sábado, 31 de mayo de 2014

Empatía Vs. duda*


Es probable que los primeros seres humanos desarrollaran una gran capacidad para la empatía porque la cohesión social de las tribus era un valor para la supervivencia. Dudar de las tradiciones compartidas y mutuamente entendidas entre todos peligraba dicha unión y se consideraba amenazador.

Dice Martin (2012)* que la posibilidad de compartir comida, explorar el ambiente y formar prácticas rituales eran prerrequisitos para la coordinación social y lenguaje. 

Estoy pensando que es sólo muy recién que el acto de cuestionar se ha convertido en un nuevo valor que favorece la continuidad de los grupos sociales. Ahora la tarea histórica es crear un gran sentido de innovación y renovación psicosocial sin perder la empatía. A lo mejor es por allí que van nuestras necesidades democráticas. 

Martin, Jack.  (2012). Revisiting Ernest Becker’s Psychology of Human Striving. Journal of Humanistic Psychology, 53(2) 131–152

*Esto forma parte de mi participación en la RAP-UCV.

El papel de los psicólogos en la acción social

Como parte de mi participación en la RAP-UCV: estas con citas tomadas de un artículo de Peter Kindermann*. La traducción es mía.

“Los psicólogos pueden –y probablemente deben- hablar [políticamente] sobre el diálogo, sobre la acción colectiva, sobre las asambleas nacionales y la regencia de la ley internacional y el papel de las Naciones Unidas y sobre la pre-eminencia de los derechos humanos” (Kinderman, 2014, p. 404).


“De modo especial los psicólogos estudian la conducta de la gente. Como profesión estamos ubicados especialmente para ayudar a los demás a entender y actuar sobre los problemas más apremiantes de la humanidad. Debemos –siguiendo la dirección señalada por Martín Luther King- hablar en voz alta sobre estos asuntos. Debemos estar claros que los seres humanos son productos de nuestra sociedad, y explorar, por medio de nuestra ciencia distintiva, tanto los mecanismos psicológicos que conducen a los problemas, como aquellos mecanismos psicológicos que podrían ofrecer soluciones” (Kinderman, p. 405).     

*Kinderman, Peter (2014) The role of the psychologist in social change. International Journal of Social Psychiatry. Vol. 60(4) 403 –405

viernes, 30 de mayo de 2014

La pérdida de empatías

Esta entrega forma parte de mi participación en el programa Red de Apoyo Psicológico UCV


Acabo de ver la noticia en la BBC del desalojo de los inmigrantes árabes y africanos de las calles de Calais, Francia. La vi una vez, pero era tan triste que cuando lo volvieron a mencionar tuve que alejarme: un joven árabe lloraba al ver los tractores destrozar su única vivienda, una carpa pequeña en el medio de la acera.  Al otro lado de la calle unas mujeres francesas gritaban su rabia a los “ilegales” y explicaban que el desalojo era necesario porque ellos traen "piojos e inseguridad".

El problema es muy complicado y lo que podemos percibir en él no es sino el punto del tímpano con respecto a las olas de desposeídos que en el futuro traerá la desertificación asociada con el calentamiento global. Pero esto es otro tema: por ahora quiero hablar de los mecanismos de la exclusión y los factores que nos impiden emplear nuestra capacidad para la empatía.

Ya hemos visto el resultado de las elecciones en la Unidad Europea donde se ha aflorado entre los ciudadanos el creciente deseo de cerrar fronteras y aislarse de los “diferentes”, y especialmente de los que provienen del continente africano.

Creo que no es justo asumir alguna superioridad moral frente a aquellas francesas enojadas por la “invasión” de su ciudad: en Venezuela hemos discriminado a los chinos, los haitianos, los colombianos y los ecuatorianos a pesar de que la presencia de éstos sea más bien sutil: tienden a vivir alejados en sus barrios, y no nos han molestado con campamentos de carpas en el medio de Sabana Grande. He escuchado insultos hacia los nacionales de estos países en los carritos-por-puesto, y seguramente los lectores de mis reflexiones han sabido de similares humillaciones. El rechazo a lo diferente es parte de la condición humana, y aunque quisiéramos pensar que seamos hospitalarios, abiertos, corteses y amables, por lo general no es así con respecto a los desposeídos y los que no pertenecen a nuestras comunidades conocidas.

Entonces, sin despreciar a las mujeres en Calais, es importante examinar el problema de la exclusión social y la confrontación no-solidaria que ocurre cuando grupos de desigual poder y diferentes costumbres se encuentren cara a cara en los espacios públicos. Lo que nos interesa especialmente es: a) lo altamente estructurado de ciertos eventos y motivaciones individuales y  b) el efecto nefasto que ejercen ciertos roles aprendidos sobre individuos considerados “normales” (en el sentido de que no demuestran patologías fundamentales).

Turbas y violencia étnica: 

Por un lado la violencia de la exclusión es políticamente útil cuando los gobernantes o los líderes de ciertos partidos políticos quieran movilizar sus seguidores por medio de la rabia: es fácil despertar estos arrebatos que a veces pueden llegar a niveles asombrosos de crueldad, como hemos visto entre las diferentes etnias musulmanas, en Ruanda, en Bosnia y Serbia, y más recién entre los rusos y los nacionales del occidente de Ucrania. De repente la gente comienza a mirar de otra manera a los vecinos que siempre han compartido los mismos vecindarios, y surgen odios orquestados por políticos inescrupulosos.

