martes, 25 de marzo de 2014

Reflexiones históricas: Hitler y Robespierre



Pertenezco a una generación que ha acumulado una larga memoria. Además leo algo de historia. Para que mis jóvenes amigos tengan más perspectiva sobre las lecciones del pasado, voy a ir publicando párrafos reducidos sobre ciertos acontecimientos que han influido en lo que somos hoy en día.



Primeras reflexiones:

Después de las elecciones en 1932, los Nazi se convirtieron en el partido político más grande del Reichstag. Hindenburg, el presidente de Alemania, designó a Hitler, quien era el indiscutible líder de los Nazi, como canciller el 30 de enero, 1933. Después en el mismo año, comenzaron a suspender las libertades civiles y eliminar la oposición política. Los comunistas fueron excluidos del Reichstag. Aunque ningún partido tenía una mayoría, Hitler obligó a todos los miembros restantes a votar por el Acto de Habilitación en que recibió “temporalmente” el poder completo que le permitió actuar sin el consentimiento del parlamento y aun sin restricciones constitucionales. Desde entonces Hitler y su gabinete gobernaron por decreto aunque todavía Hindenberg quedó nominalmente como presidente por un tiempo más. Se abolieron todos los partidos que no se afiliaban con los Nazi el 14 de julio de aquel año, y el Reichstag dejó de funcionar como parlamento en el sentido democrático.

Segundas reflexiones (provienen de parte de un artículo que acabo de terminar sobre el tema del héroe):

Maximilien Robespierre es un miembro fundador de un círculo de las figuras oscuras que han emergido en nombre de ideales; la presencia histórica de estas personas significa algo más que la influencia de las casas reales que podrían subyugar a sus sujetos debido a la voluntad de los dioses y el linaje de sus familias. Estos nuevos rostros épicos tienen seguidores convencidos por una causa: son dictadores que procuran el apoyo –a veces delirante- de sectores de las poblaciones que representan una aspiración política o ideológica: a este círculo desalmado pertenecen Adolfo Hitler de Alemania, Francisco Franco de España, Joseph Stalin de la Unión Soviética, Pol Pot de Cambodia, Agusto Pinochet de Chile y muchos otros.

Tal vez se puede identificar a Robespierre como la primera figura que da origen al héroe oscuro en nombre de ideales en nuestros tiempos: apelando a la libertad, la fraternidad y la igualdad, se dedicó a la intimidación y la represión. Robespierre  se consideraba un seguidor de su propia interpretación de Jean-Jacques Rousseau, y desde su juventud se dedicó a la defensa de los desposeídos de la Francia monárquica. Pero luego de obtener poder político y siendo jacobino (el grupo/partido más radical de los anti-monárquicos en Francia por la época), tuvo un papel influente en el crecimiento del “reino de terror” de la Revolución francesa; tuvo responsabilidad directa en la persecución y ejecución de miles de compatriotas que consideraba traidores, sediciosos y conspiradores -entre otros epítetos ofensivos. Oponiéndose al despotismo de los monarcas, su propia arbitrariedad se fundaba irónicamente sobre sólidos fundamentos teóricos e ideológicos del Estado republicano; sin embargo consideraba al asesinato como un acto de salvaguardia a la virtud y algo que se hace en defensa del bien público.

Robespierre declaró que “[defendía] con desmedida energía la causa de los endebles oprimidos contra sus poderosos opresores” y por esto ha “faltado al respeto que se debe a los tribunales del antiguo régimen tiránico”, (Robespierre, 1792, párrafo 7). Reclamó el derecho de los ciudadanos a elegir libremente quienes presidirán sobre los tribunales de la nación. Dijo que los nobles no podrían darle a la gente aquello que le era en esencia suyo, incluyendo aquello de “ejercer los derechos del soberano.” Este discurso es fascinante ya que tiene dos significados: a) el enemigo opresor es el antiguo régimen –y en otros escritos también incluye a los demás monarcas de Europa, y b) el pueblo es soberano, a pesar del avasallamiento que él mismo ejercía sobre la gente.

Muchos dictadores han dejado testimonios escritos de sus causas; desde tiempos romanos hasta el presente se puede mencionar los siguientes ejemplos: “La Guerra de las Galias” de Julio CESAR, “El camino al poder” de Joseph STALIN, “La doctrina del Fascismo” de Benito MUSSOLINI, “Mi lucha” de Adolfo HITLER, “Reflexiones” (y muchas publicaciones más) de Fidel CASTRO, “Citas del Presidente Mao” de MAO Zedong y “Piedras y leyes” de Fulgencio BATISTA. Lo sugestivo de estos personajes es la necesidad que tuvieron para explicarse. Es interesante contrastar a Julio CESAR con los demás porque su testimonio trata básicamente de la historia de sus conquistas; quiso meramente dejar sentado su poder y su brillante reputación guerrera. Los demás precisaban transmitir un mensaje y dejar en claro cuáles eran sus razones para actuar.

Referencias:

1. ROBESPIERRE, Maximilien (27 de abril, 1792). Réponse de M. Robespierre aux discours de MM. Brissot et Guadet du 23 avril 1792, prononcée à la Société des Amis de la Constitution le 27 du même mois, et imprimée par ordre de la Société. Project Gutenberg. Accesible en la página web : http://www.gutenberg.org/files/29887/29887-h/29887-h.htm

2. Letra ornata: Accesible en la página web: http://retrokat.com/medieval/leil.htm

 
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