viernes, 28 de agosto de 2015

Replicability in psychology

A recent article has been making waves in psychology in which scientific replicability in the field is placed in doubt. 

Even in social psychology reproducibility can be important, as in the famous work of Solomon Asch on conformity that was confirmed in multiple replications. However, with a slight theoretical shift, his results became part of a much larger perspective on opinion-formation by Serge Moscovici’s idea of minority influence. That is, Moscovici does not “correct” Asch’s work, it enlarges it and gives it nuance. I use this well-known example because it seems that the problem of “truth” in psychology is not necessarily statistical: it has more to do with fine distinctions and the complexity of behavior.

Another problem has to do with all the tests that are supposed to measure things like intelligence, attitude, personality, school assessment and the like. There are well-known criticisms of this kind of testing that deal with things like cultural exclusion and the limited definitions of the field being evaluated (for example, musical ability is excluded from intelligence tests). I mention this as just another issue in which complexity makes any broad statements about the utility of these tests impossible.

I don’t want to go into other issues where objectivity is not even a goal in psychology. Rigor is always a problem, and evidently there must be rules that make absolutely clear what is being discussed and to what degree it might be representative of something. As the multi-authored, re- published article from Science says in its conclusions: “Any temptation to interpret these results as a defeat for psychology or science more generally, must contend with the fact that this project demonstrates science behaving as it should”.

Reference:

Alexander A. Aarts, Joanna E. Anderson, Christopher J. Anderson, Peter R. Attridge, Angela Attwood, et al (August, 2015) Estimating the reproducibility os psychological science. Science 
Vol. 349, no. 6251. Disponible en: http://www.sciencemag.org/content/349/6251/aac4716.full

martes, 25 de agosto de 2015

La educación y los "ismos" / Education and "isms"

Español:
Sería bueno si todas estas personas que alegan que algún “ismo” político y social no funciona ofrecerían alternativas razonables. Los capitalistas dicen que el socialismo falla; los socialistas dicen que el capitalismo fracasó. ¿Qué ofrecen estas personas? Sospecho que el problema no está en el "ismo" en particular;  sospecho que el remedio se halla en la transparencia y la honestidad de los propios actores políticos. Esto significa que en cada país haya un electorado educado y capaz de elegir sabiamente.

English

It would be nice if all these people that claim that a particular political and social “ism” is the work of the devil would offer reasonable alternatives. The capitalists say socialism doesn´t work; the socialists say capitalism doesn’t work. What do these people offer? I suspect that the problem isn’t in the particular “ism”; it can be found in the transparence and the honesty of the political actors themselves. This means that in each country there is an educated electorate capable of choosing wisely. 

viernes, 21 de agosto de 2015

"Los buenos" y la banalidad del mal



"Los buenos" también podemos contribuir a los totalitarismos.

"La banalidad de mal"* no incluye, si me acuerdo bien, el miedo de perder el regular pago de quincenas. Es una preocupación real para mucha gente que tema que actuar según su conciencia o promover un cambio de gobierno los vaya a dejar sin su trabajo -que para un funcionario actual es relativamente fácil-. 

Y, tomando el papel del abogado del diablo: ¿cuántos de la 4ta República no se callaron o dejaron de protestar los abusos de aquel entonces? La tarea que tenemos ahora es bien complejo: es crear una democracia verdadera donde todos tenemos que obedecer las leyes y sentirnos parte de un proyecto honesto. Esto en un país donde no se respeta ninguna ley. Ni un semáforo.

Nota:
*Es parte del título de un libro de Hannah Arendt. Datos bibliográficos: Arendt, Hannah (1961/2003). Eichmann en Jerusalén. Un estudio sobre la banalidad del mal. Barcelona, Lumen. 
Accesible en línea en la dirección: http://www.psicosocial.net/grupo-accion-comunitaria/centro-de-documentacion-gac/areas-y-poblaciones-especificas-de-trabajo/tortura/864-eichman-en-jerusalen-un-estudio-sobre-la-banalidad-del-mal/file

domingo, 16 de agosto de 2015

Sólo un poco en satira...


Ayer en la mañana me desperté mirando unas pesadas y negras nubes en el valle, y me dije: “hoy lloverá”. Realmente hacía falta porque hace dos semanas no hemos tenido sino las más ligeras lloviznas, y yo he podido regar adecuadamente al jardín.