Estas enemistades sólo pueden ser detenidas en sus comienzos por los ciudadanos que rechazan la violencia y que tienen suficiente foro público para ser oídos a tiempo.

La violencia de las fuerzas de orden: 

Por otro lado tenemos el caso de los miembros de las fuerzas de orden que maltratan a sus conciudadanos. Ellos pueden distinguirse de los grupos irregulares y para-militares que tienen su propia agenda -que a veces incorpora explícitamente a la crueldad como un arma de lucha, es decir, como un componente principal de acción. En cambio los policías y los militares oficialistas “caen” en el maltrato a pesar de dictámenes expresos en sus propios reglamentos y en las constituciones nacionales de sus países que prohíben estas prácticas. A pesar de estas prohibiciones, en todos lugares del mundo el problema aparece: en este caso es un fenómeno que  fue descrito por Philip G. Zimbardo (1): cuando un grupo tenga autoridad incuestionable sobre otras personas,  tiende a emplear la violencia y los abusos para imponer y mantener su poder. En este caso la policía esté armada frente a una población desarmada.

Claro está, existen también ciertas “entendimientos” políticos donde los mandatarios deciden no ver, o inclusive apoyar abiertamente tratos agresivos.

Parte del entrenamiento que recibe un miembro de cualquier fuerza de orden incluye su despersonalización. Es reglamentario: eliminar rasgos personales como peinados y ropa individualizada, asignar uniformes y equipos bélicos o de control de muchedumbres que ocultan caras y cuerpos, marchar en sincronización y estereotipar a ciertos grupos de ciudadanos (los “otros”) como “amotinados” y como enemigos carentes de humanidad; todo esto tiene el propósito de eliminar los sentimientos y reflexiones individualizadas entre los efectivos y por ende su capacidad para la empatía.

Los remedios para la violencia “oficial” incluyen acciones legales y sanciones para obligar a los agentes y militares aceptar las limitaciones que ya existen. Otra estrategia es eliminar el anonimato del efectivo individual; por esta razón en algunos países es obligatorio que llevan una identificación con su nombre. Sin voluntad política esto es difícil. Es posible a veces convencer a agentes individuales a actuar con más respeto: los manifestantes en las calles que hablan con ellos, que les regala comida y bebidas y que aun les dan flores y regalos apelan personalmente a su buena voluntad y su humanidad compartida.

La violencia en las instituciones absolutas: 

Ya mencioné los estudios de Zimbardo (1); él y su equipo de psicólogos en la Universidad de Stanford simularon la vida en las cárceles examinando los alcances del aprendizaje de roles que implican conductas agresivas y de la obediencia y la sumisión. El experimento consiste en que asignar estudiantes universitarios aleatoriamente a las condiciones de “preso” y “guardián”, y luego ubicarlos en una simulada cárcel en el sótano de la Universidad. Las respuestas suscitadas por esta experiencia fueron tan “reales” y tan brutales que hubo que cancelar el experimento antes de que terminara. Este estudio demuestra que el problema de violencia en este tipo de institución proviene menos de las características particulares de los guardianes individuales que de factores sistémico de interacción social: personas asignados como guardianes que jamás habían maltratado a nadie, de repente se volvieron abusivos contra los “presos”, y éstos se volvieron sumisos.

Otros hallazgos de interés provienen de los estudios de Stanley Milgram (2). En 1977, Milgram evaluó estudiantes “normales” respecto a su aquiescencia para administrar  fuertes choques eléctricos a otras personas. Cada joven era un sujeto experimental que creía trabajar en un experimento de aprendizaje; su tarea era aplicar descargas eléctricas para castigar a personas en el momento de cometer errores en tareas de memoria. El supuesto aprendiz se encontraba atado a una silla frente a un aparato donde aparentemente anotaba sus respuestas. El estudiante podía ver un medidor de voltaje que indicaba todos los niveles de descarga; los niveles más altos, considerados peligrosos,  destacaban en el aparato. Lo que no sabía el estudiante era que la otra persona (el supuesto aprendiz) era un actor que realmente no sentía las descargas. No obstante los gritos simulados de dolor que el actor emitía, la mayoría de los estudiantes obedecía las órdenes del superior  (un experimentador vestido con bata blanca que asumía posturas de autoridad), especialmente cuando éste se paraba justo al lado suyo. Las descargas eran aplicadas a pesar de que el voltímetro indicara el alto riesgo involucrado.

Estos experimentos revelaron que personas “ordinarias” demostraron ser capaces de suministrar choques eléctricos de alta potencia a sus semejantes (en el caso de Milgram) y de tratar brutalmente a quienes podían someter (en él de Zimbardo). Un factor que dispara estas conductas es la presencia de una figura de poder que las autoriza. Lo terrible es que por regla general los individuos involucrados no se niegan participar, a pesar de que sus acciones contradicen sus propias normas privadas y sus códigos morales.

Además de la figura de autoridad que da licencia para cometer los actos de crueldad asociados con los roles experimentales, podemos aislar otra influencia psicosocial que interviene en estas conductas: la sensación de participar en una especie de drama predeterminada y asumir papeles aprendidos en el pasado.

