domingo, 23 de febrero de 2014

La política y las palabras


Quisiera reflexionar sobre la terminología política en Venezuela.

Primero el adjetivo “fascista” se ha quedado como un insulto vacío y sólo sirve como un proyectil de agresión.

Segundo las palabras “derecha” e “izquierda” esconden múltiples matices y con frecuencia disimulan la verdad.

La Oposición:

Yo por ejemplo me he considerado aliada con la izquierda, pero me identifico con la Oposición. Creo en: a) un capitalismo estrictamente controlado, b) límites sobre el crecimiento de corporaciones, c) límites en la distancia entre los sueldos más altos y los más bajos y d) impuestos que permiten costear los sistemas de salud, educación e infraestructura. Creo en un sistema democrático con una presidencia más bien débil frente a un parlamento fuerte (asamblea, congreso, “house of commons”, etc.)  que esté regido por claras reglas de debate y votación. Creo firmemente en la transparencia del gobierno y la observancia rigurosa de los derechos humanos.

Hay muchas personas que comparten los mismos ideales, pero en la Oposición hay también personas que apoyan sistemas presidencialistas; en “este lado” de la confrontación incluso hay  personas que creen en el ideal de un capitalismo irrestricto en el estilo del Siglo IXX, o que defienden las grandes corporaciones como verdaderos benefactores. A pesar del énfasis de los líderes de la Oposición en protestas pacíficas hay participantes que justifican el empleo de la agresión en las manifestaciones.

El gobierno

En el gobierno también hay de todo: por un lado hay líderes que defienden una ideología. Por otro hay pretendientes a una dictadura; hay quienes justifican cualquier atropello para mantenerse en el poder. Esta última facción no pueden llamarse “izquierda”: está igual a todos los tiranos en la historia que quedan agarrados a un poder mal habido.

Pero además hay defensores del gobierno que sueñan con una democracia que apoya y sostiene a los más necesitados: aspiran a un mundo mejor y más amable donde todos tienen su casa, suficiente comida y dignidad.  

Coexisten quienes defenderían su Revolución con cualquier atropello y otros que aborrecen actos violentos.

¿Qué es mi punto central?


Es esencial que debatamos qué son nuestros anhelos para Venezuela. Las divisiones actuales gobierno/oposición son artificiales y aun peligrosas. La Oposición puede argumentar que “por ahora” necesitamos un sentido de unidad para acabar con los mandatarios actuales, pero al hacerlo hay que encarar dos consecuencias negativas: a) se corre el riesgo a defender la nada, es decir cambio por sí mismo, cambio de liderazgo sin más sutilezas, y b) se pierden muchos posibles seguidores que apoyarían una visión concreta de una Venezuela verdaderamente “mejor”. Se puede apreciar este fenómeno en la división geográfica de la política en Caracas: los “rojos” por el oeste y los demás por el este. 

Esto no  sería concebible excepto debido a las lealtades ciegas de clase social: en vez de hablar de ideas hablamos de desconfianzas basadas en nivel socioeconómico.

Referencia:
La caricatura es de Zapata y fue publicado en El Nacional. No tengo más datos porque me llegó de una amiga como un recorte.

miércoles, 19 de febrero de 2014

Esto lo tenemos que hacer nosotros.



!NO!!!

Vi en Fb un una publicación que apoya una invasión extranjera para resolver los problemas democráticos de Venezuela, y es tan preocupante que lo comento. Se trata del sueño infantil de ser rescatado por un hombre fuerte o el ejército liberador.

OjO Y CUIDADO: John McCain, senador estadounidense, quiere ocupar militarmente a todo el mundo. No se puede conseguir luz para Venezuela por medio de un hombre de tan pocas luces. Además la violencia engendra mas violencia. Siempre y siempre. ¿Queremos que nos “liberan” como hicieron en Irak y Afganistán??

No podemos esperar que algún iluminado papá autoritario venga con su mano castigador a resolver esto: TENEMOS QUE HACERLO POR LA VÍA DIFÍCIL QUE ES BUSCAR LÍDERES QUE TRAEN ENTENDIMIENTO, no más caos.

Y esto me produce otra reflexión: en todo el mundo hay crisis de la democracia. Los homo sapiens todavía estamos aprendiendo a convivir, y tenemos que ir pensando qué significa la creación de leyes justas y la decisión de obedecerlas –invariablemente-. Tenemos que aceptar que los dirigentes políticos no pueden eternizarse en el poder. Y que el control social no ocurre por medio de personas armadas y de civil montadas en motos. Y que hay que proteger la disidencia.

lunes, 17 de febrero de 2014

Fascismo, Stanley Milgram y Philip Zimbardo



ay varias cosas que quisiera decir esta mañana:




1.                  En nombre de la precisión del lenguaje tenemos que abandonar la invectiva “fascista”. Los dos lados del conflicto político en Venezuela la arrojan como un proyectil vacío que tiene la sola intención de descalificar y enojar al otro, como hacen los niños malcriados en el recreo. Sugiero que busquemos adjetivos que realmente describen los sistemas políticos que intentamos representar. Esto quiere decir que tengamos que averiguar en la literatura lo que dicen los politólogos al respecto: es un pequeño esfuerzo en nombre de la claridad.
2.                  Es muy difícil escucharnos en este conflicto, sobre todo porque sólo nos comunicamos por medio de insultos. Tenemos que buscar –activamente- interlocutores capaces de hablar que pertenecen al otro lado del conflicto: es una tarea para las personas en ambos lados. Cuidadosamente  tenemos que ir separando el grano del desecho en los discursos que oímos. Digo esto porque estamos hablando de las dos mitades del país: no puede ser que casi 15 millones de personas (aproximadamente la mitad de la población) carecen totalmente de la capacidad de razón.
3.                  En este mismo espíritu hay que ir reconociendo y separando los individuos cuya conducta criminal los aleja de cualquier discurso productivo. Los hay por muchas razones:
a) algunas personas son agresivas debido a sus trastornos particulares,
b) desde los experimentos de Stanley Milgram (*) sabemos que ciertas condiciones de sometimiento al poder aniquilan la capacidad de las personas para escoger lo correcto,
c) desde los experimentos de Philip Zimbardo (**) sabemos que condiciones dramáticas de desigualdad en el poder –como las que se encuentra en una cárcel– pueden elicitar conductas de extrema crueldad. Esta observación no es para excusar a los implicados en los eventos recientes en Venezuela; se trata de un aviso sobre lo que se puede llegar a esperar en ciertas situaciones. Si no queremos estas conductas tenemos que cambiar las condiciones que las producen, así de simple. Pero sabiendo esto, creo que hay que hablar –y mucho- sobre este fenómeno para contribuir en algo a su neutralización; hemos aprendido también que personas que se encuentran en dichas situaciones pueden resistir cometer actos de bestialidad si están conscientes de este hecho.

Referencias:

domingo, 16 de febrero de 2014

¡No permiten que Venezuela repita la historia de Siria!



Una de las razones que la comunidad internacional no paró la destrucción de Sira por parte de su gobierno es que Bashar Hafez al-Asad cuenta con aliados importantes; esto convertía la guerra civil en una “guerra por proxy” en que Rusia, China e Irán se alienaron contra Los Estados Unidos y sus aliados europeos, y cada lado ha ido surtiendo “sus” facciones con ayuda militar y “humanitaria”. Una intervención más directa por parte de la segunda facción implicaría una agresión a la primera. Es una situación muy similar al sistema de “alianzas” que condujeron a la Primera Guerra Mundial.

Temo que el Siglo XXI va a conducirse de esta manera. Las potencias –que están armadas con armas atómicas – no pueden pelear entre sí directamente y elijan confrontarse en territorios “neutros” con armas convencionales.

¿Por qué encuentro esto tan particularmente preocupante en el escenario actual en Venezuela? a) Nuestro país se divide un en sectores que se odian mutuamente, b) uno de estos sectores está fuertemente armado, c) el gobierno deja en claro que está dispuesto a usar fuerza letal contra sus opositores, y está empleando tanquetas y otros instrumentos de guerra y d) China surte a Venezuela con armas (http://www.venezueladefensa.com/2013/06/la-fuerza-armada-de-venezuela-recibira.html).

viernes, 14 de febrero de 2014

Lo que hay, lo que hubo y lo que habrá

uando se vive penurias y represión se olvida de la historia.

Los de la Oposición en Venezuela a veces pensamos que el chavismo nació como hicieron los dioses de la antigüedad, sin padre y a veces inclusive sin madre, pero no es así: quienes tenemos edad para usar la memoria recordamos de los excesos de Jaime Lusinchi, de la suntuosa “coronación” de Carlos Andrés Pérez en el medio de políticas de escasez, de los gases lacrimógenos que Antonio Ledezma lanzó a los buhoneros ciegos en el centro de Caracas y sobre todo del Caracazo. Personalmente recuerdo haber marchado muchas veces en muy variadas protestas.

Digo todo esto porque es necesario superar el rencor y la demonización del Otro si queremos evitar convertirnos en otra Siria. El pobre Nicolás Maduro está preso de sus odios y pregunto yo: ¿Queremos hablar, pensar y sentir como él? ¿Queremos ver la sombra de aquel bigote cuando nos veamos en el espejo??

Estoy de acuerdo que lo que tenemos ahora es intolerable: es el resentimiento encarnado en hampa, policías criminales y corrupción. Es la censura. Es un sistema penal inhumano e inútil. Es la tortura de la disidencia. Es la ignorancia en las sillas del mando. Es el hambre, la falta de medicinas y la carencia de atención médica.

Pero si queremos otra cosa, hay que pensar muy bien qué será: no es un retorno a lo que hubo.


Referencia:
Letra ornata: http://retrokat.com/medieval/leil.htm
 
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