sábado, 10 de octubre de 2009

Violencia y turbas



                                                                                                     Fuente de la foto



En esta entrega consi-deraré algunos factores estruc-turales de la violencia cotidiana.

Somos animales inteligentes, pero de rebaño. Tenemos sensores de todo tipo para evaluar las expresiones en las caras de nuestros compañeros, su “lenguaje de cuerpo”, las direcciones de sus miradas, e inclusive, hoy en día, las tendencias mayoritarias que percibimos de los medios masivos de comunicación. Sólo hace falta una leve sugerencia en un periódico o un canal de televisión que se escasee un producto como gasolina, azúcar o papel higiénico, y hordas de personas descienden sobre las gasolineras o los supermercados para comprar diez veces más de lo que necesitan. El ojo lateral de cada quien percibe los leves movimientos de las personas que tienen al lado, y esto basta para que comiencen a imitar o movilizarse en la misma dirección que sus congéneres.

¿Se acuerden del viejo truco de cuando éramos jóvenes? Como burla, nos parábamos en una esquina de la calle y mirábamos fijamente hacia arriba; pronto había una multitud que hacía lo mismo.

Y cuando haya fuertes fuerzas externas que influyen sobre esta tendencia hacia la conducta del rebaño: “¡Ayyy, Papá!” (como dice una amiga), el movimiento se convierta en estampida.

Abajo he traducido un trozo de un artículo publicado en el New Yorker por de John Cassidy donde nos da una descripción física de este fenómeno:

"El 10 de junio de 2000, la reina Elizabeth II abrió el Puente del Milenio –una estructura de alta tecnología- que atraviesa el río Támesis desde el Museo Tate Modern hasta la catedral de San Pablo. Millares de personas se alinearon para caminar por el, por medio de una pasarela de aluminio estrecha rodeada por las barandillas de acero que proyectan hacia fuera a los ángulos obtusos.

"Dentro de minutos de la abertura oficial, la acera comenzó a inclinarse y sacudirse alarmantemente, obligando a algunos de los peatones a aferrarse en las agarraderas laterales. Reportaron sentirse mareados. Las autoridades cerraron el puente, con la declaración que demasiada gente lo utilizaba. El día siguiente, el puente se abrió de nuevo pero ahora con límites estrictos sobre el número de peatones permitidos a la vez, pero comenzó a sacudirse de nuevo. Dos días después de su abertura todavía no se pudo explicar los movimientos y se lo cerraron por un período indefinido.

"Algunos comentaristas sospecharon que la causa del problema se encuentra en las fundaciones del puente, otras en un patrón inusual del aire. El problema real era que los diseñadores del puente, que incluyó al Sir Norman Foster y la firma de ingeniería Ove Arup de arquitectos, no habían considerado cómo la acera reaccionaría cuando los peatones caminen sobre el.

"Cuando camina una persona, sube y baja cada pie alternadamente, produciéndose una fuerza oblicua leve. Si centenares de personas están caminando en un espacio confinado, y sucede que algunos vayan de manera sincronizada, pueden generar suficiente ímpetu lateral para mover una pasarela -apenas un poco. Pero una vez que la acera comience a sacudirse, los peatones ajustarían cada vez más sus pasos para acomodarse al movimiento. Se genera así un lazo de retroalimentación entre los movimientos del puente el ritmo de caminar de los peatones, y las fuerzas oblicuas pueden aumentar dramáticamente. Los ingenieros de investigación llaman este fenómeno “excitación lateral sincrónica de proceso”….


¿Qué otros fenómenos de imitación, correlación y sincronización podemos encontrar en nuestra vida colectiva?

Debe haber muchos, el artículo citado habla de efectos del mercado donde lo que hacen algunas inversionistas afecta a los demás; cuando el mercado suba, todos quieren comprar, y cuando baje quieren vender. Pero me pondré seria por ahora y me concentraré en algunos ejemplos relacionados con la violencia, que también tiene lazos colectivos de retroalimentación.