Muchos de nosotros asumiríamos acríticamente estos papeles porque constituyen guías que nos formaron hace mucho tiempo. Pareciera que la presencia de una autoridad que avala estas conductas en un contexto donde hay roles conocidos, nos conducen ciegamente hacia lo irracional colectivo y a la pérdida de la capacidad para la empatía.

Estos dos fenómenos se encuentran en lugares como cárceles donde hay una población vulnerable al maltrato. Es más, las jerarquías que se establecen entre los presos estimula abusos similares entre los mismos encarcelados. Los “pranes” tienen el poder de vida y muerte sobre los demás penados y comportamientos de alta crueldad aparecen en estos escenarios en las múltiples cadenas de mando.
En otras instituciones totales -pero en grado mucho menor- se puede apreciar similares prácticas, como en escuelas y residencias para de personas mayores.

Frente a estos fenómenos el remedio es cambiar las reglas: idealmente no debe haber nadie que pueda ejercer poder extremo sobre ninguna población. Las necesarias labores de supervisión y control en estas instituciones tienen que ser altamente reguladas, y los guardianes y demás personas en autoridad deben recibir entrenamiento en el trato humanitario –no sólo en sus oficios-. Debe haber un fundamental compromiso con la dignidad de los reos y la necesidad de alejarlos de sus vidas anteriores de ilegalidad; sobre todo de debe haber un importante vínculo afectivo con la no-violencia entre todos las personas asociadas con la administración de la justicia. Estos son condiciones que una ciudadanía educada debe exigir de sus gobernantes. Además no debe haber el recurso al anonimato: todos los funcionarios deben identificarse, ya que tendemos a ser más amables cuando nos pueden señalar personalmente.

La violencia en las escuelas: 

Ya he mencionado las posibles desviaciones conductuales que acompañan el ejercicio del poder, y ellas se encuentran también en las escuelas; en este renglón quisiera añadir a la lista de fórmulas que conducen a la violencia el fenómeno de intimidación llamado “bullying” o el maltrato mutuo entre los niños, niñas y jóvenes que asisten al plantel.

Garabino (3) describe como tanto los niños maltratadores y también sus víctimas tienen características especiales. Los perjudicados son especialmente susceptibles y tienden a ser más sensitivos; los muchachos agresivos intentan maltratar a todos, y eventualmente se dan cuenta que algunos niños se molestan más que otros, y son éstos que reciben la mayor parte de su atención. Tenemos entonces de nuevo un juego de roles que nadie asume a propósito, pero que existe en el mundo y definen posibles maneras de ser.

En el caso del maltratador joven, Garabino (3) afirma que normalmente no hay un solo factor que va a determinar quiénes se volverán abusivos: se trata de múltiples influencias de riesgo -de familia, de vecindario y  de disposición personal-. La mayoría de los muchachos pueden lidiar con uno o dos factores de riesgo como la pobreza, cierto grado de abuso en la familia, la falta de uno de sus padres, limitaciones personales e influencias negativas en el barrio, pero si se acumulan, el muchacho o la muchacha tendrá demasiados fardos que llevar, y no podrá soportar el peso.

Como el tema de violencia en la escuela y la familia es largo, quisiera dedicar otra entrega para ahondar sobre el tema. Hay muchos otros tipos de violencia que también son importantes: la violencia entre los choferes de vehículos, la del hampa, la de los medios de comunicación y otros. Serán temas de otras reflexiones.

Referencias:

(1) Zimbardo, Philip G.  (S/F). Experimento de la cárcel de Stanford. Accesible en la página Web: http://www.prisonexp.org/espanol/
(2) Milgram, Stanley (1977). The individual in a social world. Essays and Experiments. Reading, Massachusetts: Addison-Wesley
(3) Garabino, James (2001). Lost boys: Why our sons turn violent and how we can save them. Northhampton, Massachusetts y Smith College Studies in Social Work, Free Press


