX7Kqb21b44. Da una nueva persepctiva sobre las causas de los problemas.

Su tema particular es europeo, pero es algo que nos toca a todos. Menciona también las deudas de todos, incluyendo a América Latina.

Como mi conexión es lenta, tuve que ponerlo en pausa unos minutos para poder escucharlo sin interrupciones.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Sturmabteilung

Fuente del símbolo de los Sturmabteilung

 
Los que formamos parte de la Universidad Central de Venezuela recibimos el comunicado que aparece abajo debido a la violencia en la Ciudad Universitario.
Los actos que describe dicho comunicado asoman asociaciones inevitables con los Sturmabteilung de Alemania en los años 20 del siglo pasado. Este grupo que luego fue incorporado en los temidos SA y más tarde en los aún más temibles SS actuó en las calles fomentando intimidantes peleas callejeras contra quienes se oponían a los Nacional Socialistas. Los SA llegaron a comandar más de mil miembros, y su papel era siempre producir zozobra y miedo, aunque en 1934 el mismo Hitler mandó a asesinar algunos de los líderes de estas turbas porque ya no los controlaba.
Las turbas son siempre impredecibles, en el pasado y ahora.
Las pandillas a que el comunicado refiere tambien quieren intimidar. No es casual que temen y atacan a una universidad porque una institución de investigación y enseñanza rechaza la coacción y fomenta el libre intercambio de ideas basándose en métodos rigurosos que aumentan la credibilidad de sus hallazgos. Una universidad debe ser un recinto de paz.
PRONUNCIAMIENTO DE LAS AUTORIDADES DE LA UCV ANTE LOS HECHOS DE VIOLENCIA
Las autoridades de la Universidad Central de Venezuela, Rectora Cecilia García Arocha Márquez, Vicerrector Académico Nicolás Bianco Colmenares, Vicerrector Administrativo Bernardo Méndez Acosta y el Secretario Amalio Belmonte Guzmán, reunidos en el Despacho Rectoral con los Decanos de las 11 Facultades que integran la Institución, una vez examinados los hechos de violencia ocurridos en el recinto universitario desde el miércoles 9 del corriente mes, que se expresan a continuación:
1. El miércoles 9 fue tomado el Edificio del Rectorado, se lanzaron artefactos explosivos contra el salón donde sesionaba el Consejo Universitario  se  impidió la entrada y salida de los miembros de este organismo y del personal que trabaja en este edificio. 
2. El jueves 10 y el viernes 11 fueron agredidos los estudiantes que integran la directiva de los Centros de Estudiantes de las Escuelas de Derecho, Ciencias Políticas y Estudios Internacionales.
3.  Hoy 15 durante más de 6 horas, grupos de trabajadores impidieron el acceso al Edificio de la Biblioteca Central, afectando el funcionamiento de las oficinas y la prestación de servicios a los miembros de la comunidad.
4. Igualmente, en el día de hoy grupos encapuchados lanzaron explosivos contra el Edificio del Rectorado e incendiaron dos automóviles pertenecientes al Rectorado y Vicerrectorado Académico. Simultáneamente otro grupo lanzó bombas lacrimógenas en la Escuela de Derecho y en el sótano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales.
Con base a lo expuesto y considerando que estos actos terroristas ponen en peligro la vida de los miembros de la comunidad universitaria y de los visitantes que hacen uso de los servicios que presta ésta Institución, así como los bienes y las instalaciones de la Universidad Central de Venezuela, Patrimonio de la Humanidad declarado por la UNESCO; En mi condición de  Rectora Con fundamento en el Numeral 12 del Artículo 36 de la Ley de Universidades. Resuelve suspender todas las actividades docentes de pregrado, postgrado, de investigación, administrativas y de servicios en todas las sedes de la Universidad Central de Venezuela a partir de hoy 15 de noviembre, hasta nuevo aviso.

