viernes, 5 de mayo de 2017

El experimento de Stanford


Al ir creciendo aprendemos muchos roles, algunos de experiencia propia y otros a partir de nuestra cultura por medio de novelas, televisión, películas y los medios noticieros. Algunos involucran conductas que normalmente no demostraríamos, y que contienen niveles de crueldad o pasividad que no aceptaríamos, ni para nosotros, ni en los demás.
En la Universidad de Stanford en 1971 esto se demostró cuando se intentó investigar los efectos psicológicos del poder sobre personas “normales”, asignando a estudiantes (al azar) los roles de prisioneros y guardias de prisión. Algunos participantes asumieron sus roles guardia con tanta saña que hubo la necesidad de detener la experiencia. Dos de los "prisioneros" dejaron el experimento, pero otros asumieron papeles de pasividad, o inclusive intentaron “escapar” como si no tuvieron la opción formal de salir con una simple petición a los organizadores, ya que de hecho no eran de verdad presos. Desde entonces, el experimentador Philip Zimbardo ha publicado reflexiones sobre la experiencia y una película comercial fue hecha en base a ella.
¿Qué lecciones podemos sacar de esto para entender nuestra situación actual de descontento político? Primero nuestra conducta no depende sólo de nuestro “carácter” personal y nuestro propio sistema de ética. Reaccionamos tal como pensamos que nuestra cultura requiere. Segundo, en situaciones como las que experimentamos ahora en las protestas en Venezuela, algunas prácticas extremas son modelados para nosotros, y las asumimos sin grandes críticas. Por ejemplo, muchos soldados que reprimen las marchas en la actualidad, no usarían tanta saña si estuviesen solos y si no fueron influidos por los roles que les han asignados. Tercero, una opción frente a esta aceptación irreflexiva de roles podría ser cuestionarla. Podríamos ofrecer otros modelos que ponen en duda él del soldado agresivo y intolerante frente a “enemigos” -que a fin de cuenta son sus vecinos y conciudadanos que simplemente quieren democracia y justicia social-.

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