miércoles, 28 de mayo de 2014

La violencia en la calle y nuestra propia cólera*


Esto es un parafraseo de algo que oí decir por allí:
“Cuando miro a lo que temo, quiero pelear. Quiero acabar con [todo].  Quiero preparar para los tiempos de hambre que vienen… Siento miedo, rabia, desespero, pero al final me quedo sólo con una sensación de desamparo….”
Otro dijo algo así:
“Me despierto en la noche con tanta rabia. Quiero hacer daño a quienes son responsables pero después tengo vergüenza… esto no soy yo. Pero el disgusto sigue. Hago planes para vengarme aunque sé que no haré nada. Me siento atrapado.”
En situaciones de incertidumbre sentimos depresión, somatización, ansiedad y miedo del crimen en la calle, y evitamos contacto con los demás e inclusive a veces buscamos escusas para no alejarnos de la casa. Se trata de círculos sin salida de rabia, tristeza e impotencia y luego más rabia.
Por regla general esta hostilidad no se va a expresar en acción, y con frecuencia nos enfermamos con las emociones no manifestadas. Pero ocurre también a veces que nos quedamos susceptibles: peleamos por razones insignificantes con familiares, conocidos y desconocidos, y ha habido casos inclusive de grupos que salen de control y golpean a supuestos maleantes que ven en los espacios públicos.
¿Qué hacer? Primero es necesario reconocer estos sentimientos y ubicarlos: en tiempos de incertidumbre son emociones muy frecuentes: ocurren cuando nuestro preciosa rabia no está al servicio de mejorar la vida, sino de desorganizarla. En este malestar no estamos ni solos ni somos casos únicos, ya que muchas personas sufren de igual manera. Hay que darnos cuenta además que concentrar la atención en estas rabias ciegas no nos va a aliviar, sólo va a aumentar nuestro malestar. No nos ayudarán ni intentar suprimirlas ni dejarlas escapar de manera explosiva.
La solución es hablar. Es importante transferir estas emociones a palabras y a una relación interpersonal de diálogo. A veces es suficiente charlar con un amigo sensato. Escribir estas emociones a personas que comprenderán también puede servir.
La terapia profesional tiene muchas ventajas: normalmente se puede aliviar la rabia con unas pocas sesiones. Algunos casos, sin embargo, pueden tratarse de trastornos que requieren atención especial o medicamentos, y un profesional puede identificar estas situaciones. Los problemas más serios pueden tener consecuencias indeseables como la depresión o un importante desorden de ansiedad: son condiciones dolorosas e innecesarias si recibimos ayuda a tiempo.  
La meta última es transformar la rabia en control y acciones útiles: al identificar las fuentes de amenaza en nuestras vidas podemos hacer algo concreto para reducirla. Sobre todo tenemos que recuperar la dirección de nuestras vidas, reducir la incertidumbre y llegar a poder decidir nuestras acciones de manera razonada. Por ejemplo, si lo que nos preocupa es la vulnerabilidad frente al hampa, podemos usar técnicas defensivas de supervivencia en la calle como ir siempre por las aceras donde haya más transeúntes y tiendas abiertas y evitar el uso del celular en público. Si la sensación de indefensión viene de miedos económicos, podemos buscar estrategias para hacer compras más racionales y evitar las largas colas o inclusive buscar un nuevo trabajo. Podemos tomar parte en acciones en conjunto con otros ciudadanos para trabajar en la resolución de los problemas: una excelente opción es participar en la junta del condominio donde vivimos. Algunas acciones son evasivas: es importante alejarnos de mensajes nocivos o angustiantes en los medios de comunicación y buscar amigos con actitudes positivas.
Esto no significa ignorar los problemas reales; más bien es aprender a encararlos eficazmente. Hay ciertas actividades que por su propia naturaleza se oponen a la cólera porque desvían el afecto fuera de uno mismo y proporcionan una sensación de logro y control: tocar un instrumento musical o cantar en un coro, jugar un deporte o hacer ejercicio físico (sobre todo si es compartido en un equipo) y formar parte de un grupo teatral son excelentes y sanas actividades. También son aconsejables trabajar a favor de una causa como la protección de los animales, los niños con discapacidades o el embellecimiento ambiental.

En fin: la rabia es una de las emociones necesarias pero en exceso conduce a la tristeza. Darnos cuenta del problema es el primer paso; hablar –sobre todo con un terapeuta- es el segundo, y finalmente involucrarnos con la vida positiva es la tercera.

*Esto forma parte de mi colaboración con la RAP, o Red de Apoyo Psicológico de la UCV.

Violencia: algunas influencias

En un artículo intitulado “Violencia y desesperanza, La otra crisis latinoamericana”, dice el sociólogo el Dr. Roberto  Briceño León que en diversos países de América Latina el problema de la inseguridad nos agobia. Es algo que toca a todos y nos produce angustias que debemos atender, tanto en la necesidad de controlar la violencia desatada que es tarea de los gobiernos locales y nacionales, como en el síntoma, que es el mismo desasosiego e intranquilidad. Existe en las dos formas, la violencia política y “la otra violencia, a la común, a la delincuencial, que callada [y] anónima afecta la vida urbana” .*
¿Qué hay detrás de esta amenaza? Unos párrafos sueltos no bastarían para analizar estas influencias, y los psicólogos y sociólogos tenemos que asumir la responsabilidad por no haberlas investigado más al fondo. Es necesario señalarlas para poder actuar. Podemos fácilmente mencionar algunas de ellas:
1. La cantidad de armas en la calle. La relación es compleja pero hay claras indicaciones de una relación entre el número de armas y el número de homicidios. Esto es cierto al nivel mundial.
2. La impunidad que existe: no hay consecuencias reales por haber participado en actos de violencia.
3. La escandalosa y deplorable condición de las cárceles: no son lugares para la reeducación de los criminales, sino espacios para afianzar su compromiso con la violencia y su capacidad para ejercerla.
4. Una cierta misoginia en la sociedad venezolana, en el sentido de falta de confianza y rechazo para con las mujeres: ella se expresa en dos sentidos nefastos que podemos identificar como violencia dirigida por los hombres contra las mujeres por un lado, y por el otro el mandato machista con que criamos los niños; dicho mandato los obliga a “pelear” y tomar parte en la violencia en vez de evitarla y negociar las diferencias.
Cada uno de estas influencias pueden ser afectadas por la acción ciudadana. Hay dos efectos previsibles y altamente positivos para todos nosotros que vienen por entender la situación y actuar de forma proactiva. Una de ellas es que dejamos de sentirnos víctimas de una violencia azarosa e incontrolable; la otra es que se nos disminuye la angustia “flotante” que nos acosa cada vez que salimos a la calle.
Escribiré más sobre esta angustia informe en otras reflexiones. 