domingo, 13 de noviembre de 2011

carpe diem


artista: Judy Chang

Anoche vi otra vez la “Sociedad de los poetas muertos” (Dead Poets Society) con Robin Williams. Y de nuevo tuve las mismas sensaciones que experimenté la primera vez.
La primera provino de un consejo que dan a todos los nuevos profesionales de la psicología: no abres procesos que no puedes cerrar. Esta máxima es violada de manera flagrante por el protagonista, John Keating, un profesor en Welton que es una academia prestigiosa y sumamente conservadora. El lema de la institución es: “tradición, honor, disciplina y grandeza”, pero el profesor inculca otros valores a sus alumnos que rebasan los de la escuela e incluye una vaga aspiración para alcanzar una libertad no bien definida, encarnada en la frase en latín, “carpe diem” la bien conocida cita al poeta romano Horacio, que los estudiantes interpretan como desafío y arrojo personal.
Sin embargo, Keating descuida en no enseñarles algo importante: la capacidad de defender sus nuevos logros. Esto se aprecia en la última parte de la película que para mi es la más interesante y que podría haber sido el tema real del film. Se vuelve tragedia para todos los involucrados: especialmente para Niel, un muchacho que descubre una gran afición para el teatro, pero no puede sostener su nueva vocación frente a las exigencias de un padre rígido y  austero que tiene sus propios planes para su hijo, y el joven termina suicidándose. Su desesperación no está suficientemente elaborada, pero se entiende que Niel no se había terminado de transformarse y afianzarse como hombre, algo que un adulto aprende a realizar aún en un mundo imperfecto. Esta fue la clase que el Profesor Keating omitió impartir a sus alumnos.
Y allí está el meollo de mi malestar. La libertad concebida como rebelión es demasiado estrecha. Ella tiene que ser disciplinada y tiene que desarrollarse en un ambiente de posibilidades viables.
Hace muchos años una compañera en la universidad, y querida amiga, Judy, tenía un conflicto casi igual: quería ser artista plástica mientras su padre ambicionaba la carrera de medicina para ella. Esto le causó mucho dolor en sus años de pregrado, me acuerdo de noches de verdadera impotencia y abatimiento junto con ella en la residencia donde vivíamos. Pero con el tiempo logró negociar con su progenitor un acuerdo: ella haría un postgrado en arquitectura que él consideraba al fin una disciplina “seria” que requiere la matemática, la construcción de cosas útiles y la posibilidad de buenas ganancias económicas, en contraste con las labores de un escultor, pintor o dibujante que sólo se divierta irresponsablemente y a la postre muere de hambre. Y para Judy la arquitectura es después de todo una disciplina artística. Mi amiga ganó su vida por cuarenta años como arquitecta, pero iba lentamente convirtiéndose en fotógrafa y dibujante. Viajó por todo el mundo y sus imágenes ganaron premios. Tengo dos de las fotos que tomó en Mongolia, una hermosa imagen de una cocina de donde salen humos coloridos y otra de dos mujeres de la misma cultura, descansando y conversando apaciblemente en la puerta de la casa de una de ellas.
En la “Sociedad de poetas muertos, aún después de la muerte de Niel, los padres de él no entienden la causa de la tragedia y buscan un culpable en la escuela. Como resultado las autoridades obligan a los alumnos a firmar una denuncia contra Keating y todos los muchachos lo hacen. Me acordó de otra película, “La lengua de la mariposa”, donde jóvenes se doblegan bajo la presión de los fascistas españoles en el tiempo de la Guerra Civil, y acusan a un profesor que también les había asomado la posibilidad de pensar por sí mismos. El sometimiento de los estudiantes en “La Sociedad…”  es similar, y las justificaciones que da uno de ellos por su acatamiento es un claro discurso totalitario.
Al final, los muchachos fabrican un vacío gesto de  disculpas, montándose en plena clase sobre sus pupitres y proclamando una línea de la oda del poeta Walt Whitman a Abraham Lincoln: “Oh Capitán, mi Capitán…” (Oh Captian, my Captian). No puede haber una justificación más frívola, después de una traición juvenil que debe haber sido el tema verdadero de la película, en vez de la exaltación a la libertad anodina encarnada en “carpe diem”.
Lo que el poeta Horacio recomienda es algo así como: Vive el momento. No confíe en el futuro que no lo se lo puede conocer. Mejor toma su vino y aspira sólo a un porvenir rayano y breve.
Es un consejo peligroso para mozos entrando en la vida. 
Referencia:
Las fotos de Judy: http://www.red-sparrow.com/

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Los jóvenes, la convivencia y la violencia


Fuente de la foto


La educación de los jóvenes en la convivencia puede contraponerse a su susceptibilidad a las conductas violentas, el descomedimiento y la coacción.

Un artículo reciente de Osterman y Brown (2011) ofrece algunas claves al respecto. Proponen que en “las culturas de honor” el modelo de masculinidad compromete a los hombres a proveer y defender a sus familias, éstos tienden a sentir la necesidad de emplear la fuerza para cumplir con estos deberes. Además acostumbran poseer armas de fuego, y cuando sienten que hayan fracasado en estos respectos, se autoagreden, inclusive al gradp de suicidio.

En las bandas juveniles estos deberes dejan de relacionarse tanto con la familia biológica y se conviertan en compromisos con una especie de parentela subjetiva con los miembros de la pandilla que tienen fuertes deberes de honor. La “traición”, por ejemplo, no sólo es reprehensible entre ellos, sino también la mera sospecha que un miembro haya sido desleal puede conllevar un pronto y cruento castigo por parte de los demás.  Por esto es cardinal mantener una buena honra en el grupo; Osterman y Brown (2011) mencionan justamente la importancia de la reputación como un factor en la cultura de honor y los precios a pagar por su pérdida.

Aun en la violencia individual entre jóvenes delincuentes, existe un código de honor: el joven tiene que mostrarse “duro”, imbatible, arrojado y temerario, en parte para poder sobrevivir entre otros que aspiran la misma fama callejera, y en parte debido a normas de hombría que ha asimilado. Esto quedó evidente en los resultados de la tesis de maestría de Alex González (2009) en donde examinó los códigos rígidos e inquebrantables entre los presos en una cárcel venezolana. También en el libro  “Y salimos a matar gente” de Alejandro Moreno se puede apreciar la necesidad de un autoimagen de corajudo  entre los personajes retratados.

Creo que cualquier intento de ofrecer reflexiones sobre la convivencia en las escuelas tiene que tomar en cuenta esta cultura de honor que los jóvenes encuentran a diario en las calles.

Referencias:
Lindsey L. Osterman and Ryan P. Brown (2011).  Culture of Honor and Violence Against the Self, Personality and Social Psychology Bulletin, XX(X) 1–13.
Alex González Osuna (2009). Códigos y modos de relación en la prisión venezolana. Caso “Yare II”. Tesis de maestría, Maestría en Psicología Social, Universidad Central de Venezuela.
Alejandro Moreno (2007). Y salimos a matar gente. Caracas : Centro de Investigaciones Populares (CIP).
 
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