domingo, 13 de octubre de 2024

Posible disidencia entre los partidarios de Trump

K. Cronick


Václav Havel fue un escritor checoslovaco que también fue el último presidente de Checoslovaquia y el primer presidente de la República Checa. Fue activista durante los años de control soviético y pasó por numerosos encarcelamientos por estas actividades.

Me gustaría volver a aplicar algunos de los principios que desarrolló en su libro, El poder de los Sin Poder, que escribió para relatar el despertar de los ciudadanos en el antiguo satélite soviético. En este caso me gustaría reflexionar sobre la situación de muchos de los seguidores de Donald Trump.

Havel describe un sistema que él llama "post-totalitario" en el que el poder físico y represivo del sistema soviético se ha suavizado en la segunda mitad del siglo XX. La ideología, en este caso los últimos vestigios de la doctrina comunista, ha logrado un poder de cohesión suficiente para mantener a una población sumisa. Dice: "El sistema post-totalitario exige monolitismo... El objetivo intrínseco del sistema post-totalitario no es, como podría parecer a primera vista, la pura y simple preservación del poder en manos del grupo dominante". Havel habla de una "ideología -como 'puente-coartada' entre el sistema y el hombre– [que] llena el abismo entre los planes del sistema y los planes de la vida individual de las personas" (p. 12).

En este sistema se crea una "falsa vida" que justifica a sus seguidores como miembros del grupo y les garantiza una posición en él. El individuo no tiene que creer en todos los dogmas, pero debe actuar como si lo hiciera. Muchos sí lo creen, y si es necesario, lo defenderán, aunque la evidencia que proviene de su "vida real" no lo respalde. Es el precio que pagan por pertenecer.

La pertenencia es muy importante. Es quizás más importante que la autenticidad, porque el grupo es el lugar donde viven los seres queridos. La casa, la escuela de los hijos y, muchas veces, los ingresos dependen de ello. Parece extraño decir esto, pero en el fondo, la sumisión ideológica puede ser un acto de amor. Solo se le puede impugnar cuando el precio del cumplimiento se vuelve demasiado alto.

Por lo tanto, uno puede ignorar la incoherencia y las mentiras de Trump porque su grupo de identidad lo requiere. Es posible equiparar la propia religión y la política, en primer lugar, porque uno está acostumbrado a "ser instruido" sobre el dogma, y en segundo lugar, porque de lo contrario se enfrenta al ostracismo.

La forma de abrir las puertas para que estos seguidores puedan ver la “vida real” a través de la  luz de la experiencia, no es seguir señalando las mentiras. Debe ser posible ver la verdad y seguir amando a la familia, a los amigos y a la vida.  Esto solo puede lograrse mediante el apoyo y la comprensión de la dinámica de la ideología forzada.

Referencia: Vácklav Havel (1978/ 26/12/14). El Poder de los sin poder. Traducción: Vicente Martín Pindado. www.lectulandia.com. https://ww3.lectulandia.com/book/el-poder-de-los-sin-poder/

Possible dissidence among Trump’s supporters

 

K. Cronick

Václav Havel was a Czechoslovakian writer who also was the last president of Czechoslovakia and the first president of the Czech Republic. He was an activist during the years of Soviet control and went through numerous imprisonments for these activities.

I would like to re-apply some of the principles he developed in his book, The ​Power of the Powerless, which he wrote to describe the political awakening of the citizens in the former Soviet satellite. In this case I would like to reflect on the situation of many of Donald Trump’s followers.

Havel describes a system he calls “post-totalitarian” in which the physical and repressive power of the Soviet system has softened in the second half of the 20th century. Ideology, in this case the last remains of communist doctrine, has achieved enough cohesive power to maintain a submissive population. He says, “The post-totalitarian system demands monolithism… the intrinsic goal of the post-totalitarian system is not, as it might seem at first sight, pure and simple preservation of power in the hands of the dominant group.” Havel talks about an “Ideology – as an ‘alibi-bridge’ between the system and man – [that] fills the abyss between the plans of the system and the plans of people’s individual lives” (p. 12).

In this system a “false life” is created which justifies its followers as members of the group and guarantees them a position in it. The individual doesn’t have to believe all the dogma, but he must act as if he does. Many do believe it, and if necessary, and will defend it, even though the evidence that comes from their “real life” does not support it. It is the price they pay for belonging.

Belonging is very important. It is perhaps more important than authenticity, because the group is the place where one’s loved-ones live. One’s home, one’s children’s school, and many times one’s income depend on it. It seems strange to say this, but underneath everything else, ideological submission can be an act of love. It can only be challenged when the price of compliance becomes too high.

Thus, one can ignore Trump’s incoherence and lies because one’s identity group requires it. It is possible to equate one’s religion and one’s politics, first, because one is accustomed to “being instructed” about dogma, and second, because otherwise one faces ostracism.

The way to open the doors so that these followers can see the light of “real” experience and life, is not to keep pointing out the lies. It must be possible to see the truth and still continue to love one’s family, friends and life.  This can only be accomplished by support and understanding of the dynamics of forced ideology.

Reference:

Vácklav Havel (1978/ 26/12/14). El Poder de los sin poder. Traducción: Vicente Martín Pindado. www.lectulandia.com. https://ww3.lectulandia.com/book/el-poder-de-los-sin-poder/

 
Locations of visitors to this page