Referencia:
* Roberto Briceño-León (1999). Violencia y desesperanza. La otra crisis social en América Latina. Nueva sociedad, no. 164,  pp. 122-132

jueves, 22 de mayo de 2014

Más reflexiones sobre Macbeth

Fuente de la foto
¿Cuándo es que un hombre se convierte en asesino: antes o después del acto?
Acabo de escuchar un programa en Film&Arts sobre este problema, en este caso se trata del Macbeth de Shakespeare.

En el comienzo de la obra, el personaje sólo se siente tentado a matar a su rey por las insinuaciones de las brujas, e inclusive debate consigo mismo y con Lady Macbeth sobre la idea de intentar el regicidio. Para Lady Macbeth la decisión es aparentemente más fácil. Por su lado Macbeth se espanta frente a su primera víctima muerta, y luego llega a alucinar con el retorno de otra víctima, su traicionado amigo, Banquo. Pero al avanzar en sus matanzas y su marcha hacia el poder absoluto, algo en él cambia: deja de sentir emociones, aunque sí, se reconozca  como vilano, sin llamar “culpa” a esta auto- identificación. Lady Macbeth en cambio se enloquece y muere.
Es un personaje que nos fascina porque lo reconocemos en los matones de la calle, en los generales que mandan sus soldados a morir y en ciertos personajes que vemos en las grandes industrias y dirigiendo ciertos gobiernos.
Hace años  cuando hice mi tesis de maestría con un cuestionario inventado basado en la idea del locus de control, es decir, la subjetividad de la atribución causal, jugué un poco con la creación de racimos estadísticas (clusters) después de haber terminado el análisis principal del trabajo. Digo “jugué” porque, con un amigo iba alterando parámetros y componentes para ver qué podría pasar. Repito estas “caveats” porque aunque lo que encontramos era sugerente, no puedo considerarlo como hallazgo porque metodológicamente era demasiado débil.  
Pasé el cuestionario a jóvenes esperando sentencia y recluidos en el retén para adolescentes ubicado en aquel entonces en la zona de “El Chorro” de Caracas. Había clasificado los muchachos de múltiples maneras: edad, escolarización, tipo de delito y así sucesivamente. Las categorías causales eran: a) causas personales, internas al individuo como esfuerzo y habilidad, y b) causas externas como suerte, la dificultad de la situación y la influencia de los demás.
Encontré en aquel juego estadístico que entre los muchachos que habían asesinado alguien había algo diferente, es decir una mezcla indiferente de referencias al otro y al sí mismos; eran “planos” en sus atribuciones causales, y mi amigo dijo que habíamos descubierto el “fenómeno Camus” (por la indiferencia del joven de la novela El Extranjero que mata a otro hombre sin razón y sin justificación).
Pero ahora pienso que podría ser el entumecimiento emotivo que ocurre a algunos verdugos después de obrar. Es un personaje que puede seguir manipulando, inclusive seduciendo, pero dentro de él sólo queda el afán de mas dominación; se convierte en una máquina de despotismo y sólo le conmueve la sumisión de los demás.

Según esta manera de verlos, Macbeth y Lady Macbeth representarían los dos destinos del amo despiadado: o se perpetúa en la destrucción o se destruye a sí mismo.


martes, 13 de mayo de 2014

La Antártica occidental: el colmo de las amenazas



                                            Fuente para la foto de las pingüinos



“No tenemos ni un minuto de perder –tenemos un siglo para preparar”: esto dijo hoy Henk Ovinkun, el invitado holandés en el programa de entrevistas de Cristian Amapour en CNN.

Asombra la falta de pánico en los noticieros sobre el anuncio de la inmanente e inevitable pérdida de Antártica occidental. Ya no hay como prevenirla: ocurrirá, matando pinguinos y todo. Pero no solo estos graciosos aves: se trata de la desaparición del enorme espejo protector en uno de los polos del la Tierra que irradia el calor del sol hacia el espacio, se trata de la destrucción de todas las regiones costales del mundo y la desertificación de muchas tierras que ahora se cultivan.  Todo esto significa que habrá aún más calentamiento; habrá sequías casi permanentes en largas franjas del globo, habrá migraciones gigantescas de personas desesperadas -sin hogar y sin comida- y probablemente un hecatombe de guerras donde nos aniquilaremos mutuamente.

Lo que sí podemos hacer es: a) negociar grandes tratados internacionales de colaboración, b) iniciar proyectos bien pensados de irrigación en las tierras que -ya sabemos- se convertirán en desiertos, c) comenzar gigantescos proyectos de colaboración en la construcción de diques y la reubicación de las poblaciones costeras y d)  estudiar y reproducir las soluciones de los holandeses.