Estoy conciente que esta violencia tiene muchos matices que quisiera considerar en otros momentos (ritualización de procesos grupales, a-nomia, la falta de respuestas efectivas de parte de las autoridades, corrupción entre las autoridades, expectativas en condiciones extremas de pobreza relativa y así sucesivamente). Pero la capacidad que tenemos de perder nuestra voluntad en una situación de masas es ciertamente uno de los elementos a considerar con respecto a este problema.

Fuente de foto


Las turbas violentas son parte de nuestra historia humana. En la mayoría de los casos hay problemas para compartir recursos y poder: por ejemplo, casi 5,000 negros estadounidense fueron linchados por tumultos blancos entre 1890 y 1960 (datos de Wikipedia, s/f) .

Por otro lado, en las grandes ciudades de Europa y los Estados Unidos ha habido manifestaciones violentas donde grupos que se sienten oprimidos o violentados se tornan contra sus propios ambientes y en el proceso queman los negocios, viviendas y vehículos de su misma gente.

Hay niveles distintos de participación en estos actos. Por un lado están las personas que se involucran activamente en la destrucción y las matanzas, pero luego hay las que las instigan y las que son cómplices por su silencio o su simple anuencia.

Me acuerdo de mi espanto en reacción a un reportaje (no tengo la referencia) sobre las turbas asesinas de los hutu contra los tutti en Ruanda en 1994. El periodista describió como hombres corrían por las calles, machetes en mano, y entre risas y conducta que parecía juego destrozaban a sus víctimas.

En aquella ocasión hubo varias fuentes de incitación: una puede explicarse de manera sencilla como un movimiento de rebaños (o tal vez en este caso “jaurías”). Pero hubo otro germen de la violencia:


"Todo comenzó la noche del 6 de abril de 1994, cuando el avión en el que viajaban los presidentes de Ruanda, Juvenal Habyarimana, y de Burundi, Ciprian Ntayamira, fue alcanzado por dos misiles en el momento en que iba a aterrizar en el aeropuerto de Kigali.

"Tras la muerte de ambos mandatarios, extremistas hutus ruandeses, etnia a la que pertenecía el presidente Habyarimana, iniciaron una sangrienta persecución contra la población tutsi. Durante la masacre, la radio fue el medio más efectivo para arrojar mensajes de odio de forma directa y simultánea sobre una amplia audiencia….
[Dos años antes e]n marzo de 1992, Radio Ruanda [había anunciado] que los líderes hutus en Bugesera iban a ser asesinados por los tutsi, una información falsa que estimuló a los hutus a iniciar la masacre….

"La Radio Television Libre des Mille Collines (RTLM) comenzó a emitir en agosto de 1993. En los primeros meses, hasta el inicio del genocidio de abril de 1994 difundió de manera divertida y sutil propaganda anti-tutsi….

"Una vez que se inició el genocidio [en 1994], cambió el carácter de las transmisiones y empezó a dar detalles de aquellos que debían ser acosados y asesinados al punto de ofrecer descripciones individuales y número de placas de automóviles….

"Esto no era tanto prédica a favor del odio o la violencia como un involucramiento directo en los asesinatos, instando a una población pobre, sin educación y fácilmente influenciable a que colaborase con el ejército en la exterminación."


No quiero alargar esta entrega. Es la primera sobre el tema y la motivación para escribirla es mi participación en un curso dictado por el Profesor Alex González en la Maestría de Psicología Social de la Universidad Central de Venezuela.


Referencias:

1. Juan Cruz Osta (Fecha de publicación: 29/05/0). ¿Puede una radio incitar al genocidio? Aporrea. Accesible en: http://www.aporrea.org/actualidad/a35479.html
2. CBS News (28 de nov, 2007). France riots. Understanding the violence. Accesible en http://www.cbc.ca/news/background/paris_riots/
3. Wikipedia. (s/f). Mass racial violence in the United States. http://en.wikipedia.org/wiki/Mass_racial_violence_in_the_United_States "
4. Foto original de tráfico: http://www.iphonematters.com/images/uploads/27862-hi-traffic.jpg

No hay comentarios:

 
Locations of visitors to this page