domingo, 13 de julio de 2008

The Circle of Power / El Círculo de Poder

English

There is a curious phenomenon that characterizes the confrontation of the political Right and Left. I have drawn the relationship in Spanish below, but it can also be appreciated by English Readers. You can see a circle which has been cut from top to bottom to represent the Left and the Right. Then it has been cut sideways: the top half represents democracy and the bottom totalitarianism.

This leaves us with four quadrants where both democracy and totalitarianism can be described as being either leftist or rightist.

German Fascism would be found in the D-Ab quadrant and the totalitarian Left of the former Soviet Union would be in the quadrant I-Ab. Both systems shared the need to destroy dissidence, and much of their energy was directed toward maintaining the existing power structure at that time. They are different mostly with regard to their ideas about private property. More recent regimes can also be classified in this way: Cuba belongs in the quadrant I-Ab and the former Argentinean, Chilean and Uruguayan dictatorships would have been classified as D-Ab.

The top quadrants are more complex and it is difficult to find pure examples in real life. What happens in democratic countries is that policies from the Right and the Left tend to follow each other as the ruling parties supersede each other.

There are clear advantages when the citizens of these countries can maintain these distinctions. I am writing about this because ideological postures can become murky, especially when these aspects are rhetorically confounded. For example the People’s Republic of China is not really Communist (leftist) and does not incorporate the people’s political will. The United State celebrates its elections with pomp and circumstance, but its economy tends strongly toward the Right. In Venezuela there are popular elections (in which candidates from the Opposition are denied the right to participate), and the leftist discourse hides rightist policies.



Español

Existe un fenómeno curioso que ocurre con la confrontación política entre la Derecha y la Izquierda. Forman una especie de círculo que se puede dividir en cuadrantes. Los lados derecha e izquierda representan las mencionadas posiciones políticas. Al dividir el círculo de nuevo en mitades que corresponden a la parte de arriba y debajo del transversal horizontal, podemos asignar a la primera los intereses demócratas de la sociedad, y a la parte de abajo los intereses totalitarios.

El resultado es la división del círculo en cuadrantes en donde se puede concebir características de la Izquierda y la Derecha en los sistemas democráticos y totalitarios.

El fascismo se encuentra en el cuadrante D-Ab y el totalitarismo de la Izquierda puede hallarse en el I-Ab. Ambos comparten ciertas características: intentan destruir toda disidencia y dirigen sus energías principalmente a actividades destinadas a mantenerse en posiciones de mando. Se distinguen principalmente con respecto a sus actitudes sobre la propiedad privada. Pero al final, los gobiernos centrales en ambos sistemas se intrometen en los asuntos económicos de los países donde están instalados. De esta manera, la Unión Soviética y el Fascismo en Alemania e Italia eran totalitarios pero se distinguían por el trato que daban a los intereses privados de sus economías (Algo como las industrias Krupp no podrían existir en la antigua URRS pero florecieron en Alemania en las décadas 30 y 40).

Régimenes más recientes también pueden clasificarse de esta manera: Cuba pertenece al cuadrante I-Ab y las dictaduras de los años 70 y 80 en Argentina, Chile y Uruguay habrían de clasificarse como D-Ab.

Los cuadrantes superiores son más complejos y por ende es más difícil encontrar en la vida real ejemplos obvios de estos regimenes. Más bien los países democráticos adoptan políticas de la Derecha o la Izquierda pero lo hacen de maneras parcial y cíclica. Un gobierno de la primera ideología puede perder la siguiente elección y como resultado los nuevos mandatarios adoptan nuevas políticas.

Hay claras ventajas cuando los ciudadanos pueden distinguir entre Derecha / Izquierda y Democracia / Totalitarismo. El esfuerzo de todos debe concentrarse en la defensa de la democracia, y sólo luego dirigirse a la selección de la ideología más apropiada. Hago esta reflexión porque cuestiones ideológicas tienen a volverse turbias, los gobiernos confunden estas distinciones aún más cuando el retórica y la situación social están en conflicto:

a) la República Popular de la China no es ni Comunista ni comprende la posibilidad de cambios institucionales según la voluntad popular,
b) Los Estados Unidos hace gran gala de su proceso de consulta electoral pero su economía tiende a la derecha y
c) Venezuela celebra consultas populares pero niega la participación de muchos candidatos opositores, y proclama políticas económicas de la Izquierda mientras instituye prácticas reales de la Derecha.

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