Estamos hablando de la vida los hijos de nuestros actuales niños y niñas. Tenemos un poco menos que cien años para actuar. Añadido a lo ya mencionado, hay que:

1. educar a la población mundial, como proyecto prioritario.
2. buscar entendimiento entre las diferencias étnicas y religiosas –que son las razones clásicas de justificar agresiones masivas.
3. distribuir recursos y disminuir radicalmente las diferencias entre las clases económicas.
4. proteger a las costas,
5. almacenar e irrigar agua dulce en las zonas que quedarán áridas
6. repensar qué es agricultura y la provisión de comida
7. dejar ya y para siempre de quemar combustibles fósiles
8. sembrar bosques nuevos y proteger los existentes

Referencias:

1. El deshielo de la Antártida es ya "imparable" e "irreversible", según un estudio de la NASA. El péródico sociedad. Accesible en la página Web: http://www.elperiodico.com/es/noticias/sociedad/informe-deshielo-antartida-nasa-3271976

2. foto de pingüinos: https://www.google.co.ve/search?q=im%C3%A1genes+ping%C3%BCinos+ant%C3%A1rtico&biw=1012&bih=476&tbm=isch&imgil=xvXzB2C-qnX-OM%253A%253Bhttps%253A%252F%252Fencrypted-tbn3.gstatic.com%252Fimages%253Fq%253Dtbn%253AANd9GcQkX_FngglD0rGvv5Sre1OpfqRL0iP41fq-xMsmzj8-9MaiDwsZ%253B400%253B274%253BRZA55LPmU72dLM%253Bhttp%25253A%25252F%25252Fdescubrelaantartida.blogspot.com%25252F2013%25252F01%25252Fpinguinos-de-la-antartida.html&source=iu&usg=__MQbSjnMf1THhs3CFwPpcvidXWYs%3D&sa=X&ei=uXRyU9LtG83MsQT3kYCwDw&ved=0CCoQ9QEwAA#facrc=_&imgrc=xvXzB2C-qnX-OM%253A%3BRZA55LPmU72dLM%3Bhttp%253A%252F%252F3.bp.blogspot.com%252F-kVMLj5YPN5Y%252FUP3i1AO25tI%252FAAAAAAAAbZQ%252FubdGHcXkrTs%252Fs400%252Fpinguinos%252Bde%252Bla%252Bantartida.jpg%3Bhttp%253A%252F%252Fdescubrelaantartida.blogspot.com%252F2013%252F01%252Fpinguinos-de-la-antartida.html%3B400%3B274

viernes, 9 de mayo de 2014

La carta atribuida a Isa Dobles



ay una carta que me ha llegado por correo electrónico atribuida a Isa Dobles; tiene una foto de tres funcionarios policiales que maltratan a un joven manifestante en plena calle. La autora describe largamente los ultrajes ilustrados y pregunta, refiriéndose a los agentes: ¿cómo podemos perdonarlos?

Mirar la foto da rabia y el deseo de vengar a los abusos que sufre muchacho; despierta indignación y todo tipo de cólera. Y si yo estuviera directamente involucrada, tendría probablemente insaciable sed de sangre en mi corazón.

Pero sólo me involucro por medio de un correo, y la distancia me permite cierta reflexión. Estos policías brutales, escondidos en la relación de tres policías por un manifestante, en sus uniformes protectores y sus armas, se han deshumanizado a punto de la criminalidad. Entiendo porque la autora dude de la posibilidad de perdón para seres así.

Se trata de un fenómeno universal: aparece en soldados, en policías, en irregulares y en todo tipo de ser que se dedica a la violencia: siempre menosprecian a sus víctimas. Sólo hay que ver el video espantoso que salió ayer en los noticieros de los Boco Haram en que se vanaglorian del secuestro de las niñas en Nigeria para ver la crueldad y la absoluta despreocupación de los captores para con sus rehenes. Podemos reconocer en estas personas la total pérdida de la capacidad de compasión porque hemos visto cosas similares a través de la historia humana. Estos seres han participado en la Inquisición española, en la Conquista de las Américas, en los campos de concentración en Alemania y en muchos escenarios más.

Por esta razón digo: no se trata de perdón. Se trata más bien de entender la dinámica que destroza a un ser humano y que lo hace capaz de estas acciones. Y luego, provistos de este conocimiento, nuestra propia humanidad nos obliga a cambiar estas condiciones, tanto antes de que hagan tanto daño, como en los casos de gentes ya destruidas que requieren atención humanizante. Esto no es perdón: es el desarrollo de la capacidad de sobrevivir como homo sapiens, una especie que supuestamente obra en base a sus saberes.

¿Quiénes ganan y quiénes pierden con el asesinato?



Dicen que francotiradores son responsables de la muerte de un funcionario de la PNB en Los Palos Grandes.  Pregunto:

a) Para ser un francotirador con la destreza de matar por el cuello a una persona vestida de protección anti-balística ¿no se requiere entrenamiento militar o policial?

b) Para ser un francotirador con la destreza de matar por el cuello a una persona vestida de protección anti-balística ¿no se requiere un arma sofisticado y de grado militar?

c) Suponiendo la presencia en el país de agentes de alguna entidad de la “ultraderecha” ¿cuáles agencias de este tipo tendrían interés en atacar de este modo a un PNB?

d)  ¿Quiénes se beneficiarían por un acto como éste? ¿Qué beneficios obtendrían?