Dije luego lo mismo a unas amigas, dije que inclusive había hecho un baile de la lluvia para influir positivamente en mi microclima. Claro, mi baile era sólo retórico. Mis amigas me dijeron que, no, que unos vecinos de ellos habían colocado un contra, en este caso un tenedor y un cuchillo cruzados apuntados hacia el valle por donde vienen las nubes. Ya para el anochecer no llovió ni una sola gota en todo el día.

Me puse en la cocina (donde los vecinos no me pueden ver) y, sí, bailé unos pasos que había visto en una entrevista con el artista John Feodorov*: él decía que si haces bien los pasos, necesariamente tiene que llover. Admito que no logré algunos de los saltos requeridos –favoreciendo una rodilla sensible-, pero en menos de veinte minutos comenzó un brevísimo pero duro aguacero. A lo mejor si hubiera podido alcanzar las piruetas que el rito pide, hubiera llovido más.


*Nota: John Feodorov es un artista plástico de ascendencia navajo / europea en los EE.UU.

domingo, 9 de agosto de 2015

Hiroshima y Nagasaki


En este aniversario de la masacre de Hiroshima y Nagasaki, quisiera recoger algunas reflexiones que he hecho a través de los años:

1. Los días 6 y 9 de agosto, 1945, el presidente de los Estados Unidos aprobó el uso de las bombas atómicas que destruyeron las ciudades de Hiroshima y Nagasaki. Pero no estaba solo. Tenía a sus espaldas el alto mando militar de aquel país y el peso de los resultados del Proyecto Manhattan que no sólo había costado mucho dinero, sino que representaba un temible adelanto en la tecnología de la muerte. Estas bombas eran horrendamente letales.

2.     La mortandad entre víctimas iniciales de Hiroshima y Nagasaki (estimadas en 246.000) y los que murieron después por lesiones o enfermedades no tiene paralelo en la historia de la humanidad.

3. Los estadounidenses crearon una cortina afectiva para ocultar lo terrible de todo aquello. Llamaron las bombas por nombres que podrían usarse para mascotas inofensivas (“Muchachito” y “Gordito”) y por muchos años no se permitía mostrar sus efectos sobre la población civil en Japón en la televisión o el cine. Luego en los años ‘50 hubo en aquel país una especie de reacción al revés (regreso de lo reprimido) cuando todo el mundo tenía como preocupación central en sus vidas personales el peligro de un ataque por parte de la Unión Soviética con armas similares. Casi todas las viviendas tenían un cuarto de resguardo donde las familias podrían esconderse, a pesar de que en realidad estos espacios no ofrecerían ninguna protección real contra armas atómicas.

4. A lo mejor, y en el espíritu de el Juicio en Nuremberg, valdría buscar culpables individuales por todo esto. ¿Quiénes serían estos malignos? ¿Albert Einstein quien alertó al Presidente Roosevelt que a lo mejor los alemanes iban a construir una bomba semejante antes de los aliados –así iniciando el Proyecto Manhattan-? ¿El Presidente Harry Truman? ¿Julius Robert Oppenheimer, el jefe científico del Proyecto Manhattan? ¿El Estado Mayor Conjunto de los militares? ¿Los generales estadounidenses de las fuerzas armadas en el Segundo Guerra? ¿Los pilotos de los aviones Enola Gay y Bockscar?

5. A lo mejor hay que buscar las culpas y causas en dinámicas históricas que permiten alta crueldad en nombre del miedo, del patriotismo y del odio. Esto pone la culpa sobre todos (nosotros mismos) que nutren y transmiten estas emociones. Los casos son demasiados numerosos para comenzar una lista de ellos, pero los más tristes se encuentran en posiciones de mando cuando que nos den modelos violentos de interacción.

5. Yo abogo por una nueva educación de paz, tolerancia, convivencia y aceptación de las diferencias.

6. Pero además creo que hay que arrojar un fuerte rayo de luz sobre algunos monstruos que todavía acechan entre nosotros. Hablo específicamente de quienes se benefician económicamente con la manufactura de armamentos.  Y quienes hacen carrera con su uso. Estos dragones todavía quedan por ser domados.

