jueves, 11 de julio de 2013

Los secretos sucios de Estado: las tristes ironías y coincidencias de los denunciantes


 

ergei Magnitsky y Edward Snowden, dos personas que han denunciado irregularidades en sus países, comparten los titulares actualmente, pero no he visto ni en la BBC ni en CNN que se comparen a estos personajes entre sí; son noticias contemporáneos pero extrañamente no asociados. ¿Qué tienen en común?

1.   Los dos hombres revelaron ciertos secretos de sus países respectivos -Rusia y los Estados Unidos- de manera pública.

2.   El resultado fue la furia desmedida de los jefes de Estado de estos países y la persecución internacional para castigarlos.

Magnitsky, un abogado, fue encarcelado y murió en una prisión rusa –dicen por los golpes que recibió allí. En estos días fue macabramente “juzgado” in absentia –es decir en este caso después de muerto- y condenado no sé a qué, tal vez a quedar por la eternidad en nuestra memoria colectiva como culpable de algo. Su cliente en los momentos de del arresto, William Browder, era un inversionista británico y pudo escapar a los Estados Unidos donde -irónicamente- está protegido por el gobierno allí.

Snowden, en cambio, escapó y yace –irónicamente- en un aeropuerto ruso.

Y ahora Snowden a lo mejor conseguirá asilo en Venezuela, un país que guarda muchos secretos propios.

La ironía más grande de todas es que  los dos obraron en nombre de la claridad y la transparencia, y tanta maniobra política ha conseguido dejar estos motivos en el silencio de lo-que-no-se-puede-decir debido a lealtades políticas implícitas.
 
Referencia:
-letra ornata: http://retrokat.com/medieval/leil.htm
 
 
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