Referencia: http://www.talcualdigital.com/Nota/visor.aspx?id=102604&tipo=AVA

jueves, 8 de mayo de 2014

La violencia en Venezuela no es la solución


Fuente: Imágen bomba atómica
bomba atomica licorne




Cada vez que se asome la posibilidad de tranquilidad en las calles de Caracas, el Gobierno inicia –otra vez- alguna represión. Es posible que el objetivo sea simplemente dividir la Oposición como fuerzo política, pero frente a esta nueva acción, he ido pensando en por qué el gobierno de repente haya arrestado los jóvenes en toda Caracas ayer y hoy, y varas hipótesis más se me ocurren. Los del Gobierno:
     1.  Quieren dividir la Oposición –como ya mencioné.
    2. Quieren provocar reacciones violentas entre los miembros de la Oposición para luego justificar mayor represión como ocurrió en los comienzos de la guerra civil en Siria.
      3. Fantasean con amedrentar y aun eliminar las voces más audibles de la Oposición, es decir, causar miedo entre quienes manifiestan y hablan, en el estilo del Bloque Soviético o La República Popular China. (8)
      4. Están al borde del colapso y ya no encuentran maneras racionales para responder a la Oposición.

Lo cierto es que las encuestas muestran poco apoyo popular para el régimen (1) y una economía débil o en franca deterioración (2) (3). Como los demás habitantes del país, los mismos escoltas del gobierno son víctimas de la hampa o el sicariato (4) (5) (6). Las condiciones de vida son precarias, y hasta el agua del chorro huele mal. 
Da la impresión que la represión por parte del Estado no señala la fuerza del régimen, más bien se asemeja la conducta del bravucón del patio de recreo que esconde muchas flaquezas. Esto no quiere decir que el gobierno sea vulnerable a corto plazo: junto con los malandros que ha armado y que lo apoyan, el gobierno posee todas las armas letales y los aparatos químicos y balísticos de control de manifestaciones. Personalmente rechazo reacciones violentas como una opción para la Oposición, y además en el sentido práctico digo que intentarlas sería una locura táctica.
Ahora la maxi pregunta es: ¿qué actitud asumir frente a las nuevas agresiones? He visto estas sugerencias:
      1. Responder desde las emociones y lanzarse a respuestas siempre más violentas (los medios alternos se llenan de metáforas y amenazas: hay que ponerse los pantalones, estos malditos pagarán…). Ya hablé de esto.
      2. Agilizar el proceso del “diálogo” y buscar apoyo internacional para obligar las partes a participar.
      3. Manifestar pacíficamente empleando las normas desarrolladas por Gandhi y Martin Luther King.
       4Denunciar los atropellos, pedir sanciones y la cierre de cuentas bancarias en el extranjero. (6)
      5. Hacer trabajos en pro de la comunidad como apoyar escuelas y reducir las fuentes de la violencia.
      6Abrir debates públicos en escenarios como las universidades, donde aparecen miembros pro y anti gobierno, pero que incluyen ciudadanos “de a pie” y no involucrados oficialmente.
       7. Hacer públicas las opciones económicas que hay –como hizo Lorenzo Mendoza (9).

No hay recetas certeras, pero lo que quiero expresar es que sí hay opciones que no incluyen a la violencia, la cual no ayude a nadie. Hoy un francotirador mató a varios policías en Los Palos Grandes (10), y todo el mundo cree saber de qué lado es el asesino.  Personalmente no creo que ni los estudiantes ni los vecinos de esta zona sepan exterminar a sus semejantes de este modo –o de cualquier modo-, pero como un paso más en la justificación de la intimidación, es muy peligroso.

Referencias

(1) Anónimo. Casi 60 % de los venezolanos rechaza gestión de Maduro. La verdad.com. Accesible en la página Web: http://www.laverdad.com/politica/51634-casi-60-de-los-venezolanos-rechaza-gestion-de-maduro.html
(2) Anónimo. Infogeneral - 5 enero, 2014 | 12:00 AM. “El 2014 será un año complicado para la economía venezolana”. La Nación. Accesible en la página Web: http://www.lanacion.com.ve/infogeneral/el-2014-sera-un-ano-complicado-para-la-economia-venezolana/
(3) Antonio de la Cruz: Venezuela: Perspectiva económica 2014. La Patilla. Accesible en la página Web:  http://www.lapatilla.com/site/2013/12/19/antonio-de-la-cruz-venezuela-perspectiva-economica-2014/
(4) Anónimo. Lista de los escoltas asesinados en el 2012. Sucesos | 12/08/2012 09:34:00 p.m. Ultimas Noticias. Accesible en la página Web:  http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/actualidad/sucesos/lista-de-los-escoltas-asesinados-en-el-2012.aspx
(5) Sandra Guerreo (8/5/14).  Asesinan a escolta del despacho del MIJ. El Nacional. Accesible en la página Web: http://www.el-nacional.com/sucesos/Asesinan-escolta-despacho-MIJ_0_405559485.html
(6) Anónimo. 4/5/14. Fiscalía investiga el asesinato de escolta presidencial. La Patilla.  Accesible en la página Web: http://www.lapatilla.com/site/2014/05/04/fiscalia-investiga-asesinato-de-escolta-presidencial/
(7) Rafael Arias. (8/5/14). Estudiantes venezolanos se pronuncian en Brasil sobre violación de DDHH. El Universal. Accesible en la página http://www.eluniversal.com/nacional-y-politica/140508/estudiantes-venezolanos-se-pronuncian-en-brasil-sobre-violacion-de-ddh
(8) @jorgeramosnews. (8/5/14). “Hoy fue el Tiananmen venezolano; represión sin diálogo” Ultima Hora (Twitter). Accesible en la página Web: http://www.el-nacional.com/reporteya/jorgeramosnews-Hoy-Tiananmen-venezolano-represion_0_405559554.html
(9) Patricia Quiñones. (27/2/14). Lorenzo Mendoza: “La empresa privada es parte de la solución de la situación de este país” Panorama.com.ve. Accesible en la página Web: http://panorama.com.ve/portal/app/push/noticia101888.php
(10) . Anónimo. Mataron a un policía nacional en Los Palos Grandes. El Nacional. Accesible en la página Web: http://www.el-nacional.com/politica/Mataron-policia-nacional-Palos-Grandes_0_405559643.html