7. Hiroshima y Nagasaki nos pueden enseñar mucho en el Siglo XXI: se trata básicamente de lo que el vacío de amor ha producido y sigue produciendo.

sábado, 8 de agosto de 2015

Una historia de pecado y salvación / A story of sin and salvation

Español:

En CNNI un periodista visitó a las Islas Coromes (ubicadas en la costa sur-oriental de África). De pie sobre una cornisa y por encima de una cuenca volcánica, oyó a un hombre de aquel lugar contar una historia  mientras los dos miraban hacia abajo a un pequeño y bello lago azul. Era más o menos así:

Hace muchos años un pueblo se encontraba allí. Un anciano entró a la aldea pero fue recibido por el desprecio y la burla de casi todos. Vio a una anciana y le pidió agua y ella le dio un poco. Él le dijo: "Usted debe dejar este pueblo. Estas personas son malas, y que serán castigadas." Un poco más tarde, después de que se había ido el viejo, la cuenca estalló: todo y todos se destruyeron, dejando tras de sí este pequeño lago de agua salada.

No he puesto comillas al relato porque lo he reconstruido de memoria. Y no cuenta sobre lo que pasó finalmente con la anciana. Lo que despertó mi fantasía  al escucharlo es lo parecido que es la historia bíblica de Sodoma y Gomorra. Qué interesante que un desastre natural tenga que ser la culpa de aquellos que sufran por su causa: tenemos que creer que haya sido gente muy pecaminosa. Y luego están aquellos que se salvan gracias a la misericordia divina (la vieja, Lott y su familia). También tenemos que creer que, "nosotros" -que somos los “buenos”- seremos rescatados.

English

On CNNI reporter talked today about the Coromos Islands (located off the south-eastern coast of Africa). Standing on a ledge over a volcanic basin and looking down into small, lovely, blue lake, a man she interviewed told this story:

Many years ago a small town was located down there. An old man walked into the village and was greeted by scorn and taunting. He saw an old woman and asked her for water, and she gave him some. He said to her, “You must leave this village. These people are bad, and they will be punished.” Sometime later after he left, the basin erupted: everything and everyone was destroyed, leaving behind this small, saltwater lake.


I haven’t put quotes because I reconstructed it from memory. And it doesn’t tell us what happened in the end to the old lady. What sparked my fancy listening to it was how similar it is to the Biblical story of Sodom and Gomorrah. How interesting that a natural disaster has to be the fault of those who are hurt by it: they have to have been very sinful people. And then there are those who are saved through divine mercy (the old woman, Lot and his family). We need to believe that “we”, who are the good guys, will be rescued. 

jueves, 6 de agosto de 2015

¿Cárcel para jóvenes delincuentes?



Como reacción a la inseguridad que sufrimos todos hay presión para cambiar las leyes y encarcelar a los niños delincuentes como mayores de edad.

Considero, sin embargo, que los delincuentes jóvenes son los reflejos de sus mayores, muchas veces los muchachos son empujados por su ambiente a participar en estas actividades.

La cárcel tal como nuestra sociedad la ha construido, no es el lugar apropiado para ellos. No se puede curar la crueldad con más crueldad, y las cárceles son los espacios más desalmados que se puede imaginar. Más bien son criaderos de más violencia. Los que resisten aquella sordidez y logran salir en condiciones para participar en una sociedad honesta y trabajadora, son personas con una enorme y descomunal fuerza interior.

Realmente estos muchachos necesitan programas que enseñan que el amor y el respeto valen más que la brutalidad. En Guatemala tienen programas para la recuperación de los jóvenes que salen de las maras: tiene una taza de recuperación interesante, similar a la de la recuperación de gente en condición de calle en Chacao. Igualmente en Sudán y Sierre León recuperan a los niños soldados, que por secuestro o cualquier otra razón han sido reclutados por grupos extremistas.

Hasta hoy no he sido robado a punto de pistola, -aunque sí con subterfugios-; tal vez me reacción sería distinta –más visceral- si hubiera visto la cara de alguien a quien no le importaría nada matarme.

Pero soy una persona que ha trabajado toda la vida en la psicología social, y no puedo rechazar categorías de personas como “malas” e “irrecuperables”. Creo que en el fondo, cada niño miembro de una banda o de un ejército rebelde experimenta profunda dissatisfaction con su vida y con su destino casi inevitable de joven muerto.

Lo que requieren es espacio para repensar sus lealtades.



 
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