lunes, 12 de enero de 2015

Productos hechas en casa.



Hoy tengo un tema práctico: cómo hacer para evitar las mega-colas en los supermercados. Personalmente las evitaré con toda mi capacidad de ingeniar alternativas de los productos que se escasean. Hasta ahora no he tenido que sufrir aquellas líneas de gente belicosa y malhumorada.

Invito a otras sugerencias de parte de quienes puedan leer esto. 

Casi es una oportunidad en Venezuela para liberarnos en algo de algunos productos químicos y otras “comodidades” como pañales desechables. No es que sea bueno volver a la caverna, pero independizarse de algunos productos  -que al final también dañan al ambiente- nos hace bien.

1. Pañales: Vengo de una generación que usó pañales de tela para los bebés. Afuera del pañal se colocaba un “panty” de plástico para retener por un tiempo los flujos mayores de pipi. Después se limpiaba la tela usada en un chorro de agua (yo usaba de poceta: agarraba la tela por un lado y bajaba la palanquita de agua sobre la tela sucia. Así hacia la primera limpieza).  Después se iba acumulando los pañales usados en un recipiente con agua limpia (tal vez con un chorrito mínimo de cloro –si se encuentra*), y al final del día todos se lavaban juntos en la lavadora.

2. Jabón de tocador y para lavar ropa: hay muchas recetas en el Internet. No se preocupan se no encuentran lejía: se la puede hacer a partir de cenizas y agua.

3. Jabón para la vajilla: yo lo he sustituido por un producto que hago en casa: dejo las cáscaras de naranja en vinagre por 15 días; luego filtro bien el líquido; es muy bueno también para las superficies blancas de las mesas de la  cocina y la estufa. Elimina manchas de té y café y quita la grasa de las cacerolas.

4. Para las personas que tienen que tomar calcio: antiguamente se pelaba la membrana interior de los huevos; luego de acumular las cáscaras, se las pulverizan o se las muelan -ya limpias- y se le añade un poco de jugo de limón. Se guarda en la nevera y después de varios días se filtra bien el líquido; se toma una cucharadita por día.  Sabe mal pero peor es nada.

*Si no se encuentra cloro se puede usar un poquito de lejía hecha en casa. Ver el #2.

 
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