(11) Imagen bomba atómica accesible en la página Web: http://ifoton.com/bombas-atomicas-en-imagenes


miércoles, 7 de mayo de 2014

Los días en la vida de una dama de noche

Después de varios años de cuidar mi mata de "dama de noche" o "Cestrum nocturnum", anoche me dio una flor magnífica. Dos más vienen en las ramas para esta noche. Sólo salen después de las 8:00 p.m. -o más tarde-; para las diez o las once están en pleno esplendor. Para la mañana  la dama tiene las chorreras de su vestido disminuidas por haber hecho tanta gala la noche anterior. Aquí retrato el nacimiento, florecimiento y decaído de esta bella señora.

Su nacimiento carece de femineidad, para una cortesana de su alcurnia:  


Luego, justo antes de abrir se ve así:


El día de su gala tiene un diámetro de 25 cm; es verdaderamente magnífica:













Al final, su atuendo todavía luce, pero se le falta el vuelo de la noche anterior. Es más Coco Chanel que Cristian Dior. 


sábado, 3 de mayo de 2014

Laura Restrepo: El leopardo al sol

Acabo de terminar El Leopardo Al Sol de Laura Restrepo*. Lo comencé, como hago a veces con los libros, con calma y con la idea de llevarlo conmigo al médico, al lavado de carros y a los otros tiempos muertos que requieren una distracción. Pero mi afán de leerlo no terminó tan despreocupadamente: una vez que me había metido en el laberinto de motivos torcidos que describe la señora Restrepo no pude dejar de leerlo hasta terminarlo. Hice inclusive una clasificación de los personajes principales porque me confundía entre los hermanos Barragan y sus primos Monsalve; adjunto mi clasificación de los personajes abajo.

Las familias Barragan y Monsalve tienen poco de atractivo -aun en sus torpes intentos de escapar de la condena de violencias y venganzas que marcan sus vidas.  Es una historia donde el odio se vuelve igual al apego y ritual, y se convierta en la razón de sus vidas: tal vez la represalia mortífera sea para ellos una forma corrompida de amor. Es un destino infausto y casi griego, pero es a la vez chabacano, necio, triste, destructivo y sin remedio; es la tragedia en el estilo criollo del malandro.

¿Por qué seguí leyendo algo tan sórdido? Primero por Laura Restrepo es un excelente contador de cuentos. Segundo porque me vi agarrada por la misma e inexorable fatalidad que había atrapado a los personajes. Tercero porque como en todas las buenas novelas me iba abriendo una ventana a algo que escasamente conozco.  

Y otra reflexión: la gente que describe la autora es arrebatada y tosca, y sin embargo su violencia tiene sentido en el mundo que habita: se trata de personas cuyas tradiciones ancestrales han quedado separadas de los orígenes chamánicos, y así, fragmentadas, han ido anclándose en el medio de contrabando y drogas. No dudo que Nando Barragán haya a llevado al primo querido que acaba de asesinar en sus espaldas por el calcinado desierto hasta llegar al rancho del “Tío”, quien es al la vez adivino y juez, para allí recibir –mansamente- su veredicto  y conocer su destino. Creo también que es lógico que estas familias hayan prosperado en el ámbito criminal que ha sido la opción de vida más obvia para ellos.

En un ámbito de más coherencia cultural la pelea sin término entre estos primos hubiera tenido otra salida. El mismo pueblo hubiera puesto cota a la barbaridad.  

Perosonajes: incluyo sólo los principales: 







Referencia

*Restrepo, Laura (1993). Leopardo al Sol. Santafé de Bogotá: Plantea.

Imagen leopardo:  https://www.google.co.ve/search?q=leopard+picture&biw=942&bih=443&tbm=isch&imgil=FmzXvfjzlYWtpM%253A%253Bhttps%253A%252F%252Fencrypted-tbn3.gstatic.com%252Fimages%253Fq%253Dtbn%253AANd9GcRPxnvx-Dywv3_UNuth6AZxkNVFzIlmMG3Hu_4v9HrP3mRFG-0C%253B1920%253B1200%253BQseKQDq5eoKJvM%253Bhttp%25253A%25252F%25252Fwall.alphacoders.com%25252Fby_sub_category.php%25253Fid%2525253D134831&source=iu&usg=__Tz4E4W5O5s_PpG8gGjOO4HH6pxc%3D&sa=X&ei=L1FlU7v3OZDLsAS_pIHABQ&ved=0CDkQ9QEwBg#facrc=_&imgdii=_&imgrc=FmzXvfjzlYWtpM%253A%3BQseKQDq5eoKJvM%3Bhttp%253A%252F%252Fimages2.alphacoders.com%252F995%252F99540.jpg%3Bhttp%253A%252F%252Fwall.alphacoders.com%252Fby_sub_category.php%253Fid%253D134831%3B1920%3B1200
 
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