viernes, 21 de junio de 2013

Reflexiones universitarias por parte de algunos estudiantes de Psicología



Hoy un grupo de estudiantes invitaron a varios profesores a ver la película “Fresas de Amargura” en la Escuela de Psicología, y después conversamos sobre nuestras reacciones al mensaje que contiene. Quiero felicitar a estos muchachos por su iniciativa y por su deseo de reflexionar sobre los temas complejos que surgieron de la discusión. Me impresionó su capacidad de oír puntos de vista distintos, de escuchar al prójimo, de expresar sus propias dudas y de buscar conclusiones aceptables para ellos mismos dentro del contexto que vive la institución en estos momentos.  

Tengo varios comentarios que quisiera hacer sobre la experiencia de hoy e iré publicándolos en varias entregas. El primer comentario que hago tiene que ver con la pluralidad del pensamiento universitario. Es de suma importancia hablar de esto en los momentos actuales; tenemos que clarificar ideas y confrontar otros modos de concebir al mundo. Es, de verdad, la esencia del debate que tenemos con el gobierno, que en estos momentos tiene que ver con las concepciones sobre qué es ser universitario.

El “uni” de la palabra UNIversidad no refiere a la unidad del concepto en la educación tradicional. Más bien refiere a “universal”, a la inclusión de toda posibilidad de reflexión siempre que: a)  sea disciplinada y b) conduzca a afirmaciones veraces sobre en el mundo según el método empleado o c) tenga mérito literario o artístico. Es decir, no toda afirmación tiene cabida en la universidad porque quedan excluidos (por lo menos de los propósitos formales de la institución) los chismes, los rumores, las difamaciones, la obediencia ciega y la destrucción gratuita.

Hay quienes afirman que hay que criticar la búsqueda de la “verdad” porque en la universidad ella es producto único del positivismo.

Primero creo necesario decir el positivismo es una tendencia metodológica que hoy en día tiene muchas aristas: Desde Popper escribió sus ideas, es imposible afirmar que se trate de un método único que proviene de un supuesto “método científico” uniforme. Stephan Hawkins y Leonard Mlodinow en su libro “El Gran Diseño” preguntan inclusive: “¿Qué es la realidad?” para concluir que sólo se puede hablar de una “realidad basada en el modelo” donde existe un modelo (entre muchos otros potenciales) que da cuenta de fenómenos de manera coherente y los contextualiza. En este sentido el debate científico puede referir a las hipótesis o los resultados que refieren al modelo objeto de consideración, o puede cuestionar el modelo en sí y ofrecer alternativas explicativas.

Por otro lado hoy en día el positivismo está acompañado de muchas otras metodologías y métodos, algunas de las cuales emplean explícitamente aspectos relativistas para enfatizar la pluralidad de los análisis posibles de los diversos fenómenos y textos.

Hay también quienes piensan que los análisis deban ser políticos, es decir, deben provenir de un marco político dado y que la reflexión que se hace al respecto correspondería únicamente a cómo se concibe el fenómeno o texto dentro de dicho  recuadro.

Desde mi punto de vista esta apreciación fue superada cuando Nicolás Copérnico cuestionó el marco único de la Iglesia. Es decir, en este argumento se sustituye el pensamiento eclesiástico por un corriente político.

Estos son mis primeras reflexiones sobre nuestra discusión de hoy.
 
Referencias:
Hawkins, Stephen y Leonard Mlodinow (2010). El gran diseño. Barcelona: Crítica

Popper, K. (1984). "Evolutionary epistemology" en J.W. Pollard (Ed.), Evolutionary theory: Paths into the future. Londres: Wiley and Sons, pp. 239-256.

Origen del dibujo: http://www.google.co.ve/imgres?imgurl=http://crianzapositiva.org/wp-content/uploads/2011/01/positvo2.jpg&imgrefurl=http://crianzapositiva.org/2011/01/pienso-luego-actuo/&h=403&w=454&sz=23&tbnid=2uZ0zC_ejn4OiM:&tbnh=90&tbnw=101&zoom=1&usg=__ba2sLMVsA9rgf57i-RY6xNKAcMA=&docid=-PV6zzHZK7yZXM&sa=X&ei=4TDFUY7rI4bN0AGXk4HQAQ&ved=0CDcQ9QEwAg&dur=500
 
 
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