domingo, 15 de enero de 2012

Crimen y castigo

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Ya que el problema de la inseguridad se ha configurado como un problema electoral en Venezuela quisiera añadir unas reflexiones propias.
Primero, además de lo práctico e inmediato de la administración estatal de la criminalidad y la justicia, estamos lidiando con problemas muy viejos: primero no hemos sabido adjudicar responsabilidad por las transgresiones normativas y segundo, no sabemos qué hacer con los transgresores.

Me explico:  en la antigüedad, e inclusive hoy en día en ciertos conflictos armados, los imputables en situaciones de culpabilidad eran toda la familia del infractor y aún, toda su etnia.  La leyenda dice que Nerón culpó y castigó a los cristianos como colectividad por el incendio en Roma. En el Siglo XX ha habido numerosos casos de castigos colectivos, por ejemplo los nazis (tanto en Alemania como en los países que ocuparon), los rusos en Chechenia y los israelís en Palestina. Inclusive la mera idea de guerra implica castigar a todo un pueblo por los desacuerdos entre los gobernantes. 
Desde tiempos romanos, sin embargo, y en un sentido formal, los culpables  -los que pueden ser enjuiciados por delitos-, son los individuos señalados como responsables en un juicio formal.  

Además, el concepto de castigo ha ido modificándose. Aunque la tortura existe hoy en día (sólo hay que recordar a Guantánamo) no es generalmente aceptable como fue en la Edad Media (Foucault, 1986). Desde el Siglo XIX todo el concepto de castigo corporal ha sido cuestionado y según los ideales de la Ilustración, se le sustituye por la noción de rehabilitación. Hasta  la misma encarcelación debe configurarse como un  lapso en el cual el criminal pueda cuestionar su conducta anterior y desarrollar nuevas normas que son más pro-sociales.
Pero no es sólo la idea de castigo que se cuestiona: también se discute la vieja concepción de que algunas personas nacen como criminales, que tienen desde el comienzo de sus vidas alguna deficiencia orgánica o moral que las destinan para un mundo de crimen y violencia. Desde la segunda mitad del Siglo XX* se propone que la sociedad tienen un papel en la creación de la violencia social: por ejemplo hay evidencia que los niños que sufran violencias tienen más probabilidad de de convertirse en agresivos y tendrán menos habilidades para controlar arrebatos de rabia.

Es más: experimentos (ScienceDaily, enero. 21, 2007) que emplean imágenes de la resonancia magnética del cerebro demuestran que la parte del cerebro llamada “el posterior superior del surco temporal”, la zona que percibe las emociones en las caras de los demás, se activa cuando una persona va a demostrar conductas altruistas.  En una entrevista televisada, conducida por Charlie Rose hace algunos meses, uno de los entrevistados sugirió que presos encarcelados tienen poca actividad en esta zona. Dijo igualmente que ella puede ser cultivada en los niños por medio de entrenamiento de la empatía, y que  este órgano puede activarse por medio de la práctica. 
¿Por qué no estamos haciendo esto en las escuelas?

 Cuando mandamos los delincuentes a lugares de violencia y sufrimiento (las cárceles), lo único que aprenderán es ser criminales más eficientes y despiadados; indudablemente no estamos estimulando los “posteriores superiores de sus surcos temporales”.
Estas dudas no pueden aclararse por medio de la construcción de más cárceles y el puesto de más policías en la calle. Requieren más bien una reflexión profunda de parte de los psicólogos y criminalistas para idear nuevas respuestas a este dilema inmemorial.

Reconozco que el problema inmediato es asegurar las calles y terminar con la matanza monstruosa que se sufre en Venezuela: tenemos una guerra civil entre el hampa y el resto de nosotros. Es decir, a corto plazo la solución tiene que ser una mejor represión de la violencia, pero ella no va a solucionar nuestras dificultades a largo plazo.

Referencias:
Foucault, Michel (1986). Vigilar y castigar. Madrid: Siglo XXI Editores. pp. 86. ISBN 84-323-0332-1

Fuente de la foto: http://www.google.co.ve/#hl=es&cp=12&gs_id=1a&xhr=t&q=images+prison+bars&pf=p&sclient=psy-ab&source=hp&pbx=1&oq=images+priso&aq=0L&aqi=g-L1g-vL3&aql=&gs_sm=&gs_upl=&bav=on.2,or.r_gc.r_pw.,cf.osb&fp=2a31cee37aded72a&biw=830&bih=409

ScienceDaily (enero. 21, 2007). Activation Of Brain Region Predicts Altruism. Accesible en la página web: http://www.sciencedaily.com/releases/2007/01/070121162756.htm
*Este tipo de cuestionamiento no es totalmente moderno: puede encontrare en Rousseau.
 
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